El presidente Mauricio Macri y su equipo económico se encuentra en busca de fuentes de financiamiento para poder fortalecer las reservas y levantar el controvertido cepo cambiario.

Es que el escaso nivel del patrimonio con el que cuenta el Banco Central es el principal motivo por el que la administración macrista se encuentra a la expectativa de lograr ingreso de divisas y contar, así, con un "colchón" de dinero suficiente para abrir el cepo, tal como fue prometido durante la campaña electoral.El plan de Cambiemos implica, entonces, entablar diálogos y obtener créditos por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial y Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), entre otros organismos.La semana próxima llegará al país el presidente del BID, por lo cual hay una probabilidad de que se logren avances en las negociaciones con la entidad, que podría llegar a otorgar créditos por hasta U$S 4000 millones. Con relación al Banco Mundial, el monto podría oscilar en U$S 1500 millones y de CAF podrían llegar unos U$S 5500 millones.En tanto, según trascendió durante los últimos días, estaría próximo a concretarse un acuerdo con entidades financieras por alrededor de U$S 8000 millones. En principio, el arreglo estaría delineado con entidades financieras como JP Morgan, HSBC, Goldman Sachs, Deutsche Bank, Banco Francés, Citibank y el Santander.Esas negociaciones implicarían, a su vez, solucionar el litigio con los fondos buitre ya que de no ser así, hay riesgo de que el juez de la causa Thomas Griesa intente bloquear los fondos recibidos.El pedido de un "stay" o suspensión del fallo de la Justicia norteamericana para reabrir una negociación en el conflicto con los holdouts es otro de los objetivos del equipo de Macri para poder obtener inversiones del exterior.En los planes, además, se encuentra la intención de profundizar el acuerdo de intercambio de monedas con China y ampliarlo en una cifra equivalente a los 2.000 millones de dólares.