Concesionaron 103 puestos de venta de comida, que pagarán un cánon de $500. Una ONG manejará un sector con capacidad sólo para 800 vehículos adentro del predio, aunque en los alrededores será informal y sin control.
Pero además supondrá un movimiento económico de magnitud, superior al que genera el turismo “tradicional”. Sólo la última edición de la Fiesta de Disfraces involucró un movimiento de $10 millones –se calculó–, aunque el mayor gasto lo producen los visitantes, aquellos que sólo vienen a la fiesta y se alojan en establecimientos extrahoteleros o en casas de familia. Paraná tiene una capacidad limitada, con nada más que 3.125 plazas, de modo que no logra acoger a todos.
“Este fin de semana viene recontramovido”, dijo secretario de Turismo de la Municipalidad de Paraná, Carlos Monti, “Es una fiesta que deja ganancia. Y mucha. Turísticamente es muchísima la plata que nos deja como ciudad”, aseguró.
El gobierno de la ciudad trabaja muy de cerca con la organización de la Fiesta de Disfraces, en mano del grupo empresario La Banda del Palo Sociedad Anónima (LBP SA), un grupo de jóvenes que empezó esta convocatoria en 1999 solamente como una reunión de amigos, pero que pronto se convirtió en un fenómeno, al punto que desde 2009 ocupan un amplio predio en El Brete. En lo que hace a la coordinación de tareas, el municipio ya ha dispuesto de qué modo trabajarán los carritos que abren sus puestos de comida en los alrededores, cómo se realizará el estacionamiento de los vehículos y qué alcances tendrá el operativo de seguridad.
Monti; el subsecretario de Turismo, Agustín Clavenzani; y el subsecretario Legal y Administrativo, Dante Molina, estimaron el impacto turístico y económico de la Fiesta de Disfraces, y brindaron detalles del rol que tendrá a cargo la comuna en su desarrollo.
“Tiene tanta fuerza la convocatoria de la fiesta, tanta visibilidad, que no se compara. Paraná tiene muchos fines igual de completos, como el TC o Semana Santa. Pero este fin de semana lo que sucede que el turismo tiene más visibilidad. Se ve la movida, la gente ve los disfraces, ve la gente en las calles. Hay más visibilidad. Creo que, inclusive, este año va a venir más gente, porque hay un montón de gente que viene por esa noche, es lo que llamamos el visitante, que va a la fiesta y se va. No duerme, porque no hay donde dormir”, reconoció Monti.
Y agregó: “El negocio de la fiesta dejó de ser negocio sólo para los dueños de la fiesta; ahora es un negocio también para la ciudad, el restaurante, el hotel, para nosotros como municipio, porque nos permite trascender. Paraná hoy tiene una movida y una difusión en las redes sociales que si uno la tendría que pagar, vale fortunas”, amplió.
El subsecretario Clavenzani sumó una particularidad de esta convocatoria: hace que mucha gente, por familiaridad, amistad, cercanía, no se aloje en establecimientos hoteleros, sino en casas particulares. “ésa, que para nosotros son visitantes, es gente que realiza consumo de excursiones, consumo gastronómico, realiza actividades nocturnas, y es un beneficio social y económico para la ciudad”.
Monti no consideró apropiado que la oferta extrahotelera se generalice, y que la gente se aloje en lugares no habilitados. “Hoy, con el déficit de plazas hoteleras, y con la gran demanda, en las redes ha aparecido un montón de oferta que no la tenemos dimensionada, que no es modelo sano para el futuro. Lo ideal es que haya un prestador habilitado, y que el Estado pueda controlar”, planteó.
Al margen de eso, ahora se trabaja sobre lo que hay, lo que está.
Organizativamente, la Municipalidad de Paraná asumió el cobro de canon a los 103 puesteros que estarán habilitados, $500 cada uno. Hasta ayer, día en el que se abrió la inscripción, había 25 anotados. “Este año se ha dado un predio determinado, donde los puestos de comida, en general, van a estar juntos; van a estar numerados, y la persona que tenga intención de usufructuar ese lugar, paga un cánon”, explicó el subsecretario de Legal y Administrativo del gobierno municipal.
Los puestos, este año, van a estar ubicados dentro del predio delimitado por el corte de calles, sobre la colectora de la avenida Circunvalación. Allí, ayer concluyó el trabajo de señalización de la calle para ubicar los puestos.
Sobre lo que no habrá control es en el sector de estacionamiento que los particulares explotan fuera del predio. Adentro, la organización de la Fiesta de Disfraces se lo otorgó a la Fundación de Ayuda al Enfermo Hematooncológico de Entre Ríos (Faeher), con capacidad para 800 vehículos. Pero además, la Municipalidad con la Policía para que haya cierto control sobre el resto de los estacionamientos. “La Policía va a recorrer y va a controlar lo que son los estacionamientos informales, porque la gente empieza a demarcar. Desde el municipio recomendamos que la gente no pague más de 50 pesos por cuidar el auto. Y que lo pague al salir de la fiesta, así se garantiza que efectivamente el auto sea cuidado”, apuntó Molina en declaraciones a El Diario.
Además, se habilitará el ingreso, hasta el Acceso Norte, de colectivos y trafics. Pero además, según adelantó el titular de Turismo, están avanzando en las negociaciones con los empresarios de colectivos urbanos, de modo de diagramar recorridos especiales de las líneas, desde Plaza de Mayo, hasta el predio de la Fiesta de Disfraces.
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