El proyecto cuenta con media sanción del Senado pero no avanza la sanción definitiva en Diputados. Los problemas para armonizar la normativa con el Mercosur, el lobby empresarial y la nueva resolución que esquivaría los cambios por ley.
Acinco meses de la media sanción en el Senado, el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos sigue frenado en la Cámara de Diputados y de acuerdo a la información parlamentaria a la que accedió PERFIL, el tema quedaría cajoneado y saldría una resolución más “light” por un acuerdo entre ministerios.
El 30 de octubre de 2020 la Cámara alta votó por 64 votos a favor y 3 en contra una normativa impulsada por los senadores mendocinos Julio Cobos (UCR) y Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos).
Los tres votos en contra fueron de dos senadoras por Tucumán y otra por La Rioja, en defensa de la industria azucarera de ambas provincias que, de acuerdo a su criterio, se vería afectada con las nuevas disposiciones para etiquetar los alimentos. Es que el proyecto contempla agregar octógonos negros en los paquetes con advertencias sobre exceso de azúcar, sodio, grasas o calorías, con la intención de brindar mayor información al consumidor y desalentar la compra de productos no saludables.
Antes de la votación en el Senado hubo una fuerte presión de distintas industrias de la alimentación, entre ellos los productores de bebidas azucaradas, entre ellas la de mayor popularidad, que buscaban una excepción a la normativa para evitar la incorporación del octógono en sus etiquetas que no fue tenido en cuenta.
“El Gobierno decidió frenar la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos. Otra vez el Frente de Todos no va de Frente”, denunció la senadora del PRO por la provincia de Buenos Aires, Gladys González hace algunos días, exponiendo una situación que se cristaliza en el Congreso.
Según la legisladora de Juntos por el Cambio, “quieren emitir una resolución más flexible que no protege a los niños y niñas en entornos escolares, no regula la publicidad de alimentos ultraprocesados y puede ser reformado o eliminado en cualquier momento”.
Desde el oficialismo parlamentario aún no surgen novedades sobre el tema y no hay fecha cierta para una próxima reunión de comisiones para avanzar con el dictamen.
Según pudo saber PERFIL; los ministerios de Salud, de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca están trabajando en una resolución alternativa que se trabajaría en una próxima reunión de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) y que suavizaría el contenido del proyecto de ley.
Algunos de los cambios tendrían que ver con eliminar la expresión “exceso en” y reemplazarlo por “alto en”, a la vez que no regularía los entornos escolares, la publicidad y brindaría mayor flexibilidad para ser reformado o eliminado porque no saldría por ley sino por una resolución.
Desde la UCR, la diputada por Córdoba Brenda Austin también se hizo eco del reclamo y recordó que “hace años trabajamos desde el Congreso y la sociedad para contar con una ley de Etiquetado Frontal para garantizar el derecho a la salud y una alimentación adecuada. Hoy el Gobierno decide darle la espalda a este reclamo y frenar la Ley”.
Uno de los principales frenos a la iniciativa tiene que ver con la articulación con el Mercosur y las dificultades para combinar las distintas normativas de los países que la componen, en especial con Brasil.
El tema quedó expuesto en noviembre pasado cuando fue invitado a participar de un plenario informativo en Diputados el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería argentina, Jorge Neme, quien habló de los acuerdos con el Mercosur y recordó que “somos todos países productores de alimentos”.
“Argentina exporta a Brasil 1500 millones de dólares anuales de alimentos envasados, en ese sentido la armonización de las normas es un tema clave para la continuidad de ese proceso”, dijo en su momento.
Neme, ex funcionario de la provincia de Tucumán, principal detractora de la Ley de Etiquetado Frontal, blanqueó en ese momento sus reparos a la redacción del proyecto aprobado por la Cámara alta y señaló, entre otros, un problema con la redacción de un artículo que hablaba de “complementar” la normativa argentina con la del Mercosur. “La palabra ´complementar´ que figura en el proyecto del Senado no resuelve claramente la disyuntiva que nos enfrentamos. Este es el punto de vista central de la Cancillería”, resumió el funcionario.
La media sanción en el Senado se obtuvo en la misma sesión en la que se aprobó la prórroga del régimen de Biocombustibles, otro proyecto que también quedaría frenado en la Cámara baja ante la intención del oficialismo de avanzar con otra iniciativa impulsada por el jefe del bloque de Todos Máximo Kirchner, con el aval de la Secretaría de Energía y fuerte lobby de YPF y petroleras.
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