El Presidente tomó recientes medidas económicas y gestos políticos que despertaron el malestar de varios sectores de la política y la diplomacia
Por errores propios o decisiones premeditadas para dar con una estrategia electoral, lo concreto es que Alberto Fernández sumó en los últimos días nuevos frentes de conflicto político interno o externo que le podrán costar caro ante las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
A los conflictos internos que el Presidente mantiene con la oposición o con el kirchnerismo duro y la tensión permanente con la vicepresidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada se sumaron nuevos focos de batalla política para el gobierno.
Alberto Fernández se encamina así a tomar la recta final de cara a las elecciones con al menos 7 frentes de conflicto que deberá lidiar en lo inmediato y que podrían jugarle en contra en las urnas:
1-MOVIMIENTOS SOCIALES. El ministro de Desarrollo Social acaba de mantener una reunión con los movimientos sociales críticos de la Casa Rosada para atenuar el impacto de quejas en los sectores pobres del conurbano. Pero en ese encuentro Juan Zabaleta se encontró con una dura postura de los piqueteros por la falta de alimentos en los comedores, el pedido por la apertura de planes y reclamos por la ausencia de trabajo para las cooperativas barriales. Hubo un compromiso del ministro de Desarrollo Social de convocar cuanto antes a una reunión interministerial y poner en marcha el decreto para convertir los planes sociales en trabajo genuino a fin de dar respuesta a los pedidos de los piqueteros. Pero los movimientos sociales críticos desconfían de los intereses electorales del gobierno y están "estado de alerta y movilización" en las calles. "Esperamos soluciones ante la emergencia y no maniobras de ocasión", dijo Eduardo Belliboni del Polo Obrero.
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2-SINDICATOS CON PARITARIAS. Después del acto de la CGT por el Día de la Lealtad peronista donde hubo reclamos concretos a Alberto Fernández para que ofrezca "señales muy claras" para superar la crisis, llegó el pedido concreto. En varias reuniones cerradas que hubo en la Casa Rosada con diferentes gremios tanto el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, como el jefe de Gabinete, Juan Manzur, prometieron dar respuestas. La última reunión en términos duros fue la del jefe del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri, con el segundo de Manzur, Jorge Neme, a quien le pidieron la "inmediata" reapertura de paritarias. Una muestra más de que la inflación ya superó con creces a los salarios. Nadie descarta hoy que si no hay respuestas podrían llegar a verse los reclamos con paros gremiales antes de las elecciones.
3-PATAGONIA REBELDE. La violencia mapuche en Río Negro, Neuquén y Chubut está haciendo mayores estragos en las clases medias de lo que piensa el gobierno. Las tomas de tierras, el incendio de casas y corte de rutas afecta la producción y el turismo. Pero Alberto Fernández optó por retacear el envío de gendarmes, se desligó del tema y se enfrentó a la gobernadora rionegrina Arabela Carreras quien ayer acusó directamente al Instituto de estudios indígenas (INAI) que depende Wado de Pedro de sustentar la violencia de los grupos que se autodefinen como mapuches. El caso es que la arenga del Presidente por carta pública a la gobernadora desató el malestar transversal de oficialistas y opositores.
Ayer, Alberto Fernández llamó telefónicamente a la mandatario rionegrina para dar marcha atrás y mostrarle "toda la voluntad de colaborar" del gobierno nacional en la solución del conflicto. El gesto presidencial contrasta con las expresiones del ministro de Seguridad Aníbal Fernández, quien dijo que no era competencia del Estado nacional ayudar en Río Negro.
Quizás el llamado de Alberto Fernández a la gobernadora Carreras sea tardío. La sociedad patagónica está cansada del maltrato kirchnerista y su inclinación permanente por grupos que se hacen llamar mapuches y se presentan encapuchados y con palos en las rutas.
En Río Negro, el Frente de Todos necesita ganar los comicios para evitar una sangría en el Senado que evapore la actual mayoría con quórum propio del PJ. Pero Alberto Fernández optó por ponerse del lado de un reducido grupo de supuestos mapuches violentos en contra de los sectores medios de esas provincias y el mismo peronismo. Las encuestas que circularon en estos días alertan sobre ese malestar que generó la indiferencia presidencial ante el conflicto mapuche.
4-PELEA CON CHILE. Por si faltara poco con todos estos descalabros políticos de la Patagonia el gobierno acaba de desatar un conflicto diplomático con Chile. La Cancillería de Sebastián Piñera le envió una carta al embajador argentino en Santiago, Rafael Bielsa, donde cuestionó la "injerencia" de Argentina en el proceso judicial contra el líder mapuche de la RAM, Jones Huala, acusado en Chile por actos de terrorismo. Bielsa se encomendó en una fuerte defensa personal y legal de Huala donde cuestionó al Ministerio del Interior de Piñera y esto generó un fuerte malestar en la administración trasandina. La pelea diplomática no podía caer en peor momento ya que Chile está comprando gas argentino, el turismo a la Argentina promete ampliarse en el verano y hay varios proyectos de conectividad tendientes a engrosar el comercio argentino a Asia.
5-EMPRESARIOS. Las diatribas de Roberto Feletti por controlar precios con congelamiento por 90 días terminó de romper el delgado hilo que unía a los empresarios con el gobierno. El titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Mario Grinman, alertó ayer que "en ningún gobierno democrático se puede obligar a nadie a producir a pérdida". También calificó como "una locura" la decisión del gobierno y sobre Feletti dijo putualmente: "Tiene buenas intenciones pero está usando herramientas incorrectas". Y antes amenazó al gobierno con que "salgan a expropiar".
El lunes al mediodía en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción la candidata a diputada del FdT, Victoria Tolosa Paz prometió ante más de 100 empresarios un compromiso para "poner a la Argentina de pie con un modelo productivo". Unas horas más tarde Feletti cerraba con un portazo la discusión con Funes de Rioja y avanzaba de facto en el congelamiento de precios por 90 días.
En el empresariado aseguran que esta guerra abierta con el gobierno y que inevitablemente esto terminará con desabastecimiento justo antes de los comicios.
Para que no queden dudas de que los empresarios no son los únicos molestos con el gobierno por las medidas adoptadas, Rodolfo Daer, el secretario de Trabajadores de la Industria de la Alimentación ayer fue taxativo: "No creo que el congelamiento de precios resuelva el problema, es una medida de coyuntura", dijo.
6-INTENDENTES CON MALHUMOR. El gobierno salió augurar una "gran éxito" en el operativo de control de precios en supermercados que les exigió a los intendentes y gobernadores del PJ. Pero lo cierto es que la reunión de Alberto Fernández con los intendentes del conurbano bonaerense el viernes por la tarde en Olivos no fue color de rosas. Hubo quejas por la decisión de Feletti de poner al frente de un operativo que le corresponde a la Secretaría de Comercio Interior a los jefes comunales.
Varios intendentes le recordaron al gobierno que en febrero pasado Paula Español, la antecesora y más suave que Feletti, exigió los mismo a los intendentes pero el fracaso de la medida fue rotundo. No todos los barones del conurbano quieren correr con el costo político de cerrar supermercados o amedrentar a comerciantes si luego el gobierno decide no aplicar sanciones o multas como ocurrió en febrero con la gestión de Español.
Además, la queja de los jefes comunales se disparó para otra parte: hubo reclamos por los alimentos de Desarrollo Social que no llegan a los barrios humildes y la falta de obras. Un intendente remarcó a El Cronista que el Ministerio de Obras Públicas de la provincia sólo ejecutó el 30% del presupuesto en lo que va del año y el área Hidrica provincial el 22%.
7-EL CAMPO. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, no logró apaciguar el malestar del campo a pesar de las medidas de flexibilización que tomó. Las entidades gremiales del campo sumando consensos para avanzar en una medida de fuerza contra el gobierno que exceda el rechazo al cepo impuesto a la exportación de carne y maíz.
Ni siquiera el proyecto de Ley de Desarrollo Agroindustrial que impulsa el gobierno en el Congreso atenúa el malhumor de los dirigentes del agro. Más allá de las medidas de fuerza contempladas también se analiza una idea de la Sociedad Rural de llevar a una instancia judicial la restricción a las exportaciones a través de la presentación de un recurso de amparo. El deja vu de una "crisis 125" está a la vuelta de la esquina aunque Alberto Fernández y los sectores duros del cristinismo siguen tensando de la cuerda justo antes de las elecciones.
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