En medio de la polémica por la posible ocupación de tierras en la zona sur de Chapadmalal, sobre lotes situados en el barrio El Marquesado, desde el Frente Renovador de Mar del Plata salieron al cruce de la agrupación liderada por Juan Grabois y manifestaron su preocupación por la situación.

En ese sentido, el referente massista Juan Manuel Cheppi sostuvo que la cesión de esas tierras va en contra del proyecto productivo de Mar del Plata y aseguró que la decisión “habla de un enorme desconocimiento de las necesidades y la situación de la ciudad y de un movimiento improvisado y desprolijo para atender una problemática que en todo caso podría resolverse perfectamente exigiendo la cesión de tierras fiscales pertenecientes a la municipalidad”.

“Ciento cuarenta hectáreas frente al mar y en el corazón de una de las zonas que más potencial de desarrollo ha mostrado en los últimos años en términos de proyectos inmobiliarios y turísticos, son incompatibles con este planteo que se ha hecho sin diálogo con la ciudad y especialmente con los vecinos del lugar”, agregó Cheppi, quien se desempeña actualmente como titular de la Unidad estratégica del Ministerio de Economía, dependiente de Sergio Massa.

Por su parte, el referente local Ariel Ciano, actual director de Aerolíneas Argentinas y concejal en uso de licencia, aseguró: “Quienes viven allí hace años, con mucho esfuerzo han construido o comprado sus viviendas y situaciones como estas generan desconsuelo y un lógico malestar”.

En esa línea el exconcejal añadió: “Por conocidas experiencias anteriores, este tipo de accionar puede traer consigo a usurpadores que sólo buscan cobijarse a espaldas del Estado con un sin fin de pedidos, en su mayoría subsidios, con la excusa primero de hacer algún tipo de granja y luego realizar actividades de otra índole, siendo que todos conocemos como terminan estas malas experiencias”.

Asimismo, los dirigentes expresaron que “desde el Frente Renovador comprendemos la complejidad del déficit habitacional y la falta de tierras pero repudiamos enérgicamente la búsqueda de soluciones rápidas, ilegítimas y sin mirada estratégica; que además fracasan en el objetivo central al que deberían apuntar las políticas sociales, que es el de emprender el camino de convertir los planes sociales y el asistencialismo en trabajo genuino e inclusión”.