"No le vamos a preguntar a Quintela qué van a hablar los gobernadores en el encuentro del CFI", bromeó Katopidos en el cierre de la primera jornada del Seminario de Infraestructura Regional. El ministro del Interior, Wado de Pedro, compartió la foto del día con parte de los gobernadores que hoy se verán para tallar en el armado electoral. Poroteo, la ausencia de Massa y el cruce de los gobernadores contra el centralismo de la Corte.
Llegaba el turno del gobernador riojano. Gabriel Katopodis, en modo bastonero, antes de hacer la presentación de rigor le lanzó aquello que latía en la sala a oscuras del Centro Cultural Néstor Kirchner. “No le vamos a preguntar a Ricardo Quintela que van a hablar los gobernadores en la reunión de mañana”, dijo por hoy, y despertó el clamor risueño de la sala. La imagen de los siete disertantes en el CCK plasmaba la foto más política del cierre de la primera jornada que organizó el ministerio de Obras Públicas para presentar su proyecto de desarrollo “peronista” en el Seminario de Infraestructura Regional que en medio del vértigo de la campaña buscó contraponer Estado versus mercado. La foto mostró además un juego a varias bandas. El desembarco de los gobernadores en Buenos Aires para marcar la cancha en el armado electoral. Y un trofeo para el ministro Eduardo “Wado” de Pedro en carrera para levantar volumen de candidato. El gran ausente del día, Sergio Massa. No estuvo en la apertura, cuando debía, pero envió a tres ministros pesos pesados. “Massa no vació el CCK”, comentó alguien en los pasillos mientras decía que el faltazo tenía como destinatario un pase de factura directo a Alberto Fernández.
El anfitrión y ministro de Obras Públicas que busca levantar el perfil se paró en el estratégico medio exacto de la foto. A un lado quedó Axel Kicillof, del otro “Wado” de Pedro. Raúl Jalil, Alicia Kirchner a un lado y Quintela y Gerardo Zamora del otro. Coacheados en la previa sobre los ejes de la presentación, destinada a repetir a nivel provincial aquel eje del mercado versus estado, los gobernadores se corrieron de libreto unificados para enfatizar una de las marcas en las vienen trabajando y que volverá a aparecer en el encuentro de hoy en el marco de los armados. Federalismo versus centralismo, un encuadre en el que hasta Kicillof se plegó.
"La discusión que se hace en la Argentina entre la capital y el interior y la provincia de Buenos Aires –dijo-- tiene un lugar un poco indefinido" en el sentido de si "está en el interior o en la capital". Y respondió: "Buenos Aires es una provincia del interior de la Argentina, nos sentimos identificados, compartimos las dificultades, las visiones", recordando que "ha sido en el transcurso del tiempo duramente castigada".
Dólares que produce cada provincia, capacidad de generar ingreso y no de endeudarse, de producir actividades sustentables y con rentabilidad fue el eje que atravesó las intervenciones de todos los mandatarios territoriales. Zamora, por caso, fue el más enfático. “La formación de un país representativo, republicano y federal ha generado una práctica unitaria con un país asimétrico. Necesitamos recrear el federalismo”, dijo. Repitió para el que quisiera oírlo, “en la provincia no tenemos deuda, tenemos equilibrio financiero” y recordó que es la sexta provincia con balanza positiva, 1.500 millones de dólares de exportaciones el último año “pese a la sequía”, agregó. “No tengo nada contra los porteños”, dijo pero se quejó de aquellos que tratan a las provincias de “inviables”. Y, en ese contexto no dejó de hablarle a la Corte. “Estamos preocupados por los fallos que desequilibran”, dijo. "Sin federalismo no hay país" y con un dardo dirigido directo a Carlos Rosenkrantz, explicó sin siquiera mencionarlo que "la República es equilibrio de poderes, no de uno sobre otro, y el federalismo está al mismo nivel que la República". Quintela tomó luego la palabra para acompañarlo. “Hay una macrocentralía de poder económico, financiero y económico –dijo-- en detrimento de las provincias argentinas”.
Adelante escuchaban intendentes, ministros de las provincias, funcionarios. Sala llena. Mario Secco y Gustavo Arrieta se sentaron bien adelante. En los pasillos andaba el ministro de Obras Públicas de San Juan. Hubo discusiones sobre Uñac, la sucesión y más palos informales a la Corte. “Acá dicen que no quieren reelecciones, pero de los dos Macri no dicen nada y de los tres Posse en Vicente López tampoco dicen ni mu”.
En la previa hubo rosca en pasillos, segundo subsuelo, cola de café y hasta bajo la lluvia finita de la calle. Wado y Kicillof llegaron solos, a pie y con foto de retrato. Katopodis estuvo a la mañana con otros tres gobernadores: el pampeano Sergio Ziliotto, el sanjuanino Sergio Uñac y el santafesino Omar Perotti mientras se colaban noticias del tembladeral de JxC. A la tarde hubo café en la previa antes de la última charla. Entre uno y otro momento, corrían datos y rumores.
“Los gobernadores mañana salen en bloque con un acuerdo unificado”, decía uno de los jóvenes peronistas de la casa haciendo gala de data clave. Los gobernadores ya dijeron públicamente que hoy buscarán ponerle voz al diseño del electoral “porque ya no queda tiempo”. Entre los temas pendientes, está la definición de las PASO: candidato de consenso o internas como quiere Alberto Fernández. Aunque las aguas parecen partidas, el poroteo de pasillos metía fichas durante la tarde a una posición mayoritaria de los que quieren candidato de consenso. Cinco de los que estuvieron presentes, se enlistarían en esa posición. Del otro lado, sólo uno. Jorge Capitanich, en tanto, decide si participa vía zoom. “La militancia necesita a uno”, decía el mismo joven peronista. “Cualquiera, pero uno, después van, la llevan, la militan”. Los que estuvieron cerca de las tertulias también dicen que, amén de los números y probabilísticas, parte de los gobernadores no están en condiciones de abrir la provincia para recibir a uno y luego a otro y luego a otro candidato. “No da”. La historia de cada provincia también indica que no son fanáticos de las PASO. Ahora empujan un acuerdo, y luego se pondrán a discutir para polarizar con la oposición como empezaron a mostrarlo durante el acto.
¿Y Massa? No estuvo. Avisó. Katopodis lo esperaba para la apertura. Con diálogo cada vez más tenso con Alberto Fernández, el ministro de Economía habría decidido guardarse de todo acto público hasta el sábado, el congreso del Frente Renovador. No es el único enfrentado. Kicillof sólo aseguró presencia cuando le confirmaron que no iba a compartir escenario con el Presidente. En el medio, Massa envió mensajes, mensajeros y ministros. Estuvo Flavia Royón, Juan José Bahillo y Diego Giuliano, que puso picante antes de entrar. Cuando le preguntaron si Massa seguía en carrera con su precandidatura, sugirió no sólo que sí: pidió además que no lo bajaran. “Eso dependerá primero de la decisión que se sostenga como espacio político el sábado”, explicó y luego agregó: “Y sobre todo (dependerá) de la intención que tengan los sectores del Frente de Todos de ganar en las próximas elecciones”. No lo dijo en cualquier momento, lo hizo también en él en la previa al encuentro de los gobernadores en el CFI. Seguirá.
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