Buenos Aires es la que mayor representación tiene en el Congreso de la Nación, a partir de los 70 miembros asignados en la Cámara de Diputados en función de su cantidad de habitantes.
Con 486.432 palabras expresadas por sus 74 integrantes fue por lejos el distrito cuyos representantes más han hablado en el Congreso en el año. No era para menos, por la cantidad y por el agregado de que el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, es de ese distrito y como titular del Cuerpo uno de los que más suma al presidir los debates.
El tema es que para este trabajo hacemos un promedio en función de la cantidad de representantes que cada distrito aporta. Ahí es que Buenos Aires se desploma del primero al décimo lugar, con 6.573 palabras, debido a que contó a lo largo del año con 74 representantes, a razón de 70 diputados y cuatro senadores. Es que entre estos últimos incluimos a Juan Manuel Abal Medina, que sumó apenas las palabras de su juramento, expresadas en la única sesión del año en la que participó, la última.
A través de su Indice de Calidad Legislativa, Semanario Parlamentario elaboró así un ranking contabilizando las palabras expresadas por sus diputados y senadores, dividiéndolo por ese número. De ahí resulta que una provincia chica como San Luis haya quedado en el primer lugar, con 14.750 palabras. Buena parte del mérito corresponde a la senadora Liliana Negre de Alonso, tercera individualmente en esa Cámara, que totalizó 56.474 palabras, mientras que los cinco diputados de esa provincia hablaron no menos de 7.000 palabras cada uno. Lo cierto es que la senadora sumó un 47% del total de su provincia.
El segundo lugar correspondió a Jujuy, que cuenta con 6 diputados y 3 senadores, y promedió 13.689 palabras. Cuenta esa provincia con el diputado que lideró la tabla de senadores que más hablaron, Gerardo Morales, con 81.266 palabras. Esto es, nada menos que el 66% del mérito le correspondió a él. En Diputados, otro radical, Miguel Giubergia, es el que más habló de su provincia, con 14.255 palabras. Un 12% de las palabras jujeñas.
Una performance muy pareja le permitió a la Ciudad de Buenos Aires ocupar el tercer lugar. En total, sus 28 representantes pronunciaron 338.320 palabras, a razón de 11.094 en la Cámara baja -donde quedó primera- y 75.521 en la Alta -segunda-. El promedio general fue de 12.083 palabras que le valieron el tercer lugar en la tabla general.
En cuarto lugar quedó en 2014 la provincia de Formosa, que cuenta con cinco diputados y tres senadores. Acá también el mérito principal les corresponde a los senadores, que sumaron 70.095 palabras de las 91.851 palabras formoseñas expresadas el año pasado en el Congreso. El promedio fue de 11.482.
Un escalón más abajo aparece la provincia de Mendoza, con un total de 133.616 palabras que hicieron un promedio de 10.278 palabras por cada uno de sus 13 representantes. El 27% de lo hablado por los mendocinos correspondió al senador Ernesto Sanz, mientras que el 23% fue para el diputado de izquierda Nicolás del Caño.
Detrás figura la provincia de Río Negro, empujada por la pertenencia a esa provincia del presidente el bloque oficialista del Senado, Miguel Angel Pichetto. Los senadores rionegrinos dijeron 62.773 palabras y los diputados 13.431; total, 76.204. El promedio de palabras fue de 9.526 y a Pichetto le correspondió el 56% del total.
En el extremo inferior nos encontraremos con la provincia de La Rioja, producto de su baja performance en el Senado. El total de la provincia fue de 10.241 palabras, promediando 1.281 por persona. La que más habló fue Teresita Luna, con 1.663 palabras, pero Carlos Menem no dijo ni una e Hilda Aguirre apenas 707. El diputado que más habló fue Julio Martínez, con 3.414, un 33% del total. Además, de esa provincia es Javier Tineo, quien estuvo todo el año de licencia en la Cámara baja.
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