Para la concejal Stella Fíbiger la situación es muy clara: gracias a la falta de acompañamiento a su candidatura por parte de la conducción y el grueso del radicalismo de Patagones, el Frente para la Victoria tendrá desde el 10 de diciembre un edil más.
“Se sabe que al pasar por una interna no necesariamente todos los votos de la misma van al ganador, excepto en el peronismo, donde todos se encolumnan detrás del que gana. Quedan rencores por muy largo tiempo, en lugar de ver que si no estamos detrás de un mismo proyecto el justicialismo nos pasa por encima”, expresó.
Mencionó que “las 2.000 voluntades que apostaron a este proyecto fueron genuinas y eso lo agradezco de todo corazón, pero el grueso del radicalismo no nos ha votado y por eso no me quedó el mejor contexto”.
Sobre la interna de las PASO en el Frente Progresista Cívico y Social, Fíbiger sostuvo que “los referentes radicales no compartieron la lista que salió segunda en las PASO (encabezada por Raúl Rosemberg). Sabía que lidiaba con todo esto, pero confié en que se superara esa visión cortoplacista y de la bronca, para obtener uno o dos concejales para los próximos dos años. Ahora el Frente deberá armarse de otra manera”.
Más adelante denunció que “tuve que bancarme que en Stroeder se me haga campaña en contra desde la gente que está enojada con el comité de Carmen de Patagones, no contra mi persona, sino contra la lista. Y eso restó en todos lados”.
Consideró que “es importantísimo tener presencia en el Concejo y exposición pública para poder llegar a la gente. En un contexto como el de Patagones no es fácil reunir votos que no sean peronistas”.
“Por no votar una lista del Frente Progresista le dimos un concejal más al Frente para la Victoria. Eso logró aquel simpatizante radical que no nos votó”, sintetizó.
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