Una encuesta de Aresco muestra que Scioli-Zannini suben 2,2 puntos respecto de las PASO y pasan la barrera del 40 por ciento. Cambiemos, en cambio, pierde más de medio punto y suma 29,4. Sergio Massa, de UNA, queda tercero lejos aunque no se desploma.
A 37 días de las elecciones generales del 25 de octubre, la fórmula presidencial del Frente para la Victoria (FpV) se alza con un triunfo en primera vuelta, aunque por un margen ajustado. Según la encuesta realizada por la consultora Aresco, el binomio oficialista que integran Daniel Scioli-Carlos Zannini lograría superar la barrera del 40 por ciento de los votos y establecería una diferencia de más de diez puntos sobre la fórmula de Cambiemos, Mauricio Macri-Gabriela Michetti, que no alcanzaría el 30 por ciento de los votos como para forzar un ballottage en la elección presidencial. Por su parte, Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), con Sergio Massa-Gustavo Saénz a la cabeza, quedaría tercero a 10 puntos debajo de Cambiemos, lejos de colarse en una eventual segunda vuelta pero sin una gran pérdida de caudal electoral respecto de las primarias. El 75,2 por ciento de los consultados para este sondeo afirma que ya tiene decidido su voto y un 51,7 por ciento posee una imagen positiva de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además, el 57,2 evalúa como positiva su situación económica familiar.
Según la consultora que conduce Federico Aurelio, la proyección de votos para los candidatos del Frente para la Victoria trepa hasta el 40,6 por ciento superando por 2,2 puntos el resultado obtenido en las PASO del 9 de agosto. Los representantes de Cambiemos, Macri y Michetti, en cambio, llegarían al 29,4 por ciento de intención de voto, un 0,6 por debajo de lo conseguido por la suma de todos los precandidatos que participaron en las primarias de esa alianza electoral. Con estos números, el FpV conseguiría un triunfo en primera vuelta, aunque las cifras del sondeo son demasiado ajustadas y quedarían dentro del margen de error (+-1,5 por ciento) de la muestra estadística realizada por Aresco. Esta diferencia, entonces, podría ampliarse aun más o reducir hasta provocar un ballottage. Para evitar una segunda vuelta, la fórmula más votada debe obtener más del 45 por ciento de los votos o superar el 40 y establecer una diferencia de más de diez puntos sobre el segundo.
El tamaño de la muestra que la consultora dirigida por Aurelio realizó entre el 8 y 9 de septiembre alcanza a 4165 casos de todo el país, sobre un universo de población mayor de 16 años y un diseño muestral probabilístico de selección al azar. La investigación se realizó con metodologías combinadas, con encuestas telefónicas dirigidas a estratos socioeconómicos medios y altos, y encuestas coincidentales dirigidas a estratos más bajos.
Los números de la encuesta muestran a UNA lejos de terciar en la disputa electoral y meterse entre las dos fuerzas más votadas. La fórmula Massa-Sáenz tiene un 17,2 de intención de votos y una proyección que alcanza el 18,1 por ciento. Aquí también, el líder del Frente Renovador está 2,5 puntos por debajo de lo que en las PASO cosecharon sumados Massa y su adversario, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota.
Mucho más atrás se ubica el resto de las fuerzas políticas que superaron el piso de las PASO, aunque todos los candidatos consiguen –de acuerdo al sondeo de Aresco– un porcentaje superior al obtenido en las primarias de agosto. Progresistas, con Margarita Stolbizer-Miguel Olaviaga, tiene una proyección que crece hasta el 5,4 por ciento de la intención de voto, mejorando en 1,9 lo obtenido por la misma fórmula en las primarias. El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Nicolás Del Caño-Myriam Bregman, también consigue 0,3 puntos más que la suma de la disputa interna en las PASO y su proyección llega hasta el 3,6 por ciento. En tanto Compromiso Federal, con la fórmula puntana de Adolfo Rodríguez Saá-Liliana Negre de Alonso alcanza en la proyección 2,8 por ciento, 0,7 más que en agosto.
Las preferencias de los consultados están bastante marcadas: El 75,2 por ciento afirma que ya tiene decidido a quien va a votar; un 17,6 aun no está seguro pero simpatiza por alguien; mientras que sólo el 5,4 aun no ha decidido. Un 1,8 eligió la opción no sabe/no contesta.
La encuesta también abarcó la imagen presidencial y la evaluación de expectativas que los consultados tienen sobre su economía familiar y la del país. El 51,7 evalúa positivamente la imagen de Cristina Fernández de Kirchner frente a un 44,4 que la considera negativa y un 3,9 que no sabe. En tanto el 57,2 afirma que su situación económica familiar es positiva, ante un 35,7 que la considera negativa y un 7,1 que no sabe. La situación se invierte en la evaluación económica del país donde un 50,8 la considera negativa, un 45 positiva y un 4,2 no responde. Las expectativas a futuro son mejores: el 44,3 las considera positivas, el 39,2 las ve negativas y un 16,5 no sabe/no contesta.
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