Marcelo Zarlenga negó pertencer al sciolismo. Denuncias a medios y vínculos con el asistente de Moria Casán.
El rumor de que un funcionario del gobierno de Scioli había pagado, con fondos estatales, el viaje al Vaticano y Dubai de la vedette Victoria Xipolitakis y del asistente de Moria Casán, Alexis “Galo” Sotto, comenzó a circular por los medios. Sin embargo, Zarlenga recorgió el guante, niega todo y denunció a varios medios.
Marcelo Zarlenga,consejero General de Educación, conformado por seis miembros de origen político partidario y cuatro docentes, aclaró en diálogo conPerfil.com: “No soy funcionario sciolista”.
Acerca de los rumores que lo señalan como quién pagó el viaje de la mediática Vicky Xipolitakis y “Galo” Sotto por Dubai y Roma, sostiene: “Yo tenía concertada un pedido de audiencia a través de Monseñor Guillermo Karcher y la fecha prevista era la del 30 de septiembre, pero la confirmación la tuve unos días antes antes, porque estaba viendo cómo era el regreso del Papa de su gira por Cuba y EstadosUnidos”.
“Cuando tuve la confirmación, lo primero que hice fue salir a buscar pasaje en distintas agencias y conseguí en la misma donde también hicieron la reserva Alexis Sotto y Vicky Xipolitakis, a él sí lo conozco, somos amigos, a ella no”, agrega.
“No sé ni dónde ni cómo empiezan a cruzarme con Xipolitakis por coincidir en el mismo vuelo y el mismo día de audiencia en El Vaticano. Yo tuve un lugar de privilegio en la primera fila y tuve la posibilidad de intercambiar unas palabras con Franciscodesde lo que es como político, como estadista”, cuenta Zarlenga.
Sobre la vinculación con la vedette dice: “En el vuelo hacia El Vaticano los crucé, estábamos en el mismo espacio, el viaje lo pagué parte en efectivo y parte financiado con la tarjeta. Se llegó a decir que usé fondos del Estado, y si bien un tuit es incontrolable y uno puede decir lo que quiera pero en los medios se injurió desde el cargo, desde mi persona, desde lo ético, lo moral, pero todo con un tiempo potencial ‘habría pagado, habría viajado’ y es tan burdo todo, que si se ve la publicación de los tickets de vuelo, o las reservas son de días distintos, el mio es 23 de septiembre y el de ellos el 24”.
“Claramente en el ticket emitido dice clase económica, por eso creo que con esto se busca pegar a un gobierno cuando en realidad ni siquiera soy funcionario, lo mío no es cargo partidario. En realidad, políticamente decir ‘funcionario de Scioli’ era un hecho de corruptaje, y por el lado de la farándula fue el armado de cómo viaja, cómo consiguió la audiencia, pero el propio Vaticano a través de Katcher se encargó de aclarar que la audiencia tanto a Xipoliakis como a Sotto fue dada por el Vaticano, y no tenía nada que ver con la audiencia que me fue dada a mí”.
Detalles del viaje. ”El vuelo es con escala en Dubai, sale de Buenos Aires con escala en Brasil y de ahí sigue a Dubai, donde hay escala de 3 horas a la ida y a la vuelta una escala de 12 .Es un solo vuelo que sale de Emirates a Roma, y por eso, a mí me asignaron un hotel que ni usé porque tengo un sobrino en Dubai”. relata. Y agrega que optó por este viaje con escalas porque “era salir a buscar lo primero que hubiera y más económico, y fue encima de la fecha, si lo sacaba antes, quizás era más barato, fue lo único que conseguí a precio razonable, el vuelo directo era dos veces lo que salió esto”.
El hombre aseguró que demandará a un medio de La Plata por publicar información “basados en un portal que se llama Nexofin, de donde llegaron a decir que para desviar la atención había cambiado el rumbo para que no me relacionaran con ellos y todo esto estaría siempre en potencial, y estaría pagado por fondos del estrado, eso lo reproducen los medios de comunicación del grupo Cielo. Otro medio que también lo tomó y en los mismos términos fue Border, de María Julia Oliván, pero allí pedí derecho a réplica así que no iniciaré ninguna acción. En cuanto a lo farandulero, no me interesa hacer ninguna aclaración”, concluye Zarlenga.
A continuación, la vinculación que se hizo en Twitter de Zarlenga con el viaje de Xipoliakis y Soto.
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