El Foro Ambiental denunció las deficiencias graves del Ecoparque y reclamó por “un abordaje serio e integral”.
Por: Nahuel Maciel.
El Foro Ambiental se convocó ayer en el Centro de Defensa Comercial e Industrial para advertir a la comunidad y a las autoridades municipales, sobre la situación del Ecoparque, especialmente el mal manejo que se realiza en la disposición final de los residuos sólidos urbanos, el deficiente sistema de reciclaje, la incapacidad de la infraestructura para aspirar a un mejor manejo de la temática y el riesgo que todo ello implica para la salud y el ambiente.
En la mesa expositora participaron Rubén Peruzzo, Catalina Almada, Raúl Almeida y Jorge García.
El planteo sobre el Ecoparque fue transmitido a través de un video, donde se dejó en evidencia que no se ha cumplido con las metas establecidas en diversas Ordenanzas, especialmente la 11.887/14 que establece el convenio con la cooperativa para los trabajadores del Ecoparque; pero también falencias en Educación Ambiental (11732/12); el manejo de los residuos en los hogares (clasificación en origen, número 11.844/13 que establece); y la que determina la reglamentación de los acopiadores (11.871/14).
Así, en la filmación se expuso con crudeza las deficiencias del lugar y se resaltó en líneas generales las nulas o “escasas medidas de protección ambiental”, que expone incluso a los trabajadores, cooperativistas y vecinos.
El Foro destacó la importancia de la separación de residuos domiciliaria, y si bien es necesario reforzar la cultura ambiental ciudadana, se indicó que el rol del Estado debe ser ejemplar y en su extensión pedagógico.
Así, se exhibió como una contradicción la separación domiciliaria con el tratamiento, almacenamiento y disposición final que se realiza con la recolección diaria de residuos, que en el Ecoparque se depositan en áreas comunes. En ese marco, se indicó que, en vez de estar reciclándose más del 70 por ciento de lo recolectado, hoy por hoy apenas de recicla el 2,5 por ciento.
Esta acumulación a granel es la que genera un riesgo presente y potente en materia ambiental, afectando la salud; pero, también la seguridad porque son focos de recurrentes incendios y su peligrosidad se refleja en su propia existencia.
El Foro Ambiental también advirtió que los líquidos lixiviados (son los líquidos que circulan entre los residuos que se encuentran en los vertederos y su origen proviene de la putrefacción de los residuos), no son contenidos como corresponden y por eso se derivan hacia los cursos de agua subterráneas y superficiales como es el caso del Arroyo El Cura.
Esta situación fue corroborada por el dirigente radical, Darío Carrazza, que asistió a la convocatoria como vecino, dado que tiene una propiedad a escasos mil metros de la disposición final de la basura.
En ese contexto, Carrazza también dio testimonio que realizó un seguimiento del expediente para conocer la certificación de Aptitud Ambiental. Así, dio cuenta que desde el Municipio se le indicó que estaba en trámite. No satisfecho con esa respuesta, se contactó con la Secretaría de Ambiente de la Provincia y comprobó que en 2014 se tuvo dicha certificación, cuya habilitación dura dos años. En 2016 se solicitó dicha Aptitud Ambiental, pero la propia Provincia la objetó porque los análisis de metales pesados estaban por fuera de los parámetros recomendados. Desde entonces, el Ecoparque opera sin la certificación de Aptitud Ambiental, se denunció.
Respecto de los lixiviados, desde el Foro se advirtió que no se han realizado la impermeabilización de los suelos, lo que implica que la contaminación no sólo afecta a las aguas subterráneas y superficiales –como ya se explicó por su escurrimiento- sino también al suelo y al aire.
Desde el Municipio –compartió el Foro- indicaron que esos líquidos circulan –a manera de derivación- por las piletas construidas a tales fines. No obstante, el propio Foro denunció que existe abundante evidencia que demuestran que esos lixiviados terminan fuera del basural sin ningún tipo de tratamiento.
Por otro lado, en la exposición también se reflejó que la gestión de los residuos urbanos reviste un carácter de importancia por su incidencia en lo ambiental, pero también por su influencia para aspirar a mejores estándares en materia sanitaria, social e incluso económica. En consecuencia, el Foro reclamó “un abordaje serio e integral”.
Y se insistió, que todo el sistema de gestión actual implica para los trabajadores y vecinos exponerse a daños a la salud, dado que también esa forma de disponer de los residuos urbanos es un cóctel propicio para la reproducción de vectores que facilitan contagios, como roedores, moscas y otros insectos.
En otro tramo de la exposición, reclamaron que Gualeguaychú tiene que ser merecedora de un verdadero sistema de relleno sanitario, pero diseñado y gestionado con base técnicas y científicas y no meras expresiones propias de la propaganda política.
Informe del Inti
El Foro Ambiental también compartió el informe realizado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), titulado “Evaluación del potencial de captura y aprovechamiento energético del metano generado en el relleno sanitario Gualeguaychú”, que se confeccionó en el marco del proyecto “Sostenibles para la Producción de Biogás a partir de Residuos Sólidos Urbanos” y que su primera parte finalizó en diciembre de 2020.
Allí se describe el sistema de gestión de residuos, donde se da cuenta de la separación en origen. “La recolección se realiza diferenciada por día, con tres días de recolección de residuos inorgánicos (secos) y tres días de recolección de residuos orgánicos (húmedos). Por otro lado, los residuos patológicos domiciliarios se diferencian del resto con bolsas rojas o bien con alguna identificación de color rojo”, describe el informe al que accedió EL ARGENTINO.
También se reseña que el predio donde funciona el Ecoparque, correspondía originalmente al basural a cielo abierto en donde se disponían los residuos antes de 2014, cuando comenzó a operar el relleno sanitario.
“Los vehículos recolectores de residuos, una vez ingresados al predio se dirigen a la zona de balanza. El Balancero revisa en forma visual la carga que transportan, verificando la admisibilidad de la carga. En este sentido, está permitido el ingreso de todo RSU (Residuo Sólidos Urbano) y asimilable, tales como por ejemplo residuos de comedores de industrias, restos de demolición y poda, entre otros. No está permitido el ingreso de residuos líquidos, patológicos, hidrocarburos y material radioactivo. Una vez autorizado el ingreso de los vehículos se registra fecha y hora de entrada, los datos referidos a la identificación del vehículo (patente y tipo de equipo) y el peso neto transportado”, describe el informe del Inti.
“De acuerdo al tipo de residuo observado el vehículo se deriva a alguno de las siguientes áreas: separación y clasificación de residuos sólidos urbanos; de chipeado de poda y celda del relleno sanitario.
“La planta de recuperación de RSU trabaja de lunes a viernes con la recuperación de material inorgánicos, mientras que los días sábados procesa material de recolección de domiciliarios con contenido orgánico para producción de compost. Los días de semana, en caso de existir residuos reciclables aptos para su separación y clasificación, los vehículos recolectores previamente pesados y registrados son dirigidos hacia la playa de descarga de la planta. Luego una cargadora frontal sobre neumáticos mueve y dispone los residuos en una tolva. Posteriormente se realiza una primera separación de los elementos voluminosos (línea blanca, neumáticos, muebles, etc.) que puedan interferir en el proceso de clasificación y dañar a equipos y maquinarias. Este tipo de residuos se envían a la celda de disposición final. A su vez, en caso de encontrarse también se separan las bolsas de residuos biopatogénicos domiciliarios identificados con una cinta roja o en una bolsa roja, de forma que no ingresen a la línea de clasificación. Una vez separados los elementos voluminosos, los residuos remanentes son empujados con la pala frontal a una cinta a cadena ubicada debajo del nivel del suelo (fosa), que los conducirá y descargará en una cinta de clasificación manual. En esta instancia un dispositivo mecánico, de bajas revoluciones, desgarra las bolsas. Por último, se realiza una clasificación manual de los residuos potencialmente reciclables (papel-cartón, vidrio y metales ferrosos reciclables)”, describió el sistema el informe del Inti; que continúa con un mejor detallado sobre el sistema de reciclado.
Se observa que el sitio de disposición final cuenta con un único módulo en funcionamiento desde 2014. “Este módulo tenía una vida útil de cinco años, pero debido a la carencia de otro módulo en donde disponer residuos, sigue en funcionamiento y se espera su cierre a mediados de 2021. Sin embargo, al no haber un proyecto de nuevo módulo confirmado y en construcción se tomó el supuesto de cierre a fines de 2022”, advirtió el informe del Inti y que fue referencia permanente en la exposición del Foro Ambiental.
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