Griselda Iglesias ha sido, sin temor a equivocarme, de las mujeres más importantes que ha tenido la vida política de Bolívar en los últimos 20 años. Llegó al municipio “por concurso”, como le gusta remarcar a ella, a principios de la década del ´90 con Juan Carlos Reina en el municipio; pero ese fue sólo el principio de su carrera.
Con la llegada de Juan Carlos Simón al sillón de la Belgrano, éste enseguida captó las virtudes de la trabajadora social y le sumó funciones y cargo a su trabajo. El perfil de líder de Griselda enseguida la convirtió en una de las figuras salientes del Ejecutivo del nuevo gobierno.
Fueron 14 años junto a Simón en el municipio más los dos que había cosechado con Reina. No había gente en los barrios que no conociera del trabajo de Iglesias, trabajadora “con tierra en los zapatos”, como a ella le gusta decir haciendo referencia a que detrás de un escritorio la iban a encontrar muy poco tiempo, y mucho en el campo de acción, junto a los que más necesitaban.
Se la acusó en varias oportunidades de aparecer más seguido por los barrios en época de elecciones que durante el resto del año; pero lo cierto es que el trabajo de Griselda en Acción Social es aún recordado por los que menos tienen.
La ida de Simón del municipio al Senado comenzó a ser el principio del fin. En el municipio José Gabriel Erreca, que había reemplazado a Simón en su carácter de primer concejal y ahora era el nuevo intendente, decidió que el poder debía tenerlo el primer mandatario, sin súper secretarios que le opacaran la gestión. Así, se fue quitando de encima a dos de los más pesados funcionarios de Simón: una fue Griselda, el otro, Hugo Goñi.
Se terminó yendo del municipio Griselda, y hasta hoy se la extraña puertas adentro (sus ex compañeros de trabajo) y fuera (en los barrios más carenciados). Pero también la extrañaron en la campaña del 2011, porque como había sido alejada de la función, entendió que si no era necesaria en la gestión, tampoco lo sería en la calle juntando votos.
Griselda no estuvo en el equipo de campaña de Erreca como lo había estado en todas las reelecciones de Simón, y ya se sabe cuál fue el resultado. Hasta fines 2013 colaboró con el senador Simón, y desde entonces se la empezó a ver cada vez menos junto al hoy hombre vinculado al Pro.
En este 2015, año electoral, de los que más le gustaba a Griselda, por varios motivos, no se la ha visto en el local de Simón en la esquina de Sargento Cabral y Moreno, y algunos dicen que ya no tiene mucha vinculación con ese sector político al que ayudó a gobernar la ciudad durante 14 años.
En los últimos días se la vio en la presentación del Hogar para Mujeres que se realizó en el Cine Avenida y también en la Feria Verde. Consultada la actual gestión municipal sobre el tema, no descartan convocarla, “nosotros somos amplios”, dicen desde las altas esferas del buquismo, y agregan: “no tenemos problemas en sumar gente con experiencia”. Y más aún, alguno se animó a comentar que “ya hubo contactos”.
Griselda Iglesias fue ícono del gobierno simonista durante más de una década. Hoy, alejada del sector en el que brilló, habrá que ver si recibe una propuesta interesante que es lo que hace. Hoy, ya jubilada y con más tiempo para su familia, sigue con la llama encendida, ese fuego interior que la llevó a trabajar por los que más necesitan durante toda su vida, habrá que ver si cuando le llegue alguna propuesta acepta volver al ruedo, del que no debió irse jamás, por todo lo que sabe y puede aportar.
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