Oficialismo y oposición sólo pudieron prorrogar por 48 horas el mandato de las autoridades del cuerpo legislativo. A la medianoche los ediles dieron por terminadas las negociaciones.
A la medianoche, tras toda una jornada de interminables negociaciones políticas, fracasó en el Concejo la sesión que iba a debatir el aumento del boleto y el presupuesto 2015. El oficialismo no consiguió sumar las voluntades mínimas para aprobar dos ordenanzas clave para la gestión de la intendenta Mónica Fein. Los ediles recién bajaron a sus bancas al terminar el día para votar sobre tablas la prórroga por 48 horas del mandato de las autoridades del cuerpo, ya que de lo contrario el cuerpo legislativo de la ciudad quedaba acéfalo. Los cabildeos seguirán hoy y mañana, cuando los concejales intentarán debatir en el recinto.
La de ayer fue otra jornada de eternas negociaciones políticas. Arrancó temprano con el oficialismo tratando de conseguir voluntades para aprobar tanto el aumento del boleto, el presupuesto 2015 y la renovación de autoridades.
Gran parte del arco opositor se mostró dispuesto sólo a acercar posiciones respecto del ajuste de tasas en una economía inflacionaria. Pero en el tema transporte, la mayoría se despegaba de alzar la mano para llevar la tarifa a 5 pesos, como promovía la bancada oficialista.
Al caer la tarde, el Frente Progresista entendió que debía ceder para sumar adhesiones. Así, aceptó que el Ejecutivo se hiciera cargo del costo de las franquicias (jubilados, discapacitados y medio boleto estudiantil y universitario) para que el costo real del boleto bajara en el estudio de costos.
Con ese gesto, logró sumar el voto de Osvaldo Miatello, mentor de la propuesta, quien consensuó su aval con el interbloque que empezó a construir con el PRO y el radical Jorge Boasso.
También dio señales de acompañar el peronista Carlos Cossia. Así, el oficialismo llegaba a los diez votos. Y fue por los avales de los radicales Sebastián Chale y María Eugenia Schmuck, ex aliados de Boasso. Pero los jóvenes ediles de la UCR llegaron hasta la abstención.
El Frente Progresista sondeó al interbloque kirchnerista para encontrar allí una luz que destrabara la discusión. Pero los dos concejales del Frente para la Victoria (FpV) y del Partido del Progreso Social (PPS) se mantuvieron inflexibles en votar contra la suba del boleto.
“La llave para destrabar todo la tiene el kirchnerismo, que con pocos votos y concejales tiene muchos privilegios como la vicepresidencia del cuerpo y la Oficina de Defensa del Consumidor”, confió a este diario un operador del macrismo.
“Estamos en un escenario donde todos estamos cediendo para favorecer la gobernabilidad en dos temas cruciales para el municipio como son el transporte y el presupuesto. Ellos son los únicos que no ceden”, agregó la fuente consultada, mientras un radical acompañaba el razonamiento asintiendo con su cabeza.
A falta de acuerdo sobre el boleto, el presupuesto con una suba de la tasa general de inmuebles (TGI) cercana al 40 por ciento quedó relegado a un segundo plano. Y la elección de autoridades quedó también dentro de la maraña de negociaciones y dejó al cuerpo al borde de la acefalía ya que cada 10 de diciembre vence el mandato del gabinete del Palacio Vasallo.
Si bien la renovación de autoridades era un mero trámite parlamentario y administrativo, al trabarse políticamente los temas calientes de la sesión el oficialismo tensó la cuerda para dejar al Concejo sin conducción como pase de factura por no haber dado quórum por la gobernabilidad.
Ya de noche, con la tormenta golpeando fuerte los barrios de la ciudad, el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, convocó de urgencia a un cónclave a los presidentes de todos los bloques para definir qué hacer a una hora de la medianoche.
Al filo del nuevo día, la oposición sugirió prorrogar 48 horas el mandato de las autoridades del cuerpo y la composición de las comisiones de trabajo para ganar horas de nuevos cabildeos.
A las 23.40 sonó el timbre invitando a los ediles a bajar a sus bancas. Los empleados del Concejo, asesores, taquígrafos respiraron aliviados. Era el fin de una jornada extenuante e improductiva.
Hoy seguirán las negociaciones. Y en el horizonte aparece una posible sesión, de prórroga, mañana a la tarde
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