El feudalismo en las escuelas actuales

El feudalismo en las escuelas actuales

Éste sistema político medieval sigue vigente en algunos ámbitos e instituciones de la sociedad actual. En el Partido de Mar Chiquita muchos ven limitada su libertad por un conjunto de obligaciones que deben ser cumplidas por miedo a represalia.

El feudalismo era un sistema político que fue el principal organizador de la Edad Media; típico de la Europa occidental de los siglos de la oscuridad (entre el IX y el XII). Adaptados a nuestro tiempo, esos señores feudales continúan usufructuando las ventajas del sometimiento social que saben crear.

En el feudalismo del siglo XXI también se advierte esta relación de sometimiento, administrada por el paternalismo político, en la que el señor vela por la vida de su pueblo, al que tiene sometido a su servicio permanente. Una suerte de "protector ilustre". Al igual que en la edad medieval, solo se permite la movilidad social. El ascenso a través del trabajo y del esfuerzo individual está vedado. Sojuzga, y para mantener sometido al pueblo, discierne un estereotipo de dádiva o beneficio social. Y entonces aparece el clientelismo político. El pueblo deambula por los corredores del poder a la espera de la caja de mercadería, testimonio silente de miseria más que de pobreza de un pueblo envilecido.

Citando este sistema, podemos traerlo cómo rige en el Partido de Mar Chiquita donde en varias escuelas públicas se ha puesto un filtro y, en algunos casos, un bozal, para que algunas docentes no hable de la realidad que viven en las instituciones. Un caso ocurrido hace semanas, donde un móvil de la Gazeta se dirigió a una escuela de la costa a realizar una nota cultural. Para realizarla, hubo varias indagaciones hasta, por momentos, se preguntaron si existían autorizaciones para estar allí. El marco era el ya mencionado, sólo una nota de cultura. Pero, ¿qué quieren ocultar? Varias maestras en el anonimato hablaron y manifestaron su disconformidad con esto. “Se manejan como si fuese un sistema feudal. No quieren que vean cómo están de verdad las instalaciones. No quieren a la presa para que no refleje cuáles son las condiciones de varias escuelas”, apuntó una docente que al expresarse se nota un dejo de intranquilidad por decir lo que ocurre y con miedo a represalias. Luego, otra docente agregó: “Acá tengo sus libros archivados ‘El curioso caso del pequeño habitante de Marchiquitos’ (libro gratuito al que se le prohibió la distribución en las entidades escolares). No sé por qué se manejaron así, es una lástima que quede ahí”.  

Actualmente se trata de apoderarse de los bienes públicos y hacer un uso discrecional de ellos, casi como si se tuviese un derecho innato para hacerlo. El Estado se diluye y el Gobierno a cargo de su temporaria gestión se transforma ya no en un administrador, sino en su dueño. Los peligros detrás de estos mecanismos son inconmensurables: corrupción, ineficiencia, familias enteras enquistadas en el poder, mandatos que se suceden de unos amigos a otros como si se tratara de la realeza; en cualquier caso, la lista es larga.

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