El antecedente parlamentario de que un juez de la dictadura no puede ser juez de la democracia tambaleó ayer en la Asamblea Legislativa. En 2009, el ascenso del juez de Faltas de Rafaela Fernando Ignacio Ferrer a vocal de la Cámara Penal de Santa Fe fue rechazado por 34 a 0.
La Asamblea Legislativa arrancó con el pliego de Ferrer. El dictamen de mayoría propuso aprobar su designación como vocal de la Cámara Penal de Santa Fe (Sala II), el mismo cargo al que no pudo acceder en 2009. Un despacho con sólo tres firmantes: Tessio y los senadores Lisandro Enrico (UCR) y Joaquín Gramajo (PJ). No hubo debate: tres diputados del PJ, Roberto Mirabella, Rosario Cristiani y Mario Lacava, pidieron abstenerse y luego el vicegobernador Jorge Henn dispuso una votación nominal: 20 votos a favor, 28 en contra y tres abstenciones.
Ferrer logró que lo votaran diez legisladores de la UCR (los senadores Enrico, Orfilio Marcón y Hugo Rasetto y los diputados Tessio, Santiago Mascheroni, Maximiliano Pullaro, Víctor Dadomo, Julián Galdeano, Edgardo Martino y Juan Carlos Millet), ocho senadores del PJ (José Baucero, Alcides Calvo, Danilo Capitani, Alberto Crossetti, Joaquín Gramajo, Hugo Pucheta, Eduardo Rosconi y Armando Traferri) y dos diputados del Pro (Raúl Fernández y Norberto Nicotra). El diputado radical Darío Boscarol se fue del recinto antes de votar a Ferrer porque en 2009 ya no lo había votado y el senador Hugo Marcucci lo votó en contra.
En cambio, Tessio justificó su voto a favor. "Una de las causas más importantes que le imputan a Ferrer es que juró por las actas del Proceso", como juez de Faltas de Helvecia, en 1980 y luego como fiscal en San Cristóbal, en abril de 1983. "Si tenemos que revertir eso y emplear esa regla, hay mucha gente que estaría amparada en esa circunstancia", dijo. "El bloque resolvió dar el apoyo al mensaje del Poder Ejecutivo, pero después algunos retrocedieron, votaron a favor y otros en contra", ratificó Tessio. Sin embargo, el presidente de la bancada del Frente Progresista, Eduardo Di Pollina lo negó, dijo que el oficialismo no tenía ningún compromiso con el Poder Ejecutivo para sacar el pliego de Ferrer. "Tuvimos la libertad para votar en el recinto según nuestras convicciones", afirmó.
Los que votaron en contra fueron Marcucci, los cuatro socialistas (el senador Miguel Lifschitz y los diputados Di Pollina, Inés Bertero y Joaquín Blanco), dos de la Coalición Cívica (Ariel Bermúdez y Susana García) y las diputadas Alicia Gutiérrez y Verónica Benas. Diez oficialistas a favor y nueve en contra, a la inversa de lo que ocurrió en el peronismo: ocho senadores a favor y 19 en contra, lo que significa que hoy Ferrer no es camarista por la decisión política del Frente para la Victoria. "Reivindicamos la política de memoria, verdad y justicia", dijo Busatto.
Comentá la nota