Casi medio millón de formoseños y formoseñas irán a las urnas para elegir gobernador. Insfrán buscará ratificar la hegemonía local del peronismo, que no bajó del 70 por ciento en las últimas tres elecciones. Enfrente tendrá a una oposición dividida. El radicalismo y el PRO cerraron sus campañas con críticas al máximo tribunal por no haber intervenido en los comicios.
Por: Matías Ferrari.
Los relojes de la política en Formosa están parados desde la tarde del jueves, cuando se conoció la última acordada de la Corte Suprema. Ese día se esfumaron las expectativas de la oposición local de lograr una cautelar que suspendiera las elecciones a gobernador. La posibilidad de una intromisión de los supremos, similar a los casos de San Juan y Tucumán, le había aportado algo de suspenso a los comicios, pero despejada esa variable, todo parece orientarse hacia el resultado habitual: Gildo Insfrán tiene el camino allanado para alcanzar su séptima reelección y su octavo mandato consecutivo. Lo único que resta saber es la diferencia que, esta vez, logrará sacarle al segundo.
En 2019, la fórmula Gildo Insfrán - Eber Solís obtuvo el 70,6 por ciento de los votos. Cuatro años antes, el 73,2 por ciento, y en 2011, otro 70 por ciento. En la gobernación local se preparan, de mínima, para repetir esos números este domingo. "Este año no va a ser la excepción. La única esperanza que tenía la oposición era un favor de la Corte, lo que no pasó. Apostaron todo a lo que pudiera decidir la política de Buenos Aires, y casi no hicieron campaña. Hay clima de goleada", confió a Página/12 el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad de Formosa, Jorge González.
La oposición, en tanto, irá dividida por primera vez en años. Los partidos integrantes de Juntos por el Cambio a nivel nacional competirán bajo el sello del Frente Amplio Formoseño, con el exjuez y actual diputado nacional por la UCR, Fernando Carbajal, como candidato a gobernador. En los últimos meses, sin embargo, irrumpió la figura de Francisco Paoltroni, un empresario del agro cercano a Javier Milei que disputará su primera elección con expectativas de pelear el segundo lugar y revertir los malos resultados que vienen consiguiendo los referentes libertarios en los comicios provinciales. Tanto Carbajal como Paoltroni fueron los impulsores de las presentaciones ante la Corte para bloquear la reelección de Insfrán, pero también se impugnaron mutuamente sus propias candidaturas.
La oposición, la Corte y el cierre de listas
Carbajal, que fue juez electoral de Formosa antes de pasarse a la oposición, obtuvo protagonismo durante la pandemia. Logró un fallo que permitió el ingreso a la provincia de personas con Covid, lo que lo convirtió en uno de los referentes de las denuncias por la mano de hierro con que Insfrán manejó la crisis sanitaria. Si bien competirá por la gobernación, su designación como candidato expuso una crisis dentro del radicalismo formoseño, que a nivel nacional juega dividido detrás de las candidaturas de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
Luego de designar a Luis Petri como vice, Bullrich jugó fuerte para contener a Luis Naidenoff, uno de los radicales “halcones” del Grupo Malbec que sonaba como su candidato a vice y que maneja los hilos del partido a nivel local desde hace años. Naidenoff será su candidato a senador nacional por Formosa, y su caso es, en parte, similar al del propio Insfrán: de ser electo, completaría 24 años ocupando la banca por la minoría formoseña. La candidatura para diputado nacional quedó para el exministro de Agricultura del gobierno de Mauricio Macri, Ricardo Buryaile. Tanto Naidenoff como Buryaile le retiraron durante la campaña su apoyo a Carbajal, al que ven como un candidato apadrinado por Rodríguez Larreta.
Una de las características de la elección en Formosa es que se celebra el día después del cierre de listas a nivel nacional, por lo que muchos candidatos –sobre todo en la oposición – llegan al domingo con una doble postulación, tanto para los cargos locales pero también para los nacionales. Ese es el caso del propio Carbajal, que ya se aseguró competir como primer senador detrás de la candidatura a presidente del Jefe de Gobierno porteño, algo que seguramente será aprovechado por el peronismo en la elección de este domingo: ya lo acusaban de haber tirado la toalla.
Otra candidata que ya se aseguró un lugar en la boleta nacional es Gabriela Neme, quien se postula para la intendencia de la capital y hace una semana recibió en Formosa al propio Larreta para cerrar una posible candidatura como diputada nacional, que terminó de confirmarse al cierre de esta edición.
Neme tuvo su minuto de fama en septiembre del año pasado, durante la semana que pasó entre el alegato del fiscal Diego Luciani en el marco de la causa Vialidad y el intento de asesinato de Cristina Kirchner. Se filmó tocando la puerta del departamento de CFK en Recoleta en medio de las concentraciones de la militancia, y se mostró más de una vez junto a Ximena Tezanos Pinto, que cobijó en su casa a militantes de Revolución Federal.
La candidata también se sumó al planteo ante la Corte para suspender las elecciones. Sobre el cierre de la campaña, se mostró decepcionada por el silencio del máximo tribunal. "La Corte no cumplió con su rol de ser garante de la Constitución Nacional y de los derechos del pueblo formoseño", dijo. El mismo estado de ánimo se sentía en el búnker de Carbajal. “La Corte nos dejó solos, nadie vendrá a rescatarnos de la opresión y la tiranía", se lamentó el candidato.
Insfrán y la reelección indefinida
A diferencia de los casos tucumano y sanjuanino, la Constitución de Formosa habilita la reelección indefinida. En su artículo 132, especifica que "el gobernador y el vicegobernador durarán cuatro años en el ejercicio de sus cargos, y podrán ser reelectos", sin más. El amparo de la oposición hizo hincapié en la inconstitucionalidad de la propia constitución local, envalentonados en la lectura de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti de que el “sistema republicano” se basa en la “alternancia” en los fallos de aquellas provincias.
Desde Formosa tienen una respuesta: “Los de afuera son de palo. Gildo gana siempre porque tiene el apoyo popular, porque la provincia está ordenada y la gente lo acompaña. Nuestro republicanismo pasa por respetar esa voluntad popular”, retrucan desde el peronismo.
Un fallo similar al de los de San Juan y Tucumán hubiese desatado una crisis de poderes: una de las hipótesis que se barajaba a nivel local era que las elecciones se realizarían aún si hubiese salido un amparo en contra del gobernador y que, en todo caso, se desarrollaría una batalla judicial posterior, con el resultado sobre la mesa. Otro escenario, también descartado, pasaba por que la Corte directamente fallase de fondo y anulase la constitución local, lo que hubiese abierto un proceso más complejo de manejar en la provincia.
Sobre la imbatibilidad del gobernador, un empresario local que jugó para varios candidatos a lo largo de las distintas elecciones lo explica así: "Hacés 200 kilómetros para el este o el norte de la provincia y a los candidatos de la oposición no los conoce prácticamente nadie".
El “veranito de San Juan”
Casi medio millón de formoseños y formoseñas están convocados a las urnas para elegir gobernador. También votarán 27 intendentes y diez presidentes de consejos de fomento, además de los cargos legislativos locales. Los 37 distritos en disputa están gobernados por el peronismo desde hace dos décadas, con la sola excepción de la localidad de Subteniente Perín, que en 2015 quedó en manos de Diego Romero, un peronista disidente que compitió por Juntos por el Cambio.
La elección se rige por la ley de lemas: habrá la friolera de 2543 candidatos y candidatas para todas las categorías, repartidos en 88 sublemas, por lo que los cuartos oscuros habrá varios metros de boletas y el escrutinio promete varios trastornos. Del total de 88 lemas, 64 pertenecen al Partido Justicialista. La oposición compite apenas con tres.
La posibilidad de una suspensión de los comicios, que estuvo latente hasta el jueves, hizo que los principales partidos bajen la guardia durante la mayor parte de la campaña, que se hizo a media máquina. Recién en la semana previa al domingo los motores se prendieron a todo vapor. “En una elección normal, a esta altura veías las calles llenas de boletas, por todos lados. Eso es una pauta de que todo estuvo muy tranquilo, apagado”, explicaba a este medio un dirigente del oficialismo.
La elección también coincidió este año con la tradicional fiesta de San Juan, una celebración originaria en Formosa que fue adaptada por el catolicismo por el nacimiento de San Juan Bautista. La conmemoración, que se realiza en la noche del 23 y 24 de junio, se vió reducida por la veda. También coincide con el fenómeno climático del “veranito de San Juan”, que lleva la temperatura por encima de los 30 grados en pleno invierno.
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