El sector textil de Luján atraviesa momentos difíciles. En una entrevista realizada por este medio el mes pasado, el presidente de la Cámara que nuclea a las pymes locales, Rodolfo Bianchi, alertó sobre el impacto negativo de las nuevas políticas económicas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri.

Bajo el eufemístico “sinceramiento”, el Ejecutivo Nacional introdujo severas modificaciones que ya se sienten en un rubro sensible a la desprotección estatal: fuerte devaluación, apertura de importaciones, liberación de tarifas e incremento de costos y reducción del mercado interno, conforman un combo que ya constituye un primer freno al impulso que los telares ganaron en la última década.

Ahora es el propio gobierno municipal el encargado de alertar sobre la situación. A través de una gacetilla de prensa emitida por la Subsecretaría de Comunicaciones, se advierte que la gestión de Luciani analiza declarar la “emergencia económica” del sector y reclamar una decidida intervención de Provincia y Nación para apuntalar una industria que sólo en Luján aporta unos 4.000 empleos directos.

El lunes de la semana pasada, el secretario de Producción y Turismo de la Municipalidad, Miguel Paulón,  se reunió con el subsecretario de Producción de la Provincia de Buenos Aires, Luis Diez. Según la información oficial, el encuentro sirvió “para  plantear en profundidad la situación por la que están atravesando las empresas de nuestro distrito y con el objetivo de la preservación de todos los puestos de trabajo, especialmente el sector textil”. 

NÚMEROS Y CAUSAS

La gacetilla aporta distintos números que dan cuenta del retroceso acelerado que padece el sector desde diciembre pasado. Hasta esa fecha, la actividad registraba una capacidad industrial utilizada del 80 por ciento. Para abril, ese número se redujo al 65 por ciento, del cual un tercio se acumula como stock y menos del 50 por ciento a ventas.

Al finalizar 2015, la producción del sector se dividía en tres turnos y horas extras. Sin embargo, el nuevo escenario económico muestra un 3 por ciento de desempleo (se calculan unos 40 trabajadores despedidos) y la reducción de turnos y días de trabajo. A su vez, se eliminaron las horas extras en un 65 por ciento.

La gacetilla expone también la suba de costos en el período diciembre-abril. En cuanto a materias primas como el poliéster y el algodón, se refleja un incremento del 45 y 20 por ciento respectivamente. Las pymes vieron también duplicados sus costos en energía eléctrica, mientras que rubros como “servicios de terminación” y “fletes y logística” perciben alzas del 30 y 35 por ciento.

Al momento de mencionar las causas de tal cuadro, el informe enumera el incremento de costos, un mayor impacto de mercadería importada (productos intermedios y productos terminados como sábanas, toallas, camisas y prendas femeninas).

Se indica, además, la existencia de “precios del sudeste asiático y Brasil a valores de contribución marginal- comercio desigual”, la caída del poder adquisitivo y los altos costos financieros.

La Municipalidad considera que la actualidad del sector es de “riesgo de sustentabilidad”. Ante eso, conjuntamente con la Cámara de la Industria Textil de Luján se propone una “administración del comercio acorde a capacidades de producción local o nacional”; “acuerdo Mercosur para establecer aranceles externos comunes”; “administración de cupos intra-Mercosur por acuerdos privados y/o públicos privadas según volúmenes y precios de transferencia”; “fiscalización de normas de protección de la salud o medioambientales”; “control exhaustivo del comercio desleal”.

Como cierre, se expresa que “dado la importancia que el sector textil y los sectores que indirectamente benefician, y de acuerdo al análisis presentado en el cuadro anterior, el Municipio está profundizando el análisis en la posibilidad de declarar al sector en emergencia económica y solicitar una dedicada participación del gobierno provincial y nacional en la transición”.

ADVERTENCIA

El mes pasado, el presidente de la Cámara de la Industria Textil de Luján, Rodolfo Bianchi, había adelantado el escenario que se avecinaba en una entrevista dada a este medio: “El problema de todos los textiles está dado por la gran entrada de mercadería importada. Eso sumado a una recesión en el poder adquisitivo de la población. Hoy la plata no alcanza, entonces primero se come y después se viste, esto es así. A eso se suma el gran incremento de los costos fijos. Estamos en una situación de poca rentabilidad y hoy ya tenemos desempleo y horas menos de trabajo”, dijo en aquella oportunidad.

“Nosotros queremos que vayan por el medio, ni un extremo ni otro. Que dejemos entrar aquellas cosas que no se pueden producir en el país, pero que nos den la chance de producción. No queremos un gobierno neoliberal que ya vivimos y que hasta ahora va cumpliendo todos los pasos. El sector textil es muy sensible, un fusible, tanto cuando se cae todo como cuando se levanta todo. Necesitamos soluciones inmediatas. Hay mucha predisposición pero pocas herramientas”, agregó.

Por aquel entonces, las pymes habían completado reuniones con distintos funcionarios nacionales y provinciales. Al respecto, Bianchi dijo que “nos atienden muy bien y nos dicen que no se va a perder ningún puesto de trabajo, pero hay que marcar que lo que nos dicen no se condice con la realidad”.