Propietarios interpusieron el recurso para preservar pruebas en la causa y determinar mejor el valor de los inmuebles. Otros tres sí se demolieron.
Por un pedido a la Justicia, se debió suspender la demolición programada para ayer de cuatro viviendas ubicadas en un terreno colindante a la planta química que estalló en la noche del pasado 6 de noviembre en barrio Alta Córdoba, en el norte de la Capital provincial.
Justamente, las primeras demoliciones que iba a realizar la firma Brasca, contratada por la Provincia y el municipio para esa tarea, iban a ser esas viviendas.
La retroexcavadora iba a ingresar por calle Góngora hacia el pasaje Cordeiro, derribando los inmuebles dañados. Pero se presentó el abogado patrocinante de los propietarios junto a un escribano y detuvieron las acciones.
Eso obligó a que se cambiaran los planes y se decidiera derribar primero un galpón y dos viviendas ubicadas en el pasaje Cordeiro. Luego de que los propietarios de esos inmuebles terminaran de sacar sus pertenencias y Epec retirara cables, se pudo proceder a las demoliciones, que se realizaron a las 20
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