Tres de los cinco espacios que fueron a la interna volaron por los aires. Hubo fugas, pases de facturas y posibles alineamientos con sectores lejanos al peronismo. Arteaga sobrevive.
El Frente Renovador sacó 60 mil votos en La Plata entre las cinco propuestas que compitieron dentro de las PASO. No fue un número para festejar. Y la prueba más cabal de ello la constituye la eclosión que se dio en la heterogénea fuerza, que hasta hace un año tenía aspiraciones concretas de ir por todo en la capital bonaerense.
Hoy el massismo quedó reducido a la figura más convocante y experimentada del sector, el concejal José Ramón Arteaga, quien aparece tercero en todas las encuestas previas para luchar por el sillón de calle 12. Debajo de su candidatura, todo es división.
Nadie tiene precisiones de cómo afectará esto y si se trasladará a las urnas el domingo 25. Lo que sí está claro es la herida o grieta que sufrió el armado.
El sector que más se opuso a Arteaga, encabezado por Marcelo Leguizamón, quedó partido. No solamente hubo fugas, sino también un alineamiento futuro que difícilmente sea pegado a Sergio Massa. Para dicho escenario, el gran problema de la gente del “Chuby” es la presencia medular de Raúl Pérez, quien está en lugar a salir dentro de la lista de diputados nacionales del FR. En La Plata, algunos ya le dicen el equilibrista. Esto no se hará público en breve, pero es improbable que el joven Leguizamón siga en el massismo.
La fuerza que entró tercera explotó por los aires. El influyente Carlos Melzi vio la fuga (¿acordada?) de su importante concejal Gerardo Jazmín, quien rompió de hecho y derecho: ya tiene unibloque en el recinto.
Javier Pachiarotti volvió a ser lo que más le gusta: ex. Pasó de ser ex bruerista a ser ex massista. Igual, tampoco tiene peso de relevancia dentro del frente. Ingresó por la ventana y se fue del mismo modo, como leyó un crítico dentro del Concejo.
Por último, Oscar Vaudagna, el más avezado de todos, guarda una estrecha relación con Arteaga. Tienen un pasado en común: trayectoria dentro del justicialismo platense; y acaso por ello no hizo ningún pataleo.
Más allá de todo, el gran rival de “Joserra” no es este frente interno, sino la performance que pueda realizar Massa en La Plata. El concejal tiene un respetable grado de instalación, ha realizado una campaña muy cercana a los vecinos y cuenta con un amplio grado de conocimiento de la ciudad.
“¿Qué le aportaba ‘Pacha’? Nada”, se preguntó y respondió con inmediato mo-nosílabo un hombre del FR, como para sintetizar la situación de esta fuerza, cu-yo futuro luego del 25 de octubre es verdaderamente incierto.
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