En la casa de las leyes de nuestra provincia se organizó un meeting entre entidades del mundo de vino y legisladores nacionales para debatir sobre el proyecto de Facundo Moyano en el que se pide que quien maneja directamente no pueda beber absolutamente nada de alcohol.
Legisladores nacionales por Mendoza de Juntos por el Cambio convocaron en la Legislatura provincial, a un encuentro con entidades vitivinícolas con quienes se analizaron distintas estrategias en torno a la modificación de la Ley Nacional de Tránsito impulsada por el diputado Facundo Moyano, que pretende establecer la tolerancia cero de alcohol en sangre para manejar, en todo el país.
En líneas generales, los presentes dejaron en claro que se trata de una propuesta que “no va a cambiar nada”, que es “incumplible” y que supondrá “muchos recursos orientados del Estado sin poder mitigar el problema que se pretende combatir”. Además, expresaron que el lugar del vino será ocupado por las bebidas azucaradas, lo que conllevará a mayores riesgos en la salud de los argentinos.
En el encuentro participaron referentes de Coviar; la Unión Vitivinícola Argentina; Bodegas de Argentina, Viñateros del Este y Acovi, entre otros; el titular del INV, Martín Hinojosa, los diputados nacionales de JxC Alfredo Cornejo, Luis Petri, Jimena Latorre, Claudia Najul, Federico Zamarbide y Omar De Marchi, su par del FdT Marisa Uceda, y los senadores nacionales Pamela Verasay y Julio Cobos, este último, por zoom.
“Es un viejo proyecto que ya tiene muchísimas presentaciones con el afán de resolver los problemas de accidentes de tránsito con una legislación que ha fracasado en buena parte del mundo”, dijo Cornejo, quien puso como ejemplo Mendoza, que en su jurisdicción, “ya resolvió esto durante mi gobierno y el mínimo exigido es 0,5”, logrando una disminución entre 2018 y 2019, de “un 25% los accidentes de tránsito”.
Esta propuesta nacional, “aparece como un proyecto demagógico que no tiene mucha razón de ser, que conspira contra una actividad esencial como es la vitivinicultura, pero que conspira también contra la salud de los argentinos, porque una copa de vino está recomendada por organismos internacionales y especialidades cardiológicas”.
Cornejo, sostuvo que estas iniciativas “tienen un gran impacto porque se asientan en la sensibilidad, pero nos llama a la reflexión porque también los individuos deben asumir las responsabilidades por sus actos y no todo debe ser prohibición sobre prohibición”.
Por otra parte, en el encuentro se hizo referencia al lobby que promueven los sectores vinculados a las bebidas azucaradas. Al respecto, el ex gobernador de la provincia recordó que tanto él como otros legisladores han promovido iniciativas referidas a la edulcoración con jugos naturales, pero que “es obvio que las industrias de las gaseosas y ese tipo de bebidas, que no son buenas para la salud y tienen un consumo muy superior al vino, toda esa industria se niega a la ley de edulcoración. Y también, por supuesto, en el mercado de las bebidas, le conviene las prohibiciones cuanto más fuerte sean, como ésta de alcohol cero”.
En la misma línea se expresó José Zuccardi, de la Corporación Vitivinícola Argentina, quien afirmó que es un proyecto “altamente nocivo para la economía regional, para la gastronomía, pero fundamentalmente para la población argentina. Porque cuando sacamos el vino de la mesa familiar, que es un alimento y parte de la cultura de los argentinos, dejamos la mesa familiar a merced de bebidas azucaradas, nocivas para la salud”.
“Queremos establecer una estrategia para evitar que esta ley se sancione. Tenemos una reunión con todos los legisladores nacionales de las provincias vitivinícolas, el próximo martes, convocada por Coviar, para lograr el consenso suficiente y evitar que una iniciativa tan nociva para todos, se ponga en tratamiento”, subrayó.
En idéntico sentido, Jimena Latorre señaló que “en Mendoza tenemos la experiencia de una Ley reciente, implementada con una tolerancia de 0,5, que da mejores resultados comparativos en relación a otras provincias argentinas como Córdoba, Salta o Jujuy, que tienen hoy tolerancia cero y no por eso han bajado la accidentología ni la siniestralidad vial”.
“Si el objetivo es un objetivo loable, genuino, estamos convencidos que hay que incrementar educación, concientización, campañas, controles eficientes y endurecer sanciones, como se hizo en la provincia”, puntualizó.
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