Presentaron la corriente Espacio Popular en Avellaneda, Quilmes y Lanús. Palos a La Cámpora y al Movimiento Evita.
Un curioso grupo de dirigentes empezó a moverse en el conurbano tras el pedido de Cristina Kirchner de armar un frente ciudadano para enfrentar las políticas de Mauricio Macri.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, está a la cabeza del pelotón como vicepresidente del Instituto Patria, y ahora se sumó al ex jefe de Gobierno destituido, Aníbal Ibarra, y al diputado sindicalista Edgardo Depetri.
Antes de abandonar la Legislatura en diciembre pasado, Ibarra había negociado con el PRO un cargo como nexo del cuerpo ante el poder judicial porteño. Pero las nuevas autoridades de la casa lo descartaron, una decisión que juzgaron acertada luego del episodio de Time Warp.
Truncado ese escenario, el ex legislador se metió de lleno en esta nueva corriente llamada Espacio Popular, que esta semana fue presentada en Lanús y viene de sentar bases en Avellaneda y Quilmes.
El espacio nuclea a fuerzas marginadas dentro de lo que fue la coalición kirchnerista, como el Frente Grande, el Partido Comunista, Forja, el Partido Humanista, entre otros.
Uno de los jefes de la flamante agrupación es el segundo de Hugo Yasky en la CTA, Pedro Wasiejko, que acaba de recibir una dura derrota en su propio gremio, el de los neumáticos. A fines de abril Wasiejko perdió la conducción de Sutna a manos de la izquierda, después de 25 años en el poder.
Secundados por Ferraresi, los dirigentes le pisan los distritos a los intendentes y a los peronistas tradicionales de los distritos, que eligieron seguir armando desde el PJ.
El intendente de Avellaneda fue de los cristinistas que rechazaron la flamante “unidad” que encabeza José Luis Gioja, en cuyo seno comenzarán ahora las negociaciones por el reparto de las secretarías.
La Cámpora es otro sector cristinista que se alejó del PJ, aunque sí colocó a Walter Festa (intendente de Moreno) como congresal.
No obstante, los camporistas no acompañan el armado de Espacio Popular, al menos visiblemente. En la inauguración de esta semana en Lanús, por ejemplo, no estuvo Julián Álvarez, aunque sí mando a un concejal suyo, Mariano García, a presenciar el acto.
Tanto a La Cámpora como al Movimiento Evita le recriminan estar "estancados" y con "problemas para sumar militantes". Por eso la búsqueda de estos espacios alternativos, que además vienen a ajustarse al pedido de Cristina, cuyo protagonismo se diluyó tras su regreso al sur.
Con todo, uno de los temores de los referentes del "frente ciudadano" es que empiecen a surgir distintos armados y esto provoque una dispersión de las tácticas y estrategias para volver a ser gobierno.
El acto en Lanús se llevó adelante en el club Peretz, con unos cien militantes que se acercaron a ver de qué se trataba. Estuvo el diputado nacional Edgardo Depetri, el secretario General Adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko y los dirigentes Anibal Ibarra y Eduardo Sigal, del Frente Grande, David Gómez del Partido Comunista y Paula Aiello del Partido Humanista.
“Es un tiempo de amplitud, pero la construcción debe ser a partir del contenido, de las ideas y propuestas, y no desde una cáscara vacía. En nombre de la unidad muchos se sientan a dialogar con los que votaron el endeudamiento más descomunal de nuestra historia”, dijo Ferraresi, y sostuvo que “Cristina es la líder más importante de los últimos 30 años en nuestro país”.
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