El jefe de Gabinete, Guillermo Mana, señaló que los documentos de pago a 120 días se entregaron en 2012 pero que este año se están haciendo las transferencias en efectivo. Así, ya no se pierden recursos
En su edición de ayer, este diario publicó que Encuentro Ciudadano había revelado que, según la información oficial, el gobierno le entregaba a la Fundación Social cheques a 60, 90 o 120 días. Como la conducción necesitaba hacerse de liquidez para afrontar sus gastos, negociaba esos documentos de pago en el mercado y sufría descuentos que comenzaron representando el 3,41 por ciento en julio del año pasado y llegaron al 15,80 por ciento en noviembre. El cuestionamiento de la oposición apuntaba a que el Ejecutivo tiene un discurso que instala a la cuestión social como prioridad pero, a la vez, no provee a las áreas ejecutivas de los fondos indispensables para atender las urgencias de los sectores desprotegidos.
Guillermo Mana, jefe de Gabinete, reconoció que durante 2012 la Fundación Social debió manejarse con cheques de pago diferido, pero señaló que era el único medio de pago disponible que tenía el gobierno en medio de una situación económico-financiera complicada y agregó que la prioridad del Ejecutivo no pasa por el equilibrio financiero sino por no incrementar la deuda social.
Deuda financiera o social
“Gobernar se trata de administrar y de tomar decisiones políticas firmes, con objetivos muy claros. Nosotros no hemos negado que el año pasado hemos estado en déficit. Pero es una situación del 2012, no del 2013”, dijo Mana.
Y agregó: “Siempre defendemos el concepto de que el equilibrio financiero, es decir que los ingresos igualen al gasto, no tiene ningún valor por sí mismo. Eso es una ecuación económica que no tiene el más mínimo contenido político. El equilibrio financiero económico en el Estado tiene sentido cuando uno puede desarrollar primero la política pública y social que debe desarrollar. El equilibrio no puede ser un fin en sí mismo. No debe serlo. Porque no estaríamos entendiendo de qué se trata la cosa pública. La responsabilidad nos hace trabajar en pos del equilibrio pero nosotros tenemos que tener un ojo y medio no en las cuentas sino en nuestra realidad social. No podemos supeditar el equilibrio al costo social o a la deuda social. Esa es la verdadera deuda que no queremos tener”.
Mana justificó la entrega de cheques de pago diferido durante 2012. “Si para cumplir socialmente con nuestro programa de política social debemos dar un cheque, cambiarlo en el mercado, cuál es el problema. El problema es generar deuda social, no deuda financiera. Hubiera sido una pésima decisión interrumpir la política social”.
El jefe de gabinete planteó además que la Municipalidad siempre ha estado cumpliendo con sus obligaciones sociales, a pesar de que durante meses ni la Provincia ni la Nación hicieron los aportes que debían realizar, por ejemplo, para la ayuda alimentaria a las familias más humildes de la ciudad.
“Parte de esos cheques fueron a cubrir lo que llamamos la tarjeta social, el dinero de que disponen aquellas familias de menores recursos para poder hacerse del alimento de todos los días. Una parte muy menor de esos fondos, 52 pesos por grupo familiar, proviene de la Provincia y la Nación. Una parte muy mayor casi hasta los 350 pesos en algunos casos, los provee la Municipalidad. Pero lo que viene de la Nación y la Provincia a veces no llega. El año pasado, de hecho, estuvimos cuatro meses esperando ese dinero y, sin embargo, el Municipio no permitió que nunca, ningún mes, esas familias dejen de tener su tarjeta social para hacer las compras ¿Qué teníamos que hacer? ¿No darles el cheque y que las familias se quedaran sin alimento”, planteó el jefe de Gabinete.
Y ratificó que en lo que va de 2013 la Fundación Social que conduce Gonzalo Parodi no recibió ningún cheque de pago diferido.
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