Las versiones detrás de la ausencia de Alejandra Torres. El aporte cordobesista a la estrategia del oficialismo nacional.
Por Yanina Soria.
El presidente Javier Milei dio clases ayer de cómo, jugando con apenas 39 legisladores propios, logró construir la mayoría con los “85 héroes” que necesitaba para ratificar el veto presidencial que cae sobre la ley de Financiamiento Universitario; una iniciativa de una sensibilidad y adhesión social como pocas.
Es cierto, algunos podrían contraargumentar que corre con la ventaja que tiene cualquier oficialismo por disponer de las herramientas y los recursos necesarios para trocar voluntades (algo que Hacemos Unidos por Córdoba conoce muy bien), pero la realidad es que los libertarios volvieron a mostrar habilidades políticas y la oposición fracasó en su intento de bregar en “defensa de la universidad pública”. Otra vez, ganó Milei.
Y el peronismo cordobés, por acción u omisión, contribuyó a ese triunfo parlamentario. Como se sabe, la diputada llaryorista Alejandra Torres sorprendió avisando horas antes del debate que se ausentaría por razones de enfermedad. Dijo que tenía COVID entre otros “problemas de salud”, pero que de cualquier modo rechazaba el veto.
Su decisión, claro, generó todo tipo de suspicacias porque en definitiva en una sesión donde las ausencias jugaron un rol fundamental, la llaryorista terminó siendo funcional al Gobierno.
A la versión más ingenua de la cosa (la del COVID) no la creen ni los propios peronistas, especialistas en sentar a legisladores oficialistas a como dé lugar con tal de defender la postura del Gobernador en la Unicameral donde no son mayoría. Sólo basta recordar que hacer algunos miércoles nomás, de madrugada, un peronista debió votar descompuesto y asistido con suero en el recinto.
La otra versión mucho menos edulcorada habla de que Torres desobedeció a su jefe político; pues Llaryora sentó posicionamiento claro sobre su apoyo a la ley de financiamiento y a la universidad pública en general como concepto.
De hecho, su espada en el Congreso, el diputado Ignacio García Aresca, encabezó la columna del PJ Córdoba en la Marcha Federal y mantuvo reuniones con sectores universitarios, entre ellos, con La Fuerza Estudiantil (agrupación llaryorista en la UNC) a quien les transmitió el compromiso del bloque cordobesista para rechazar el veto.
Ese relato de los acontecimientos ubica a Torres cortándose sola, incluso, a pesar de los
llamados que habría recibido del propio gobernador y su antecesor Juan Schiaretti. Las especulaciones que dejan correr desde el propio bloque Encuentro Federal que integran los cordobesistas, hablan de una reunión que habría mantenido la diputada con el presidente de la Cámara Baja, Martín Menen, el día anterior a la votación. Otros, señalan que habría estado la mano del propio Mauricio Macri detrás de la jugada.
Sin embargo, tampoco es posible pasar por alto el juego de equilibrio que viene haciendo el gobernador Martín Llaryora con el presidente Javier Milei. Pues, no es la primera vez que Torres se ausenta del recinto frente a una ley que incomoda al Gobierno; ya había sucedido cuando la Cámara Baja trató el DNU que dispuso un aumento de $100.000 millones a los gastos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). En aquella oportunidad, sugestivamente, tampoco estuvieron Torres y Carlos Gutiérrez, ni Aresca que estaba viaje. Pues, unas horas antes, el gobernador Llaryora había estado en la Rosada con funcionarios de primera línea del gabinete nacional intentando destrabar obras y fondos para Córdoba.
Es decir, siguiendo ese razonamiento tampoco sería descabellado pensar que la no asistencia ayer de Torres se enmarque en una estrategia del Panal: Llaryora públicamente sostiene las banderas de la educación pública y el apoyo de fondos para las universidades, pero sin de tener gestos hacia el gobierno nacional.
En definitiva, la Provincia necesita de la Nación para – por ejemplo- conseguir avales para créditos internacionales como sucedió la semana pasada cuando el Gobierno de Milei destrabó fondos para el acueducto interprovincial Santa Fe-Córdoba.
Como sea, el gobernador terminó aportando algo de funcionalidad a la estrategia política de la Libertad Avanza que llevó al oficialismo nacional a anotarse un nuevo tanto legislativo.
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