Las declaraciones del presidente en el Foro Económico Mundial despertaron reacciones en la oposición parlamentaria.
Por: Verónica Benaim
@VeBenaim
El presidente Javier Milei habló en el Foro Económico Mundial de Davos, en donde arremetió contra la “ideología woke” y cuestionó a organizaciones que impulsan la agenda del progresismo global. Tras su discurso, llovieron las criticas en el Congreso de la Nación, debido a que legisladores de distintos espacios salieron a oponerse a las frases del mandatario nacional.
Milei habló de que “la ideología woke es un virus mental. Esta es la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar”. En ese punto, disparó: “Lo que parecía una hegemonía absoluta a nivel global de la izquierda woke en la política, en las instituciones educativas, en los medios de comunicación, en organismos supranacionales o en foros como Davos, se ha ido resquebrajando”.
Las declaraciones despertaron reacciones en la oposición parlamentaria. Uno de los que se manifestó que el presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, quien en X le advirtió al presidente que “no puede ni debe hablar así en un foro internacional, ni en su ámbito más personal. Un presidente de todo un país no puede usar ejemplos extremos para descalificar a nadie, en este caso a las parejas homosexuales y a la comunidad LGTBIQ+”.
“Su discurso es antiguo, discriminatorio y constituye una forma de apartheid que vulnera los derechos de miles de personas en la Argentina que legalmente forman familia. Además, es directamente anticonstitucional”, indicó el lilito.
Quien agregó: “Conozco muchas parejas homosexuales que han adoptado niños y son ejemplo de amor, cuidado y compromiso. No somos enfermos. Somos simplemente diferentes (derecho consagrado en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y la Constitución Nacional). Amamos, construimos familias, trabajamos, sufrimos, vivimos y aportamos al desarrollo y bienestar de nuestra sociedad en todos los ámbitos, con el mismo compromiso y dignidad que cualquier otra persona”.
Desde Unión por la Patria, la diputada Julia Strada manifestó: “Si, Milei: sos racista, xenófobo y nazi, y ahora promovés el odio a la homosexualidad”. En tanto la senadora Nora del Valle Giménez sostuvo que “el mensaje del presidente Milei en Davos estuvo cargado de violencia y discriminación contra el feminismo, los inmigrantes, los ecologistas y sus opositores políticos”. Para la senadora salteña, “los discursos de odio siembran el odio en la sociedad y legitiman la violencia desde lo más alto del poder”.
A la batería de críticas, se sumó Anabel Fernández Sagasti quien posteó: “Milei en el Foro de Davos parafraseando a Churchill expresó el verdadero objetivo que hay detrás de su ideología extrema: necesitan retroceder un siglo para que los avances de la sociedad sean descartados y así ‘los fuertes’ ‘los superiores’ dominar y extraer las riquezas de los argentinos”.
“La Argentina de 1910 que tanto aclama el presidente se caracteriza por el extractivismo británico, altísimos niveles de pobreza, trabajo infantil, homosexualidad como crimen, mujeres sin derecho a voto, ni poder ocupar cargos públicos ni manejar su patrimonio. Recordemos que fue la época del fraude electoral, la revuelta de inquilinos y la represión feroz a la protesta social. Ley de Residencia y jornadas laborales esclavizantes… Ante esta declaración de Milei, solo la respuesta política y humanista es capaz de reconstruir una sociedad donde la dignidad sea la regla”, añadió.
Infamias
Asimismo, Vanina Biasi del Frente de Izquierda planteó que “las infamias de Milei en Davos son muchas y variadas. Pero las referidas a la homosexualidad y a la pedofilia son un agravio falso y una coartada para seguir silenciando a las víctimas de la epidemia social que es el abuso sexual a las infancias”.
Hasta los radicales tuvieron reparo ante los comentarios del presidente en Davos. Por Democracia para Siempre, el diputado Fernando Carbajal calificó el expresado por Milei en Davos como “un discurso terraplanista delirante, autoritario, enfermizo y paranoide. Nada nuevo. Lo que da miedo es la caterva de cómplices que simulan normalidad y justifican el desbarranque institucional al cual nos llevan”.
En sintonía, Karina Banfi afirmó: “La historia le va a exigir al presidente de la Nación que se defina. O es un liberal que defiende el derecho de cada uno a sus opciones ideológicas y sexuales, o es un totalitario que amenaza con persecuciones y difama a los que disienten con él. La libertad es una sola y siempre”.
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