Tras las críticas de Macri por las demoras, el ministro va a rearmar su cartera para acelerar inversiones.
Eliminar pasos administrativos. Terminar con la superposición de funciones. Achicar áreas y reducir funcionarios. Todo con el objetivo de dinamizar la inversión de $77.000 millones para este año en obras públicas.
El Gobierno se prepara para rearmar el área de infraestructura tras la salida del secretario, Daniel Chain, con la premisa de agilizar los procesos y con un nuevo formato de funcionamiento.
El nuevo esquema se verá cristalizado hacia mediados de año y está relacionado con la reestructuración que el ministro del Interior,Rogelio Frigerio, le planteó al presidente, Mauricio Macri. En especial luego de que el presidente se quejara por el magro trabajo, y la baja ejecución que presentaba pasado mitad de año el área del renunciante Chain.
“No tenemos un organigrama de lo más eficiente, la estructura quedó así de la herencia del ministerio de Planificación pero durante este año vamos a modificarla”, adelantan a PERFIL en la Casa Rosada. En este sentido, la primera decisión será fusionar las dependencias de obras públicas en dos grandes áreas: una territorial y otra sectorial.
En el primer caso, unificar el trabajo de la subsecretaria de Hábitat (donde se trabaja con poblaciones vulnerables) junto con AYSA, el organismo que brinda agua potable y cloacas. Según planean en el ministerio del Interior, habrá $9.000 millones para la subsecretaria de Hábitat y $13.500 millones para cloacas y agua potable. Es decir, el abordaje territorial del Estado en barrios carenciados.
Por otro lado, un área sectorial que incluya desde Vivienda hasta obras hidráulicas. Este año se destinarán $17.000 millones que se sumarán a $25.000 millones del Plan Procrear. Paralelamente, las obras hidráulicas tendrán $7.500 millones y otros $1.500 millones del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA). Cosas del macrismo: el ENOHSA nunca había completado su staff, un año después de asumir, y recién en las próximas semanas tendrá un gerente general.
Mientras tanto, Frigerio se hará cargo, con su firma y bajo su tutela, del área que dejó Chain en la secretaria de Obras Públicas (con $4.000 millones) hasta que se realicen las modificaciones de fondo.
Cambio de nombres. En este marco, otra novedad será el futuro recambio de funcionarios. A Chaín le seguirá el subsecretario de Obras Públicas, Jorge Sábato, un peronista que pasa más tiempo pensando en qué shows de tango y milonga tendrá cada semana en su bar de San Telmo. Sábato, quien acompañó a Chain desde sus inicios en la Ciudad, se jubilará a mitad de año.
También es probable que dos de los secretarios dejen sus cargos por futuras candidaturas. Un caso es el secretario de Vivienda y Hábitat, Domingo Amaya, un peronista que supo ser intendente de San Miguel y que peleará por una banca en su Tucumán natal este año en las legislativas.
Otro caso es el de la blonda Aida Ayala, secretaria de Asuntos Municipales, ex intendente de Resistencia y posible candidata radical en Chaco, donde pasa sus fines de semana en campaña. Para reemplazarla se había entusiasmado el subsecretario Lucas Delfino, un joven politólogo que a pesar de los flashes de los medios y las cámaras de “Intratables” generó un vínculo de confianza con Frigerio. Sin embargo, Delfino tiene buenas chances de ser candidato en Provincia este año, con seguridad por su lugar en el mundo: Hurlingham.
En la planta baja de la Casa Rosada, donde se ubica el despacho del ministro, hay buena sintonía: aseguran que terminaron con buenos niveles de ejecución el año y que en 2017 habrá solo buenas noticias. Acaso como una metáfora, en el “picadito” de Olivos del miércoles por la noche, donde el equipo de la Rosada ganó 5 a 3, Frigerio, a falta de gente, tuvo que jugar de 2 y de 5, dos posiciones que no acostumbra, en pos del equipo.
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