La Corte Suprema impidió al gobernador de Santiago del Estero buscar su tercer mandato y así le marcó un límite a Cristina y al resto de los mandatarios que imaginen jugadas parecidas. Ya lo hizo Beder Herrera pero les haría falta a Capitanich, Closs y Sapag. “Con este antecedente no les alcanza con la Corte adicta”, celebró Gil Lavedra.
“Esto va a ser un símbolo que sentará jurisprudencia para que los feudos provinciales no apelen más a justicias adictas para seguir en el poder”, celebró ante LPO el diputado radical Ricardo Gil Lavedra, promotor del amparo que frenó la segunda reelección de Zamora.
La Cámara Nacional Electoral comenzó a implementar hoy el fallo y exigió al Ministerio del Interior rediseñar las boletas para el domingo y evitar así un falso arrastre de Zamora a sus boletas provinciales y nacionales.
Para buscar un tercer mandato el gobernador había apelado a la ya tradicional interpretación de la constitucional provincial para tomar como primer período el que estaba vigente al momento de su última reforma.
Lo hizo el tucumano José Alperovich en 2011 y logró que la Corte Suprema local rechazara los amparos presentados por la UCR, que esa vez no decidió ir a la Corte nacional.
Pero con el fallo de ayer nadie dudaría de dar ese paso. “Lo que cambió es que la Corte se metió a interpretar la constitucionalidad de las candidaturas. Entonces una testimonial, como la promovida por Scioli, Kirchner o Massa en 2009, también puede ser objetada”, agregó Gil Lavedra.
Gobernadores en problemas
La idea de apelar algún artilugio legal para extender el período de Gobierno es una estrategia que usó Cristina y varios mandatarios que asumieron en 2011 y no tenían opción de ir por otro período.
Intentaban al menos advertir a propios y ajenos que no era conveniente tenerlos de enemigos. El mendocino Francisco “Paco” Pérez puso el tema en carpeta ni bien asumió pero jamás encontró consenso político y deberá irse en 2015. Junto a Santa Fe, su provincia no permite siquiera una reelección.
Le siguió Luis Beder Herrera, gobernador de La Rioja, pero apeló a lo más simple: Su diputado Oscar Chamía propuso una enmiendo constitucional que habilite la reelección indefinida en los cargos de gobernador e intendente.
Fue la misma propuesta que, a través de una consulta popular, hizo en 2011 el sanjuanino José Luis Gioja para garantizarse un tercer período. Lo logró pese a la resistencia de su hermano, el senador César Gioja, quien fue a los tribunales locales pero no a la Corte Nacional.
Antes de su accidente en helicóptero, por el que aún está internado, Gioja tenía pensado reinterpretar esa consulta para ir por otro período más. Son las jugadas que ahora puedan tener un freno en el tribunal presidido por Ricardo Lorenzetti.
El problema mayor es que, ante un escenario de ruptura en el peronismo, la certeza de no poder ir por otro mandato multiplica los frentes internos de los gobernadores.
Le pasa al entrerriano Sergio Urribarri, quien celebra los rumores sobre una candidatura presidencial por el kirchnerismo. “Quedó peleado con todos por el cierre de listas y esto le da vida”, coinciden en la oposición provincial.
Urribarri todavía no habló de reforma o enmienda constitucional para seguir cuatro años más, como tampoco lo hizo el chaqueño Jorge Capitanich, otro sin reelección posible.
El salteño Juan Manuel Urtubey ya abrió el paraguas la semana pasada al aclarar que puedde ir por un tercer mandato si hace uso de la reforma del artículo 140 de la constitución local realizada por su antecesor Juan Carlos Romero en 2003 para no irse a la casa.
Fue una modificación de la convención constituyente local nunca incorporada a una nueva edición de la carta magna. ¿Lo pedirá algún opositor si Urtubey no se quiere ir en 2015?
En Misiones la re reelección fue un fallido intento del ex gobernador Carlos Rovira, fundador del Frente Renovador, la primera coalición plural de la era K.
En 2006 se lo frenó el cura Joaquín Piña en una convención constituyente que motivó a Néstor Kirchner a prohibir otros intentos de perpetuidad. Al año siguiente el Frente misionero consagró al ex radical Maurice Closs, quien deberá irse en 2015.
Tras aquel paso el falso de Rovira el jujeño Eduardo Fellner fue impedido de seguir. Debió irse a Diputados, volvió a la gobernación el año pasado con idea de continuar hasta 2019.
Neuquén es otra provincia con problemas. Sapag no puede reelegir en 2015 y ahora tiene un frente interno duro con el petrolero Guillermo Pereyra, triunfador en las primarias.
El único que de veras no tendrá problema es el formoseño Gildo Insfrán, quien puede seguir cuantas veces quiera.
El mismo privilegio existe en Santa Cruz y Catamarca, aunque Daniel Peralta y Lucía Corpacci ni siquiera pudieron triunfar en las primarias.
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