Este 30 de noviembre, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) cumplió 38 años de lucha incansable e indeclinable por la verdad, la justicia, la no repetición y contra la impunidad.
Por: Giorgio Trucchi.
“Estos 38 años representan la esencia de la permanencia constante en esa búsqueda colectiva de verdad y justicia, articulándonos para organizar y empoderar a la población en la defensa de sus derechos humanos y convertirla en implementadora y demandante de los mismos.
Como Cofadeh tenemos la autoridad moral para decir que nos hemos mantenido firmes y en resistencia desde que nacimos, fieles a nuestros principios, apuntando siempre nuestro dedo hacia los responsables de los crímenes de lesa humanidad”, dijo a La Rel, Bertha Oliva, coordinadora de Cofadeh.
La histórica defensora de derechos humanos recordó que la lucha es contra “un sistema de injusticia que es estructural”, y que solamente “articulando la colectividad” se podrá sacar a Honduras a flote.
“Cofadeh surge y hunde sus raíces en el pueblo, en el dolor por las violaciones de derechos humanos, por la práctica oprobiosa de la desaparición forzada como política de estado, por las ejecuciones sumarias de la oposición y los liderazgos políticos y sociales.
Cofadeh está enraizado en la legitimidad de sus demandas y en la acción junto al pueblo, consciente que trabajar por la verdad y la justicia siempre ha significado enfrentarse a un poder político y económico criminal, con articulaciones internacionales diseñadas desde Washington”, aseguró Oliva.
Son varios los desafíos a los que se enfrenta Cofadeh de cara al futuro.
“Uno de los grandes desafíos es mantener la relación y profundizar la articulación con las organizaciones y movimientos hermanos, tanto a nivel nacional como internacional.
Además, queremos tener más fortaleza y capacidad para denunciar el sistema de injusticia en que vivimos, y los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas bajo las órdenes de la dictadura”.
Pretenden reducir la historia a cenizas
Fortalecer cada vez más la memoria histórica es otro de los grandes desafíos que tiene Cofadeh.
“Los ataques contra la memoria histórica y la verdad son permanentes. Hace dos semanas, desconocidos saquearon y quemaron la ‘casa del terror’ de Amarateca[1], justo cuando nos aproximamos al proceso de rescate y restauración.
Lo que pretenden hacer es reducir la historia a cenizas. Esto demuestra que las estructuras de terror están intactas y siguen acechándonos”, advirtió la defensora de derechos humanos.
Oliva denunció también que, tanto ella como la presidenta de Cofadeh, sufrieron recientemente el incendio de algunas de sus propiedades.
“Hagan lo que hagan, no vamos a desistir de nuestros objetivos porque nuestro camino está diseñado desde hace 38 años. No hay forma de que retrocedamos.
Vamos a continuar con la reivindicación y construcción de la memoria histórica, para que sea el legado que le vamos a dejar a este pueblo”, concluyó.
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