Fuerte rechazo de vecinos de City Bell a complejo de viviendas

Alrededor de 400 vecinos de City Bell expresaron anoche su rechazo a la utilización de tierras del Batallón 601 para instalar un barrio federal de viviendas. Ante un grupo de legisladores locales, los asambleístas expusieron y fundamentaron sus reparos en cuestiones hidráulicas, urbanísticas y normativas al plan Procrear Bicentenario que lleva adelante la licitación de 350 unidades habitacionales entre las calles Güemes, 480, 15 ”A” y 17.
El salón de usos múltiples del Club Atlético City Bell albergó el encuentro, que se inició apenas pasadas las 19 y contó con la presencia de los ediles Juan Pedro Chaves -titular de la comisión de Planeamiento del Concejo-, José Ramón Arteaga, Julio Irurueta, Fernando Gando y Fabián Lugli, y el diputado provincial Oscar Negrelli.

En un marco de inquietud y preocupación, con fuertes cuestionamientos a los gobiernos nacional y municipal, los vecinos pidieron la preservación del mayor pulmón verde de la localidad como reserva natural forestal. En nombre del oficialismo local, Chaves explicó que “nuestra intención es promover la realización de una serie de estudios técnicos y rondas de consulta para interpretar la voluntad de la gente y respetarla”.

ANTECEDENTES Y LEGISLACION

Convocados por la entidad citibelense DNI (Defendamos Nuestra Identidad) y un “boca a boca” que cobró particular vigor en los últimos días, quienes asistieron a la reunión recordaron que en 1996 ya hubo un intento del Estado de comercializar los terrenos expropiados a fines de la década de 1940 con fines militares a las familias Bell y Shaw, pero no prosperó ante la oposición generalizada. Y celebraron la noticia -mencionada por Irurueta- de que la apertura de sobres para la construcción del proyecto actual, prevista para anteayer, se pospuso para el 5 de abril próximo.

También se destacó que en ese mismo 1996 el Concejo Deliberante local sancionó la ordenanza 8725, a instancias del entonces edil radical Javier Mor Roig, que declaró al Batallón 601 “espacio verde ecológico protegido”. La norma subraya que se trata de “un ambiente natural al que debido al particular interés ambiental, histórico y social que posee se decide preservar en su estado actual con destino al bien común” y designa “patrimonio arquitectónico y cultural” las edificaciones que formaron parte del casco de la Estancia Grande de Jorge Bell, origen de la localidad.

En ese contexto, el ex concejal Alberto Lavore recordó “el abrazo simbólico de hace diecisiete años”, y subrayó que “la amenaza de hacer desaparecer parte del principal pulmón verde de City Bell implica que el gobierno nacional está jugando con nosotros”. Otro vecino, Hilario Martínez, consideró “escandaloso” que “a menos de dos meses de la tragedia de las inundaciones estemos hablando de un barrio con monoblocks a metros del arroyo Rodríguez”.

Adrián Pousa, por su parte, aludió a las carencias presentes y futuras de la zona en materia de servicios básicos, circulación e inundabilidad: “en 2008 todo estuvo bajo el agua, pero la superficie verde contribuyó a un mayor escurrimiento; sin embargo, se busca impermeabilizar y crear calles-canales, además de incrementar el tránsito en una zona ya saturada”.

UN DESASTRE “INEVITABLE”

Olga Romero propuso transformar las tierras castrenses en una suerte de campus educativo: “hace sesenta años que vivo acá y la infraestructura escolar pública es siempre la misma” destacó: “siempre se piensa en los negocios inmobiliarios y nunca en la educación, ¿dónde van a ir a estudiar los chicos de 350 nuevas familias?”.

“Avanzar con esto es generar un desastre, hacer todo mal esperando que por vaya a saber qué motivo no suceda lo inevitable” puntualizó el ingeniero hidráulico Horacio Ortale: “Los proyectos urbanos de este tipo, con monoblocks, fracasaron en todas partes. Se deberían estudiar varias alternativas en el distrito -que es enorme-, para diversificar e implantar pequeños grupos de casas en diferentes predios minimizando el impacto”.

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