Cuando se inició el juicio, el 2 de septiembre pasado, la defensa de Menem –a cargo de los abogados Pedro Baldi y Omar Daer– pidió el sobreseimiento del ex mandatario, minimizó los cargos en su contra e invocó el derecho de todo ciudadano a ser juzgado en un "plazo razonable", lo cual parece un contrasentido en una causa que se inició hace una docena de años.

Pero ayer, la fiscal de juicio, Fabiana León, pidió el rechazo a ese planteo. Y lo hizo en términos durísimos, no sólo hacia la defensa de Menem sino también hacia el propio Ministerio Público Fiscal. Los jueces Guillermo Costabel, Mario Posse y Patricia Mallo escucharon cómo León explicó por qué el juicio debe seguir adelante, pese a la actuación ciertamente errática que exhibieron –a su criterio– los fiscales que la precedieron en la investigación. Los dardos apuntaron hacia los fiscales de instrucción Miguel Ángel Osorio (hoy promovido como fiscal ante un tribunal oral), Carlos Stornelli y Federico Delgado, y especialmente, contra Javier De Luca, fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal.

Menem está acusado por la omisión de declarar cuentas bancarias en Suiza y Liechtenstein (una de ellas constituida con fondos provenientes de la indemnización que percibió del Estado por haber sido ilegalmente detenido durante la última dictadura), pero también bienes de menor valor económico como acciones de empresas de telefonía, y otros de escasa o nula significación, como una camioneta tipo Traffic y un automóvil Fiat 147. Menem no está acusado, en este juicio al menos, por haberse enriquecido ilícitamente sino por no haber declarado esos bienes.

La fiscal León rechazó que Menem haya visto afectados sus derechos al "debido proceso" o a la "defensa en juicio". Y si bien quedó flotando la sensación de que el delito que se le imputa pueda ser declarado "prescripto" por el paso del tiempo, igualmente postuló que el debate siga adelante. El Tribunal convocó a las partes para el próximo viernes. «