Juan Perón en sus 3 vidas creía en el pleno empleo. El PJ bonaerense avaló los planes sociales que ni el Frejuli hubiese tolerado. Ahora, reorienta.
POR SEBASTIÁN DUMONT
En su libro 'Conocer a Perón', Juan Manuel Abal Medina (padre) relata un episodio de finales del año 1972 cuando se definieron las candidaturas del Frejuli (Frente Justicialista de Liberación) que competiría en las elecciones de marzo de 1973. Quien había sido designado Secretario General del Movimiento peronista, cuenta que luego del congreso partidario que avaló la fórmula Héctor Cámpora - Vicente Solano Lima, debía efectuarse al día siguiente, el congreso para resolver la provincia de Buenos Aires.
El joven Abal Medina, hermano de Fernando, uno de los fundadores de Montoneros, reconoce que no sabía nada del PJ bonaerense. No tenía información. El dato es relevante porque, según su propio relato, él era uno de los colaboradores de Juan Perón en aquellos tiempos.
Conclusión: La política bonaerense es una especialidad que tiene su propia dinámica. Hace 50 años y ahora mismo. Conocerla es clave para entender determinados procesos y acciones que suceden en ella y cuyo análisis puede distorsionarse según la óptica desde donde se analice.
El vocero de Alberto
El caso más reciente es la repercusión de las declaraciones del intendente de José C.Paz, Mario Ishii, muy duro para con los planes sociales vigentes en la Argentina. ¿Por qué lo dijo ahora y con Alberto Fernandez al lado?
Asoma el último atisbo de ilusión del Presidente de permanencia en la escena política. El paceño es uno de los sostenes e impulsores de la lógica 'Interna para Todos'. Esto es lo que repite Fernandez desde hace un tiempo. ¿Es un mensaje a Sergio Massa o sólo a La Cámpora y al Movimiento Evita?
No hay que ignorar los discursos de Mario Ishii porque el intendente de José C. Paz es casi transparente en su expresión de ideas, a menudo polémicas. En esta ocasión el jefe comunal cuestionó la continuidad de los planes sociales vigentes en la Argentina:
Basta de parásitos y garroneros en el país.
Ishii lo dijo horas después que se conociera la decisión del gobierno nacional de dar de baja casi 160.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo. Ishii decidió respaldar la medida.
El Presidente y el intendente inauguraron un nuevo hospital en José C. Paz, oportunidad en la que Fernández aprovechó para recordar la suma de obras públicas que hay en marcha en el país e incluso mencionar algunas puntuales en el distrito. Pero Mario Ishii, experimentado en su recorrido político y uno de los intendentes que más apoya a Fernández, embistió contra los planes sociales.
Ishii contó que en José C. Paz le cuesta encontrar mano de obra para trabajar porque los planes sociales estimulan el No Trabajo. Y agregó:
Es mentira que no hay laburo. Hemos bajado el 60% de los comedores sociales en José C Paz porque ya no lo necesitan, la gente consigue trabajo. Me piden empleados los comerciantes, y no los consiguen por los planes sociales.
Claves
También dijo Ishii:
Cuando los queremos relevar (a los planes), no aparecen por ningún lado.
Esa expresión fue el reconocimiento de la molestia de los intendentes con las estructuras paralelas que se concentran en los movimientos sociales.
El problema es que ese comportamiento comenzó a esbozarse con Néstor Kirchner. Y su objetivo fue limar a los jefes comunales que todavía respondían a Eduardo Duhalde.
Entonces, los planes sociales están en el ADN del duhaldismo y del kirchnerismo con foco en el territorio bonaerense que ambos se disputaron, con los planes sociales como herramientas de combate.
Duhalde inauguró la red de asistencialismo con los planes barrios bonaerenses. Cuando llegó a la Presidencia implementó una red de urgencia desde el Ministerio de Trabajo cuya titular era Graciela Camaño, por entonces de Barrionuevo. La misma que ahora insiste con ser candidata a gobernadora desde su partido Tercera Posición.
Ishii recordó que Néstor Kirchner puso en marcha los planes Argentina Trabaja pero por 8 meses y no más.
“Hay que dejar de ser parásitos y garroneros en este país”, lanzó Ishii, y recibió el aplauso de los presentes, incluso de Fernández, acompañado por el ministro de Obras públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.
No es casual la referencia que hace Ishii. Es un apoyo a Alberto Fernández, quien puja con los sectores de izquierda pero también con aquellos integrantes del Frente de Todos que consolidan su despliegue territorial a través de los planes sociales.
Uno de ellos es el Movimiento Evita, que siempre estuvo cerca del Presidente, pero que, luego de la reunión de Emilio Pérsico con Cristina Kirchner comenzó a distanciarse de Fernández.
El otro caso emblemático es el de Juan Grabois, quien no ahorra en críticas al Presidente. De hecho, esta semana sostuvo que Fernández los “desilusionó y hay más pobreza en la Argentina”.
El Presidente busca desmarcarse de estas miradas al decir que en la Argentina el trabajo formal viene creciendo de manera sostenida y que la economía creció en 2022 a una tasa sólo por debajo de China.
Para los jefes territoriales como Ishii, el tema no es nuevo. Desde siempre han tenido una puja con los movimientos sociales en el control del territorio.
Ahora se vive el punto máximo debido al ejército de planes sociales que manejan los llamados 'piqueteros'.
Los inició Eduardo Duhalde, pero Néstor Kirchner los potenció, Cristina Kirchner los mantuvo, Mauricio Macri los multiplicó y peor hizo Alberto Fernández.
Ahora, Godzilla acecha y se le vuelve en contra al propio oficialismo. Mario Ishii lo sabe. Y lo dice: el problema es de todos los intendentes. Algunos con mayor cercanía y otros más lejanos.
El desorden general de la política, aumenta la posibilidad de elucubraciones de todo tipo. El juego de las encuestas hace lo suyo, más para confundir que para aclarar. Lo único que sigue ganando en la apatía, cuya desembocadura es impredecible.
En esas pujas, la señales se amontonan. Días atrás, el intendente de Tigre, Julio Zamora, reclamó la reelección de Axel Kicillof: ¿Por qué lo hizo?
Hay que conocer los laberintos bonaerenses para entenderlo. Nadie quiere ser llevado a los empujones a uno u otro grupo que se alista en el peronismo bonaerense.
Al parecer, la reunión en el partido de La Costa prevista para antes de fin de mes entró en duda. El motivo consiste en las riñas para sostener o cascotear la continuidad de Axel Kicillof como candidato a gobernador. El resto se verá.
Nada muy diferente en la pelea por captar la atención en Juntos por el Cambio bonaerense. Diego Santilli es el favorito. El resto parece jugar más para tener que para ganar. Pero son muchos. Demasiados. Se sumará por el radicalismo el marplatense Maximiliano Abad que este viernes lanza su candidatura.
La provincia de Buenos Aires tiene su propia dinámica. Es bueno saberlo. De lo contrario, hay cosas que no se entenderían. En definitiva, habría que cuestionarse si realmente hay algo que valga la pena entender.
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