El fiscal a cargo de la investigación por la manifestación de gastronómicos frente a Gobernación explicó los argumentos de su decisión, luego de las críticas por la magnitud de las medidas adoptadas.
La protesta que empresarios del sector gastronómico trataron de desplegar frente a Gobernación este miércoles, terminó antes de lo esperado cuando llegó la intervención policial. Si bien la propuesta era cocinar frente a la sede local de gobierno las 24 horas durante siete días, el fiscal José Luis Caterina ordenó desalojar el lugar, ya que se estaban infringiendo los decretos vigentes en el marco de la pandemia. Por dicha acción, y el consecuente accionar penal sobre los tres organizadores de la protesta, fue duramente criticado. Caterina respondió dichas críticas, remarcando que «la ley tiene que ser pareja para todos» y que, antes de llegar a la detención, se intentó persuadir a los infractores para que se retiraran del lugar, pero «que persistieron en el hecho».
Caterina relató la secuencia completa en diálogo con LT8, y detalló que apenas pasadas las 9 de la mañana, se comunicaron de la comisaría 2ª para informarle que se habían congregado unas 10 o 12 personas frente a la Gobernación. «Tenían una cocina industrial de campaña, estaban bajando una decena de tablones y había una convocatoria para una especie de olla popular».
«Lo primero que le pedí al titular de la comisaría es que verificara si esta gente tenía habilitación o no. Ahí hubo un entredicho, que sí, que no, que la tenían de palabra, entonces nosotros consultamos a la Municipalidad si había alguna autorización explícita para esto, e hicimos la consulta con Bromatología, porque al ser gastronómicos repartiendo alimentos en la vía pública, supusimos que iban a estar avisados pero no sabían absolutamente nada, de hecho, Bromatología se enteró por nosotros».
El funcionario judicial explicó que, pare evitar mayores conflictos, se les advirtió que no podían estar circulando sin habilitación. «Le pedí al titular de la comisaría que hable con ellos y que trate de persuadirlos, que les manifieste que ya había habido un hecho similar y que habían tenido que trasladar al referente. Sin embargo, persistieron en quedarse en el lugar. Y no hubo ningún tipo de alaraca ni teatralidad policial. Al contrario, solo se le estaba indicando a la gente que se retire para evitar el encontronazo con la policía», argumentó Caterina.
En ese sentido, el fiscal señaló que no se trató sólo de un desafío a la normativa, «sino que se le dio una serie de oportunidades a fin de evitar el conflicto, el traslado, la formación de una causa penal… Estamos hablando de empresarios, que tienen trabajo y demás, que se supone que tienen que comprender mucho más que una persona de una extracción humildísima o en situación de calle».
Además, el funcionario remarcó la buena voluntad de la Fiscalía y del personal policial. «Se trataba de una convocatoria abierta. Si hubiera sido por una cuestión de solidaridad, como argumentaron, hubieran podido abrir las cocinas, que estaban habilitadas, cada uno en su lugar y transmitir a través de las redes sociales su protesta. Pero ellos lo que estaban planteando era una cocina 24/7. Entonces, ayer iba a haber 200 personas, y ¿Cuántas personas iban a tener dentro de cinco o seis días? Estamos hablando de un lugar ampliamente concurrido en un contexto en el que justamente, se está pidiendo que se eviten ese tipo de aglomeraciones».
Caterina fue contundente y aseguró que no se trata de insensibilidad, como se les achacó. «No es así, nosotros somos sensibles a la cuestión delicada que está pasando la amplia mayoría de la población, desde la empleada doméstica que no puede ir a trabajar, hasta los gastronómicos o los que venden zapatos, como me pasó la semana pasada. Pero se hace un tamiz de la gravedad. A punto tal que no puede compararse, creo yo, el temperamento que se adoptó con Médicos por la Verdad, donde fueron detenidos los referentes, trasladados y llevados a audiencia imputativa y pedidas medidas cautelares desde el Ministerio Público de la Acusación. Esa causa no la tengo yo pero se ve claramente que hay una diferencia de criterios».
En tanto, contra los argumentos que los acusaban de «ser muy rigurosos mientras hay muchos otros crímenes más graves, subrayó: «Nosotros lo que decimos es que aunque haya muchas balaceras o que haya muchos homicidios, no tiene que dar lugar al quebrantamiento de estas situaciones que, en definitiva, termina redundando en contra de la salud de toda la población. Y no podemos menospreciar eso. La ley tiene que ser pareja para todos. Porque sino yo digo ‘ah, hay muchas balaceras entonces determinados delitos no los investiguemos, roban un teléfono y ¿para qué los vamos a llevar detenidos si total nosotros nos tenemos que concentrar en los homicidios?’. Entonces, pongamos 60 fiscales en la unidad de homicidios y el resto de las cosas no se investigan». Y concluyó: «No puedo dejar de lado cuando entiendo que hay un delito, sino terminamos en un negacionismo como el que después le criticamos a los de Médicos por la Verdad».
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