Soplan vientos de cambio en el peronismo tucumano. Atento a las encuestas, que le otorgan un 40 por ciento de imagen positiva en la provincia, el gobernador Juan Manzur depuso su actitud rebelde, que lo llevó a integrarse al espacio de Alternativa Federal, y hasta a organizar la celebración de esa alianza en ciernes el pasado 17 de octubre.
Desde hace varias semanas que el gobernador ya no sostiene que “el tiempo de Cristina se acabó”, ni que es el pasado, afirmaciones que ha reemplazado por su renovada convicción de que debe apuntarse a una alianza amplia, con “todos adentro”, incluida la ex presidente. Llama la atención la velocidad con que Manzur concretó su reposicionamiento, ya que en una misma movida tomó distancias de la tercera vía y admitió que apoyaría una nueva candidatura presidencial de la ex mandataria.
Debido a la necesidad de calmar las aguas en el peronismo tucumano, Manzur mantiene bajo siete llaves el decreto que dispone el adelantamiento de las elecciones provinciales y dos días atrás convocó a todos los precandidados a gobernador a participar de una gran interna partidaria para definir las candidaturas.
Uno de los precandidatos, el ex diputado nacional cristinista José Vitar, rápidamente aceptó el convite, y lo mismo hicieron el ex defensor del Pueblo Hugo Cabral y el ex ministro de Justicia José Cúneo Bergés. Sin embargo, José Alperovich adoptó la decisión inversa y rechazó la convocatoria, manifestando su voluntad de competir por fuera del espacio partidario.
El nivel de fragmentación del peronismo tucumano es muy elevado, y eso puede comprobarse al constatar que quien salió a disparar sobre la decisión del ex gobernador Alperovich no fue Manzur, sino el precandidato cristinista Vitar -seguramente el referente más significativo de ese espacio a nivel provincial-, quien calificó su actitud como “sectarismo rupturista”. Lo llamativo, además, es que esa definición no proviene de una opinión personal de Vitar, sino que quedó plasmada en un comunicado que lleva el sello de Unidad Ciudadana.
"El rápido rechazo de Alperovich a la convocatoria del Partido Justicialista -sostiene el documento de UC-, del cual se valió para llegar al gobierno y al que manejó durante más de diez años, no solo es un ejemplo de sectarismo rupturista, sino que, objetivamente, favorece las chances electorales de Cambiemos y pone a Tucumán en la lista de provincias que (Mauricio) Macri aspira a ganar".
La cuestión no quedó allí, ya que, ni lerdo ni perezoso, voceros del Instituto Patria trataron de bajarle el tono a la confrontación con Alperovich, afirmando que se trataba puntualmente de una expresión “local”. Sin embargo, tampoco se ensañaron con Vitar, por lo que los conocedores de la interna aseguran que se trata de una tácita presión sobre el ex gobernador para que deponga su actitud y se allane a competir en la interna.
Quienes, en cambio, celebraron el cortocircuito dentro del PJ tucumano fueron los referentes de Cambiemos, seguramente los principales interesados en que Alperovich juegue “por afuera”, para así restarle votos al oficialismo provincial. Pero tampoco ellos tienen fácil su propia interna, ya que la tensión entre los precandidatos José Cano, Alfonso Prat Gay y Silvia Elías de Pérez está haciendo arder al radicalismo de la provincia.
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