Rogelio Frigerio llega a la entrevista más de media hora después de lo pactado. El ruido del aire en el Salón de los Pueblos Originarios es molesto. Cuando se apaga, el calor es insoportable. Son más de las 7 de la tarde del martes 31 de enero.

– Hoy se anunció otro aumento de la luz. Venimos de aumentos en naftas, peajes, los precios que no bajan. En lo económico son todas malas noticias…

Esto forma parte del reordenamiento de la situación que heredamos muy difícil. Un estado desmantelado, precios relativos desquiciados. El costo de la energía. Mientras tanto lo que hacemos es cuidar a los sectores más vulnerables. Pero no le podemos mentir a la gente, que es lo que se venía haciendo en la Argentina en la última década. Son medidas difíciles, pero que el Presidente sabe que tiene que tomar para resolver los problemas que heredó. Va a consolidarse este proceso a la baja de la inflación que se viene dando de la segunda parte del año pasado. Vamos a poder generar una explosión de la obra pública.

– ¿Siguen insistiendo con la herencia?

Cuando nos preguntan. Hace 12 meses que asumimos el Gobierno, la gente sabe en qué condiciones asumimos.

– Pero de los problemas de la economía, ¿se hacen cargo?

Lo que estamos viendo es una economía argentina que lentamente va a ingresando en la senda del crecimiento, después de muchos años de estancamiento. Vamos a tener una inflación de las más bajas de la última década.

– Usted tiene a cargo la obra pública, el PROCREAR, que pasó a su órbita, tiene parte de la reforma migratoria, se encarga de las cuestiones políticas del Gobierno, forma parte de la mesa chica del Presidente. ¿Le pesa? 

El Presidente me ha dado muchas responsabilidades y eso me obliga a trabajar muchas horas por día. Me siento un privilegiado de poder estar en este lugar.

– ¿Y la obra pública le pesa en particular?

Es una gran responsabilidad. Cambiar el concepto que teníamos en la Argentina, de la obra pública asociada a la corrupción y el enriquecimiento de algunos funcionarios por izquierda.

– En un año de gestión fueron denunciados y hay investigaciones, más allá del presidente por los Panamá Papers, sobre la vicepresidenta, el titular de la AFI, hay funcionarios de Juan José Aranguren, ¿no es mucho en un año?

Son denuncias… En ninguno de estos casos se ha probado nada. Son denuncias frente a las cuales la actitud, a diferencia de lo que ocurría en el pasado en la Argentina, es ponernos a disposición de la Justicia. Una Justicia que ahora también es independiente del resto de los poderes de la República.

– Hay funcionarios o aliados que internamente critican eso.

La Justicia tiene que ser independiente del resto de los poderes. Tenemos que acostumbrarnos a una Argentina distinta. El Poder Legislativa tiene que ser independiente y no ser una escribanía.

– Usted hablaba de la escribanía, y esa es justamente una de las críticas de la oposición, que el Presidente apeló a varios decretos para temas como ART, feriados, inmigración…

Es una crítica un poco rara, porque el año pasado tuvimos un récord de actividad legislativa, se sancionaron un centenar de leyes, con profuso debate. Hay momentos en los cuales uno tiene que echar mano a la posibilidad que brinda la Constitución, en especial en momentos como este en el que no hay actividad legislativa. Nosotros no podemos esperar por ejemplo a sacar el decreto de los feriados.

(Nicolás Stulberg)

– Varios de esos funcionarios denunciados que le mencionaba antes fueron llevados a la Justicia por Elisa Carrió, ¿le incomoda?

Me parece que es parte del rol que ella entiende que tiene que asumir. No me preocupa un Gobierno controlado.

– ¿No es un arma de doble filo?

Nosotros no tenemos nada que ocultar. El Presidente ha sido muy claro: todos los funcionarios de este gobierno están a disposición de la Justicia. No hay que ponerse nervioso por esta obligación de parte de los funcionarios de estar siempre a disposición de la Justicia. Es muy sano.

– Si este año no ganan las elecciones, ¿está en juego la gobernabilidad?

Eso se viene diciendo desde antes de que asumiéramos. Desde hace más de 100 años en la Argentina no hay un gobierno con minoría tan marcada en ambas cámaras y con solamente cinco gobernadores sobre 24. Esta composición de la sustentabilidad política de este gobierno es particular. Esto nos obliga a trabajar mucho en la búsqueda de consensos y en la construcción de gobernabilidad. Creo que hemos sido muy exitosos. No me asusta que podamos seguir en este rumbo en los tres años de gobierno que nos quedan.

– ¿Cree que hay sectores del peronismo que están esperando que se vayan antes?

Hay algunos que lo han hecho explícito. Han planteado públicamente que quieren que nos vayamos lo antes posible.

– ¿Todavía lo sienten?

Hay sectores que todavía plantean esto.

– Desde la oposición se dice que este es un gobierno que trabaja para los ricos. Le cambio el título, ¿no cree que son el gobierno de las malas noticias, por eso que usted decía del sinceramiento?

Todas las políticas públicas que llevamos adelante tenemos una mirada especial sobre los sectores más vulnerables. Un montón de políticas que tienen el objetivo de proteger a los que menos tienen.

– ¿Le gustaría que Cristina Kirchner sea candidata? ¿Les conviene enfrentarla?

Es difícil plantearlo en términos de conveniencia. Yo creo que va a ser candidata. La discusión es si lo hace por la provincia de Buenos Aires o por Santa Cruz. Ella todavía representa a parte de la sociedad que la apoya y eso va a condicionar su decisión de candidatearse para un cargo legislativo.

– ¿Sigue existiendo el debate interno de Cristina presa o no presa o es un mito nuestro?

No existió, es un mito de los medios. No se corresponde con la convicción que tenemos todos dentro de Cambiemos de representar la independencia de la Justicia.

(Nicolás Stulberg)

– ¿Y cree que Sergio Massa será candidato?

Son todas decisiones que se van a tomar a último momento.

– Usted es uno de los ministros que habla con todos los referentes de la oposición, entre ellos Massa. ¿Coincide con el apodo de "ventajita" que le otorgó Macri?

(Ríe) Bueno, Sergio Massa y el bloque de diputados que lidera han acompañado gran parte de las leyes y las políticas públicas que implementamos durante el 2016. Sin embargo, en algunos momentos sentimos, y el Presidente lo sintió, una especulación por parte de Massa que no tenía que ver con el tema en cuestión sino con la especulación política respecto de apoyar o no algunas iniciativas. Y por eso el apodo que se escuchó.

– ¿Donde se para en la puja entre Jaime Durán Barba y Emilio Monzó?

Es una discusión entre dos lugares muy distintos. Emilio es el presidente de la Cámara de Diputados, además de ser mi amigo ha un socio en la construcción de la gobernabilidad. Jaime es un consultor, un asesor del Presidente, son roles muy distintos, no son comparables.

– ¿Sobran como Durán Barba y faltan como Monzó?

No, yo siempre lo dije. Yo quiero a los dos en mi equipo. Cada uno en su rol es fundamental.

– Mario Quintana dijo en un reportaje en Clarín (N. de la R.: la entrevista se realizó antes de las declaraciones del Presidente y otros funcionarios sobre las paritarias) que querían aumentos del 17 por ciento, acorde con la inflación presupuestada.

Las paritarias son libres en la Argentina. Nosotros vamos a defender esa libertad de las paritarias. En el caso que nos corresponde a nosotros, que somos empleados públicos nacionales, vamos a poner sobre la mesa la inflación esperada para este año que es del 17 por ciento. Entendemos que esa es una pauta de negociación de la paritaria seria y responsable. Cada sector de la economía va a negociar la paritaria de la mejor manera posible.

– ¿Pero usted cree que es porcentaje alcanza para recomponer el salario?

Por todas las cosas que hemos hecho a lo largo del año pasado y de este año, entiendo que sí.

– ¿Por qué no salió la reforma política?

Porque no nos dejaron discutirla de cara a la gente. No se debatió en el Congreso.

– ¿Van a insistir?

Vamos a insistir. Si esto no surge de la Nación hacia las provincias va a venir desde las provincias a la Nación.

– El fracaso de la reforma impidió el debate por la modificación de la ley de financiamiento político.

Ese debate también lo vamos a dar este año.

– ¿Le preocupa que todavía se vote con esta ley de financiamiento?

Creemos que es perfectible, necesitamos introducir algunos cambios para que la gente tenga más certezas de que los dineros de los contribuyentes se controlan de la manera que hay que controlar, en especial en el financiamiento de la política, que es un tema más sensible.

– ¿Cada vez que lo llama Marcos Peña va por las dudas con la renuncia en la mano? Pareciera que es el "cuco" del Gobierno…

Es el jefe de Gabinete de ministros. Creo que después de 12 meses de gestión es natural que haya algunos cambios, que el Gobierno entienda que puede mejorar haciendo algunas modificaciones su funcionamiento, y esto es lo que ha ocurrido. Han sido pocas modificaciones. Marcos simplemente cumple las órdenes del Presidente.

– ¿Tienen buena relación?

Sí, trabajamos juntos.