Cristina Kirchner no pudo imponer a Wado De Pedro y aceptó que la fórmula sea Massa-Rossi. Pero armó las listas de diputados, Senado y se replegó en la provincia. En Juntos por el Cambio, Larreta y Bullrich definieron a sus candidatos. Se bajaron Manes y López Murphy.
Por: Facundo Chaves.
Fue una semana que no reconoce antecedentes inmediatos. En 48 horas, las dos coaliciones políticas mayoritarias de la Argentina pasaron del desorden y la multiplicación de candidatos a forzar la unidad de intereses y expectativas. La oficialista Unión por la Patria presentó una lista de unidad, mientras que Juntos por el Cambio tendrá dos listas con reales chances de éxito. Más allá de ese trazo grueso -al que debe sumarse el libertario Javier Milei- el cierre de listas dejó ganadores y perdedores y una incógnita central que, por ahora, no tiene respuesta: ¿Cristina Kirchner está entre los vencedores o los vencidos de este proceso traumático y dominado por los desacuerdos y la sorpresa?
Antes de analizar los nombres de los políticos que avanzaron y los que retrocedieron en esta definición infartante de las listas, es importante destacar un dato central: es la primera vez desde el año 2003 que los nombres de CFK y de Mauricio Macri estarán, al mismo tiempo, ausentes de las boletas.
Lo cierto es que Sergio Massa y Agustín Rossi integran la fórmula de unidad que presentó el peronismo, tras un acuerdo en el que intervinieron la vicepresidenta, Alberto Fernández, La Cámpora, gobernadores e intendentes. Se anunció después de que se diera por cierto que los precandidatos serían Eduardo “Wado” De Pedro y Juan Manzur y que habría PASO con Daniel Scioli, quien sólo había podido mostrar en su acto de lanzamiento el apoyo de Hugo Moyano.
Massa-Rossi es la fórmula de consenso que anunció Unión por la Patria, con acuerdo de Cristina Kirchner, La Cámpora, gobernadores e intendentes
Como reveló Infobae, todo se resolvió en una cena larga, conversaciones y chateos entre el miércoles y el jueves de los accionistas principales de la coalición de gobierno. Todos coincidieron en que una interna podría tener un final incierto y peligroso, que el binomio Wado-Manzur había generado escaso entusiasmo y que debía evitarse a toda costa una catástrofe electoral.
En este punto está la duda central: ¿la vicepresidenta “entregó” la fórmula presidencial para retener las listas nacionales y replegarse en la provincia de Buenos Aires? Se trata de una incógnita que no se disipa y que se acrecienta ante el sugestivo silencio de la vicepresidenta. Las cuentas de las redes sociales de Unión por la Patria, que es el rebranding que la vicepresidenta promovió para dejar atrás el Frente de Todos, se encargaron de difundir los nombres de los candidatos, pero las de CFK -lejos del “tuitazo” de hace 4 años- se mantenían todavía inactivas.
Lo cierto es que Massa-Rossi es una fórmula ajena al cristinismo. Es lo contrario de la marca de cristinismo que irradian Wado De Pedro y Juliana Di Tullio, como senadores, y Máximo Kirchner, primer diputado. Al igual que Axel Kicillof como gobernador y la matancera Verónica Magario como vice. En las listas nacionales, se mantienen estas proporciones: más kirchnerismo, algo de massismo y poco para Alberto Fernández, los gremios, los gobernadores y los intendentes.
Entre los ganadores del oficialismo es inevitable mencionar en primer lugar a Sergio Massa, que fue ungido y aceptado por todos los sectores como el candidato presidencial de síntesis para enfrentar a quien gane la interna de Juntos por el Cambio y a Javier Milei, que se descuenta que pasará con éxito las PASO y podría amenazar el bicoalicionismo. También el jefe de Gabinete Rossi, que había expresado su vocación presidencial, terminó incluido en la fórmula por impulso de Alberto Fernández. De hecho, el primer mandatario también figura entre los que terminaron mejor parados después del cierre de listas porque pudo incorporar también a Victoria Tolosa Paz y Santiago Cafiero, dos ministros más que pueden celebrar.
Máximo Kirchner también está entre los ganadores, no sólo porque quedó como cabeza de la lista de Diputados de Unión por la Patria, sino porque puso a prueba con éxito la alianza que mantiene desde antes del 2019 con Sergio Massa. “Había una muy buena relación entre Máximo y Sergio, hablaban mucho en la Cámara de Diputados. Yo creo que Máximo fue el gran artífice del acercamiento de Sergio”, contó la vicepresidenta semanas atrás en C5N.
También les corresponde este lugar a los gobernadores e intendentes, que luego de anunciarse la fórmula Wado-Manzur pusieron en duda su eficacia electoral y reclamaron a Alberto Fernández y Cristina Kirchner que retomaran el diálogo para desactivar la interna, cambiar la fórmula y generar una propuesta de unidad que terminó ocurriendo sobre el filo de la inscripción de los candidatos.
Por último, Leandro Santoro finalmente competirá como candidato único a jefe de gobierno porteño por Unión por la Patria, tras quedar desactivadas las posibles candidaturas de Pedro Rosemblat, Elizabeth Gómez Alcorta y Mariano Recalde.
Moyano, Scioli, Mayra Arena y Victoria Tolosa Paz, en el acto de lanzamiento, cuando nada hacía presagiar el final de "unidad" el oficialismo
Entre los perdedores está indudablemente Scioli, que durante cerca de un mes apuró una postulación que creyó posible frente a los desacuerdos y el desorden político reinante. Insistió con competir en unas PASO y, si bien aseguró no ser auspiciado por Alberto Fernández, la negociación del presidente con CFK y Massa lo dejó sin su principal sostén político. Decidió retirarse y volver a Brasil a cumplir sus últimos meses como embajador.
Manzur también dejó Buenos Aires y volvió a Tucumán cuando recibió la confirmación de que no sería compañero de fórmula de Wado De Pedro. Se había mostrado junto a gobernadores del norte del país como un primus inter pares, y creyó que la victoria que obtuvo como jefe de campaña en las elecciones en su provincia -logró que el peronismo gane la gobernación y le arrebate la capital a la oposición- lo habían dotado de una fortaleza que, finalmente, no alcanzó.
Movimientos sociales, como el Evita e incluso el de Juan Grabois -que presentó una precandidatura más bien testimonial- quedaron relegados como así también los sindicatos. De todos modos, el metalúrgico Mario “Paco” Manrique fue ubicado en un lugar destacado en la lista de Diputados.
Balance en Juntos por el Cambio
Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Espert, Santilli, Pichetto, Patricia Bullrich, Petri, Maxi Aad, Grindetti, Cristian Ritondo
En la oposición la complejidad para definir ganadores y perdedores es mayor. Horacio Rodríguez Larreta conformó una propuesta electoral que consolidó todo lo que venía gestando. Incorporó a las autoridades y líderes principales de todas las fuerzas políticas que integran Juntos por el Cambio. Mientras tanto, Patricia Bullrich ratificó un formato diferente: una apuesta a la renovación, a figuras populares y a la consolidación de un liderazgo vertical y más de confrontación.
Larreta incorporó en las listas al presidente de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales, como su compañero de fórmula. A Miguel Pichetto, que lidera el Encuentro Republicano Federal -una fracción del peronismo anti K- como primer candidato a diputado nacional; a Elisa Carrió y Maximiliano Ferraro, líder y presidente de la Coalición Cívica, respectivamente; y al liberal José Luis Espert y la evangelista Cynthia Hotton, como candidatos a senadores.
Se trata de una conformación horizontal y diversa, que supone matices y acuerdos para darle una solidez apta para encarar un proyecto de gobierno. A estos nombres hay que sumarles los que compiten por cargos provinciales o en la ciudad de Buenos Aires. La divergencia clave es por su sucesión, ya que si bien dijo que apoya al precandidato del PRO, tuvo gestos claros de respaldo a Martín Lousteau, que presentó candidatos locales con radicales, socialistas y Graciela Ocaña como cabeza de la lista de legisladores.
Rodríguez Larreta también reconoce como referentes propios en las provincias a Maximiliano Pullaro (en Santa Fe); Nacho Torres (Chubut), Leticia Esteves (Neuquén); Claudio Poggi (San Luis), Ángel Rozas (Chaco); Ricardo Bruyaile y Gabriela Neme (Formosa); Rodrigo De Loredo (Córdoba) y Roberto Ríos (Mendoza), entre otros.
En cambio, Patricia Bullrich optó por proponer personalidades populares, como Maximiliano Guerra, Luis Brandoni y Federico Andahazi, la periodista Rosario Agostini, en Jujuy, o dirigentes que se presentarán por primer vez a cargos electivos, como Daiana Molero y Damián Arabia, en la Capital Federal; o la experta en la lucha contra la corrupción y lavado de activos, María Eugenia Talerico, como candidata a senadora nacional. Incorporó a Maximiliano Abad, que preside la UCR bonaerense, como primer candidato a senador y futuro presidente provisional de la Cámara alta, si gana la interna. O a la también radical Silvana Giudici para Diputados.
Más allá de esos “ganadores”, en la lista de los que quedaron en el camino es inevitable mencionar a Facundo Manes, el neurocientífico que decidió bajar su precandidatura presidencial y rechazar el ofrecimiento para que sea precandidato a senador en las listas de Larreta. También está Carrió, que había dicho que se presentaría como precandidata a presidenta, finalmente aceptó competir por una banca en el Parlasur. Su presencia, igual, es estratégica porque la sección de la boleta está pegada a Larreta y tiene gran visibilidad.
Aunque podrían sumarse eventualmente a cargos ejecutivos en caso de ganar las primarias, Soledad Acuña, que había sonado primero como precandidata a jefa de gobierno, luego a vicejefa, finalmente, terminó en la lista del Parlasur. También fueron allí Martín Tetaz y Waldo Wolff, mientras que del lado del bullrichismo, ni Rodolfo Suárez ni Luis Naidenoff, que habían sido mencionados como posibles compañeros de fórmulas, quedaron en el camino, debido a la elección del mendocino Luis Petri como vice. Y Joaquín de la Torre, uno de los que primero se anotó como precandidato a gobernador bonaerense, de Patricia, tampoco tuvo un rol destacado en las listas.
Franco Rinaldi encabezará la lista de legisladores porteños de Jorge Macri
Finalmente, un párrafo aparte le corresponde a Mauricio Macri, que durante la previa tuvo una fuerte incidencia en el entorno de Patricia Bullrich, con el acercamiento de dirigentes clave, como Hernán Lombardi, que actuó como virtual jefe de campaña. El ex presidente, que cumplió su palabra de no ser candidato a nada, se ocupó sobre todo de empujar la candidatura de su primo Jorge para la sucesión porteña. Ricardo López Murphy, que primero amagó con ser candidato a presidente y luego se bajó a jefe de gobierno, decidió correrse de las PASO para evitar restarle votos a Jorge Macri, quien en respuesta, llevará como cabeza de los candidatos a legisladores a Franco Rinaldi, un hombre alineado con el “bulldog”.
Los libertarios de Milei
En el caso de Javier Milei, el tercero que disputa con chances ciertas las PASO, las listas no guardaron mayores sorpresas, más que la confirmación de los nombres previamente conocidos. Efectivamente, no incorporó ninguna figura de la política tradicional. A excepción de una y muy polémica: Pablo Ansaloni, un dirigente del Partido FE, que fundó el histórico sindicalista de los peones rurales, Gerónimo “Momo” Venegas. Fue diputado nacional entre 2017 y 2021 y terminó con un escándalo por declaraciones antisemitas.
En la ciudad de Buenos Aires irá con Ramiro Marra como jefe de gobierno, la reconocida economista Diana Mondino como primera candidata a Diputados, y segundo Oscar Zago, un empresario hotelero, con pasado macrista. En la provincia de Buenos Aires, donde competirá para la gobernación con Carolina Píparo y el abogado Francisco Onetto como vice, la lista del senado la lidera el banquero Juan Nápoli, mientras que los diputados están el economista Alberto Bertie Benegas Lynch y la periodista Marcela Pagano.
¿Quién ganó y quién perdió en La Libertad Avanza? La presentación de listas de candidatos en todas las provincias -sobre todo en la gobernación bonaerense- y la postulación del propio Milei, que hace sólo dos años accedió a una banca de diputados después de obtener el 17% de los votos en la ciudad de Buenos Aires, lo definen como un fenómeno político inédito en los 40 años de democracia.
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