El día de su asunción en la Cámara de Diputados de la Nación, el neuquino y emepenista Rolando Figueroa decidió enviar un mensaje conciliador, después de un dardo punzante que disparara Omar Gutiérrez, ante la posición del legislador acerca de la presidencia del MPN y la inconveniencia de que el partido fuera presidido por el gobernador.
«Seguiremos llevando adelante acciones para profundizar el federalismo, siempre respetando a los órganos partidarios del MPN, en pos de mantener la autonomía, identidad y el sello de nuestro partido provincial», escribió en su cuenta de Twitter Figueroa.
El diputado, acompañado en sus flamantes oficinas del Congreso por Pepe Ousset, uno de los referentes importantes de su sector político dentro del MPN, se integró rápidamente al interbloque «Provincias Unidas», que reúne a representantes de Río Negro y de Misiones. La afinidad casi natural que hay actualmente entre Juntos Somos Río Negro y el MPN es muy marcada, y será usada cada vez que haya una oportunidad. De cualquier manera, ese respeto hacia «los órganos partidarios» que manifestó Figueroa, se traduce en este punto en que esa incorporación al interbloque queda ad referéndum de la Convención del MPN, que podrá aceptarla o no.
Figueroa llega al Congreso con un paquete de iniciativas y con la intención de no pasar desapercibido. Como es candidato in pectore a la gobernación en 2023, habrá que ver la estrategia que elige para que sus movidas políticas nacionales repercutan en el distrito que más le interesa. En el MPN, es evidente que está planteada -o por lo menos lo ha planteado así el oficialismo de la Lista Azul- una disputa inicial, por la conducción partidaria. Esas elecciones precederán a las que se deberán hacer para seleccionar los candidatos a la silla más grande de la Casa de Gobierno. Pero lo que ha sucedido hasta ahora son solo aprontes, casi una jugada elemental para marcar la cancha después del triunfo de Figueroa en las PASO y en las generales.
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