Tras un largo tiempo de reclamos por parte del intendente de Fiambalá, Amado Quintar, respecto de la obra de cloacas que se venía ejecutando, pero que parecía “totalmente abandonada” por parte de las autoridades provinciales, finalmente hace unos días, la empresa que venía llevando adelante la misma decidió cargar el material y herramientas que quedaban y emprender otro rumbo.
En este sentido, se explicó que la primera etapa de la obra se terminó, razón por la cual la empresa requería tanto de la certificación como el pago, pero ninguna de las dos cosas se habrían cumplido.
Mientras tanto, queda en el medio y sin respuesta a la vista la necesidad de los vecinos, quienes requieren de manera inmediata la obra, como aquellos empleados que quedaron sin su fuente laboral, al haberse ido la empresa.
Con una obra paralizada y a medio construir, lo único cierto hasta el momento sería el pago que exigiría la empresa de parte del Estado mediante vía judicial, y el planteo del municipio local, “por los daños que se vienen cometiendo hace bastante tiempo a la población fiambalense”, según indicó Quintar.
En diálogo con LA UNION, el intendente expresó que “desde que se hizo cargo la actual gestión, a los dos o tres meses la obra quedó paralizada”, subrayando que “se trata de un acto de total maldad lo que se hizo con el pueblo de Fiambalá”.
“La empresa estaba trabajando, y lo único que tenían que hacerle era certificarle la obra, porque los fondos están disponibles y corresponden al Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa)”, apuntó Quintar, declarando además que la no conclusión de la obra imposibilitó seguir avanzando en el asfaltado de calles que le compete a la comuna, y la ruta principal que le corresponde a Vialidad Nacional.
Antes de finalizar, Quintar comentó que elevó a la Gobernadora numerosas notas, más las gestiones ante Servicios Públicos.
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