El detrás de escena de la reaparición del ex presidente por la ciudad santafesina: aval al “frente de frentes” que teje JxC con el socialismo en la provincia y silencio a las críticas de Lilita por la complicidad con el narco. Círculo de confianza con Bullrich y Vidal, y el misterio sobre su futuro electoral. ¿Habrá un tercer libro?
Mauricio Caminos
“Para Alberto”. Mauricio Macri terminó de autografiar su libro “Para qué” cuando cayó en la cuenta de la doble lectura política que generó el pedido de su aficionado. Le devolvió el ejemplar con una sonrisa socarrona. Con críticas a la Casa Rosada y al kirchnerismo, el ex presidente acababa de presentar su segundo título en el escenario del salón Mediterráneo, en Rosario. Y aunque mantuvo el misterio sobre su futuro electoral, en su regreso a la vidriera pública tras su viaje por Europa se metió de lleno en el barro de la política vernácula.
Antes de exponer su libro en la ciudad santafesina, Macri armó una foto de impacto: reunió a los referentes locales de Juntos por el Cambio con el intendente socialista Pablo Javkin. Quería escuchar de cerca a los dirigentes de la oposición local que están tejiendo un “frente de frentes” para desbancar al peronismo –hoy liderado por el gobernador Omar Perotti– en las próximas elecciones provinciales.
Además de Macri y Javkin, en la cumbre en la sede municipal, a metros del Monumento a la Bandera, también estuvieron el diputado de PRO Federico Angelini (armador de la campaña de Patricia Bullrich), y los radicales Carolina Losada (senadora nacional) y Maximiliano Pullaro (diputado y referente del espacio de Martín Lousteau). El ex mandatario dio su garantía para que la alianza continúe en pie, apenas 48 horas después de que Elisa Carrió lanzara una granada cargada.
A través de un video de Carrió con la ex diputada nacional por Santa Fe Lucila Lehmann, la Coalición Cívica abandonó el armado opositor el sábado pasado. En la pieza audiovisual se la escucha a Carrió: “Santa Fe está tomada por el narcotráfico y por el lavado de dinero. Hay que limpiar Santa Fe”. Y continúa: “Si no se limpia, la provincia no tiene destino. Yo no puedo recorrer ni avalar un Frente de Frentes en el que yo sé que hay muchas personas vinculadas con el narco”.
Este lunes hasta Macri sintió el impacto de la movida de Lilita. “Carrió es una militante de la política y puede explicarlo ella misma. No tengo que hablar yo por ella”, gambeteó el ex presidente durante la conferencia de prensa que brindó luego de presentar su libro. “Cualquier frase de ese estilo, sin nombres y sin pruebas, no tiene más que ver con una cuestión política de presionar. Yo no quiero entrar en una polémica, pero son declaraciones que no suman”, dijo Angelini como exégeta de Macri.
En el radicalismo el desconcierto era mayor. “No sé por qué hizo eso. Increíble que nadie salió a responderle”, comentó en off uno de los dirigentes de la UCR local más importantes, en medio del tumulto de gente que generó el paso de Macri por el salón de eventos situado en el mismo predio del Alto Rosario Shopping, muy cerca del río Paraná. En la noche del domingo, el radical Pullaro habló por teléfono con Maximiliano Ferraro, presidente de la CC y lilito incondicional. De esa charla trascendió que el partido de Carrió no confía en el armado opositor entre los cambiemitas y los socialistas, principalmente por la figura del ex gobernador Antonio Bonfatti.
Con la postal de unidad opositora, Macri también avaló la competencia de precandidaturas que ya suenan en JxC. Cuando el ex presidente habla de “meritocracia” también se refiere a la política. En la línea de largada ya coquetean Angelini, Bonfatti, Javkin y Pullaro –él único que explícitamente lo reconoce–.
Es un misterio qué hará Losada, que también suena en los pasillos de Uspallata como una buena compañera de fórmula de Larreta, en el marco de su acuerdo con el presidente de la UCR, Gerardo Morales. “Las fórmulas tienen que ser cruzadas, pero no estoy pensando en candidaturas ahora”, dijo ayer la senadora por Santa Fe en la previa a la exposición de Macri. Y cuando le preguntaron sobre si podría acompañar al mismísimo ex presidente, le puso pimienta a su respuesta: “Eso es hablar de hipótesis, porque ni él no lo sabe o se lo guarda muy bien. ¿Se lo podríamos preguntar ahora mismo, no, acá en el acto?”.
Macri fue tajante ante la pregunta directa en la conferencia de prensa post-presentación: “Hoy no vine acá a hablar de eso”. “Él nunca se subió y nadie lo bajó”, acotó Angelini. “Mauricio es el líder indiscutible de nuestro espacio pero tiene la generosidad de estar a disposición de los distintos candidatos. Y en Rosario tuvo la gentileza de reunirse con Javkin. Sabemos que no es afín, pero lo importante no es ideológico, sino cómo podemos cambiar la realidad de Rosario. Él tiene muchos contactos y puede aportar eso en la construcción del frente de frentes”, agregó el diputado.
Ante la consulta por si la figura de Javier Milei preocupa en el armado santafesino, una fuente que se encontró con Macri lo negó: “Obviamente que lo miramos, pero él no mide como en otras provincias acá. Nos ocupa, pero hasta el momento nos sería algo que nos mueve la aguja en la decisión final”, apuntó.
El regreso de Macri a la recorrida política fue cargado. Antes de subirse al escenario en el salón Metropolitano, fue anfitrión de empresarios gastronómicos y vecinos de la ciudad para escuchar “sus preocupaciones”. Luego pasó por la sede de la Fundación Libertad, que organizó su charla y tiene como máximo referente al Nobel Mario Vargas Llosa. Además de tener a Angelini como sombra, Macri se movió junto a Cristian Ritondo, diputado nacional y armador de la campaña de María Eugenia Vidal, y a Fernando de Andreis, ex funcionario suyo en la Rosada. Aunque esquivó la incógnita electoral, el círculo en el que se rodeó dejó como metamensaje cierto alineamiento con Bullrich y Vidal, una contraposición clara al tercer amarillo anotado para las presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta.
Con apenas unas horas de visita, durante la tarde emprendió el regreso a Buenos Aires, donde tiene por delante mezclar la política con su nueva faceta “literaria”. No se espera que hasta abril dé alguna definición sobre su futuro electoral. En el medio, tiene el desafío de encontrarle un título al libro que está escribiendo sobre su padre, Franco Macri. Quizás allí dé otra pista sobre qué hará este año: “Aunque el primero generó mucho ruido, este no se va a llamar ‘Segundo Tiempo’”, dijo ayer en su exposición. Desde el público, se escuchó una voz anónima que le sugirió: “Ponele Volveré”.
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