Aunque se iría recién en diciembre, la sucesión de Norberto Yauhar como ministro de Agricultura ya desató internas fuertes. A tal punto, que en los edificios gemelos de Paseo Colón, sede de la cartera, no se habla de otra cosa. Sobre todo, porque existe la posibilidad de que podría quedar al frente el actual número dos del INTA, Francisco Anglesio, de 54 años, con partida de nacimiento en Río Gallegos y del círculo íntimo de Máximo Kirchner.

De resultar así, la designación podría sonar provocativa para el sector agropecuario, que aporta el 50% de las exportaciones y ha nutrido la última década con US$ 69.000 millones en concepto de retenciones. Anglesio, según aseguran fuentes que suplican el off the record ante Clarín, tendría el visto bueno de Cristina.

El aspirante es ingeniero agrónomo y se desempeñó como subsecretario de Medio Ambiente de Santa Cruz cuando Néstor Kirchner era gobernador. Otro dato: en La Cámpora se ilusionan con un paso fugaz de Anglesio en Agricultura para que después se juegue en una candidatura a gobernador en Santa Cruz.

En el sindicato que cobija a los técnicos del INTA cuentan que Anglesio aterrizó en el organismo con todas las características de los “comisarios políticos”, ahogando cualquier reclamo con su latiguillo preferido: A Cristina no hay que llevarle problemas”.

También lo describen con ansias de figuración. Gracias a su respaldo patagónico, Anglesio ha logrado desplazar del primer plano al actual titular del INTA, Carlos Casamiquela.

Entre tanto, Yauhar parece haber encontrado su destino como cabeza en la lista de Diputados del oficialismo en su Chubut natal.

Este político de profesión hace rato que quiere pasar la página de su actual gestión como ministro. Al menos como funcionario se esforzó con imaginativas iniciativas para Chubut. Yauhar llegó al ministerio en 2011 desde el área pesquera. Antes se había quedado con las ganas de ser intendente de Trelew. Pero salió segundo.

Hay otras nombres en danza para el ministerio que quedará vacante en diciembre. Uno es el del alfil de Fernando Chino Navarro, Emilio Persico, quien ya ejerce como subsecretario de Agricultura familiar.

A Persico le restan chances las suaves críticas que deslizó respecto de la marcha de los precios y que aún no pudo empardar. Pese, a que tuvo un hijo y lo bautizó Néstor.

Y están también los que apuestan al alfil de Guillermo Moreno, Ider Peretti, productor de Morteros y delegado del secretario de Comercio en diversas cámaras como la CGE. Suenan, además, los segundos de Yauhar, Lorenzo Basso y Oscar Solís. Y en esa lista también titila Carla Campos Bilbao, ingeniera agrónoma, de buena llegada a Cristina y a ese peronismo bonaerense que se confunde con el kirchnerismo. Su esposo es el ex intendente de Moreno y actual diputado nacional por el Frente para la Victoria, Andrés Arregui.