El diputado Busatto se mostró "disconforme" con el resultado de la reunión, criticó el "manejo discrecional" del Ente Portuario y la falta de transparencia. "Esto abre una discusión de fondo: la necesidad de sancionar una nueva ley de Puertos", sintetizó.
El presidente del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe Sebastián Fumis reconoció ayer en la Cámara de Diputados que la actividad portuaria está paralizada y sin perspectivas de una reactivación inmediata.
En poco más de una hora, el funcionario respondió a medias las preguntas más incisivas del diputado peronista Leandro Busatto, quien le cuestionó la caída en diciembre de 2016 del contrato con la empresa que despachaba contenedores -que era la única operación‑, el manejo discrecional y la falta de transparencia en el Ente, entre otras cosas. "La página Web está en una construcción eterna. En eso, no cambió nada desde la época de (Marcelo) Vorobiof", le advirtió el legislador. Fumis asumió el cargo en agosto de 2014 cuando Vorobiof renunció por sus cuentas pendientes con la justicia. Y poco después, el propio Busatto presidió la comisión parlamentaria que investigó la gestión del renunciante.
Lo cierto es que ayer, Fumis fue el primer administrador del Puerto de Santa Fe que pasa por la Legislatura para rendir cuentas. Busatto propuso convocarlo en febrero, pero la Cámara se tomó seis meses para resolver el asunto y citarlo. El único que preguntó fue el autor de la iniciativa y en menor medida sus colegas de bloque Patricia Chialvo y Héctor Cavallero, lo que marcó el contraste con el silencio de los legisladores del oficialismo. Y para colmo, la interpelación terminó en un bochorno, cuando Fumis esquivó a los cronistas que lo esperaban en el hall y salió de la Legislatura por una puerta lateral, sin hacer declaraciones.
La situación del funcionario es un interrogante desde que la semana pasada cuando el gobernador Miguel Lifschitz dijo que "revisará" su gestión y anunció que trabaja "en un proyecto alternativo". "El problema es que el puerto está paralizado", sentenció el mandatario. Lo que habilitó especulaciones sobre la renuncia o el desplazamiento de Fumis, quien llegó al puerto porque integraba el gabinete del intendente José Corral.
A la mañana, el clima ya se había caldeado cuando el secretario adjunto de ATE, Marcelo Delfor dijo que el puerto de Santa Fe "se muere". "No quedan ni las palomas porque los elevadores de granos están vacíos". "La actividad es nula y no hay perspectiva de reactivación. La ciudad está viendo morir al puerto y eso es trágico. Los políticos, salvo excepciones, no han puesto en debate en la campaña este tema, a pesar de que es una de las fuentes de trabajo más importante de la ciudad. El gobernador tiene una gran oportunidad de demostrar a los santafesinos que el puerto funciona y se reactiva", planteó Delfor.
Así que ayer, la primera pregunta de Busatto estaba cantada: "¿Hay una parálisis de la actividad portuaria?"
‑Sí -le contestó Fumis.
‑¿Y cuántos contratos de almacenamiento de cereales tienen? -quiso saber el legislador unos minutos después.
‑Ninguno -respondió el funcionario.
En el cara a cara, Fumis reveló que hoy el único ingreso del puerto es por lo que se llama el Masterplan: el cánon que pagan los inversores de desarrollos inmobiliarios. "El balance de 2016 terminó con un superávit de 9 millones de pesos, que fue invertido en un 85 por ciento en infraestructura portuaria y el dragado del canal de acceso que demandó más de un millón de pesos", explicó.
Uno de los argumentos de Fumis para justificar la caída del contrato con el operador de container en diciembre del año pasado y el fracaso de una licitación posterior es una exigencia de la Aduana de instalar un escáner que cuesta más de 3 millones de dólares. "El puerto no está en condiciones de hacer esa inversión", dijo. Busatto le cuestionó entonces que si "el costo del escáner no era amortizable para las empresas en diez años, por qué no extendía el plazo del contrato a 20 años".
Después de la reunión, Busatto se mostró "disconforme" con el resultado y volvió sobre las "cosas que no cambian desde la época de Vorobiof": el "manejo discrecional" del Ente y la falta de transparencia. "Esto abre una discusión de fondo: la necesidad de sancionar una nueva ley de Puertos", sintetizó.
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