El Senador y otros funcionarios políticos fueron tajantes y unánimes en el rechazo a las declaraciones del Ministro de Interior de la Nación.
El senador José Alperovich (Frente para la Victoria) rechazó de manera tajante los dichos del ministro del Interior de la Nación, Rogelio Frigerio.
“Fue imprudente”, consideró el ex gobernador con el ceño fruncido. “En Tucumán no hubo trampa ni fraude durante las elecciones. Todos saben que hubo más fiscales de la oposición que del oficialismo. La Justicia ratificó los resultados”, consignó.
Remarcó la actitud que el gobernador, Juan Manzur, tuvo con la Casa Rosada desde que asumió como titular del Poder Ejecutivo. “Juan es un hombre de bien. A pesar de que (Mauricio) Macri no le dio absolutamente nada este año, trabajó muy fuerte para que a Tucumán le vaya bien”, respaldó.
Expresó que la provincia está en orden y que los sueldos se pagan en tiempo y forma. “Estoy a muerte con Juan y con Osvaldo (Jaldo) para que les vaya bien. Los ayudaré siempre en todo lo que pueda”, concluyó.
Alperovich llegó al almuerzo con Jaldo y Manzur y su esposa y presidenta del Partido Justicialista (PJ), Beatriz Rojkés.
En la camioneta lo acompañaron también dirigentes cercanos a él como los legisladoresMarcelo Ditinis y Guillermo Gassenbauer; el dirigente Alcides Salomón; el ex ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Jorge Gassenbauer y el secretario de Comercio Interior, Pablo Zeitune, entre otros.
El viernes, Frigerio había dado un discurso durante el lanzamiento de la mesa provincial de Cambiemos con vistas a las elecciones parlamentarias del año que viene.
“Se ganó la elección a nivel nacional y, digan lo que digan, también en Tucumán”, había arengado el funcionario a los dirigentes opositores de su espacio.
Lo que dice Frigerio
Paños fríos de un ministro que se vio envuelto en una impensada disputa que calentó el clima político
El de ayer no fue un día más para la política tucumana. Mientras la dirigencia local de Cambiemos se sentía fortalecido por la arenga de los miembros del gabinete del presidente Mauricio Macri, los justicialistas cercanos al gobernador Juan Manzur estallaron por distintos canales contra el hombre de la jornada: el ministro del Interior y Vivienda de la Nación Rogelio Frigerio. El viernes, durante el acto de lanzamiento de la mesa de conducción tucumana de Cambiemos, Frigerio había señalado: “cuando se conformó este espacio político, muy pocos apostaban a que íbamos a llegar a la elección juntos. Muchos menos a que podíamos ganar. Pero se ganó a nivel nacional y, digan lo que digan, ¡se ganó acá también, en la provincia de Tucumán!”.
La repercusión que tuvo esa frase fue tal que, con el correr de las horas, intentó bajar los decibeles de la cuestión. “El mensaje que quiso dar Frigerio fue el de que a pesar de que la justicia electoral determinó la derrota, las irregularidades que se detectaron generaron un clima de rebeldía que impactó después en la elección general”, justificó un colaborador muy cercano al ministro del Interior. Frigerio es uno de los funcionarios con más llegada a la gestión del gobernador Manzur. El viernes pasado, fue al acto de Cambiemos en el Hotel Sheraton Tucumán, pero se excusó telefónicamente por no poder asistir al encuentro con el mandatario provincial. Argumentó problemas de agenda y que debía abordar un vuelo con destino a Mar del Plata para continuar con sus actividades ministeriales.
Manzur, sin embargo, recibió al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que también había participado del mitin macrista. “No se entiende cómo es posible que haya tenido esa actitud”, reflexionó anoche un colaborador del gobernador tucumano. Incluso, durante toda la jornada los celulares estuvieron a full, con llamadas entre referentes de distintos signos políticos para poner más paños fríos y no lesionar las relaciones institucionales Nación-provincia.
Rechazo unánime
El secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin, también repudió las expresiones de Rogelio Frigerio. “Creo que son desacertadas sus declaraciones. La elección tuvo inconvenientes y estuvo judicializada, pero la Justicia fue muy clara: se ganó por más de 120.000 votos. El Gobierno está constituido legalmente desde la voluntad popular. En la elección anterior tanto el oficialismo como la oposición hicieron cosas que no queremos que se hagan y estamos trabajado en una reforma política. De ninguna manera me parece venir a la provincia al año de gestión y decir que se ganó cuando no se ganó. Es una irresponsabilidad. La actitud más importante que le corresponde a un dirigente democrático es aceptar la voluntad de las urnas”, expresó.
El ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado, se sumó a las críticas. “La comunidad nos pide respeto a las instituciones y a los poderes. No puede un ministro de la Nación desconocer que se ganó por más de 120.000 votos. Que hay que erradicar todas las prácticas relacionadas con la compra de voluntades es verdad. Estamos trabajando con el compromiso de todos los bloques. Pregonan el respeto a las instituciones y sus declaraciones son muy desubicadas”, dijo.
El ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, consignó que los dichos fueron desafortunados.
“Los dijo en un contexto de campaña y no tuvo en cuenta que trascenderían. Estoy seguro de que no es su vocación. Ganamos una elección democrática y fue ratificada por la Justicia. Perdimos en municipios y lo reconocimos. Decir que no ganamos es faltar el respeto a los tucumanos y a la Justicia. No creo que sea su pensamiento, pero lo ha dicho. Sería bueno que lo aclare. Es difícil acompañar a la Nación si cada vez que un funcionario viene habla mal de la tucumaneidad en general. Pasó hace poco con un funcionario de Educación que dijo que la UNT era la peor del país”, rechazó.
Fueron cerca de 300 los kilos de asado que se pusieron sobre 10 parrillas. También se repartieron 3.000 empanadas. El menú se completó con ensaladas y helado. Karina Seoane, del Ministerio del Interior, fue una de las organizadoras y destacó la colaboración tanto de la Secretaría General de la Gobernación como de la comuna. Los invitados sumaron 600. Luis Albornoz, empleado de la comuna, estuvo a cargo del equipo de asadores. La cocción demandó 150 kilos de carbón.
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