El intendente de Esteban Echeverría sigue dando señales de independencia y sobre un nuevo peronismo que desafíe la inercia de la conducción del PJ provincial actual. Ambos mandatarios son justicialistas, están enfrentados a Milei pero no responden a La Cámpora.
En la víspera de la reunión del PJ Bonaerense, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray mantuvo una reunión con el gobernador de Córdoba Martín Llaryora. “Nos reunimos para intercambiar experiencias de gestión y proyectar una agenda conjunta. Nos une una visión de trabajo sobre cómo generar oportunidades para el desarrollo de las empresas nacionales”, aseguró el jefe comunal.
Es una clara señal para dentro del PJ de la Provincia de Buenos Aires conducido por Máximo Kirchner y frente La Cámpora a la que reiteradas veces acusó de ser “un sector minoritario que pretende conducir el movimiento”.
El intendente viene liderando una cruzada justicialista para que el Partido comience un debate interno luego de las múltiples derrotas electorales y la diáspora peronista que ha provocado que los haya en Unión por la Patria, en La Libertad Avanza y en el PRO.
Evidentemente hace bastantes años que no hay una conducción estratégica que busque que el PJ vuelva a ser la herramienta convocante que integre a todos los justicialistas como parte de un Movimiento Nacional.
Tempranamente, luego de la vergonzosa derrota de UXP frente a Milei, el intendente de Esteban Echeverría recordó que “es de público conocimiento mi disputa con La Cámpora, que estuvo todo el tiempo tensionando con el Gobierno nacional, que nos terminó perjudicando a la gestión y al espacio porque perdimos contra nadie, perdimos contra nosotros mismos”.
“El peronismo de la provincia de Buenos Aires no tiene discusión interna, no se convoca a ningún debate y las autoridades fueron elegidas irregularmente. Eso lo denuncié y lo vengo sosteniendo. Las máximas autoridades del PJ bonaerense no fueron elegidas por nadie, por ningún afiliado en procesos democráticos”, remarcó.
Incluso está situación de larga data llevó a Gray a judicializar la conducción de Máximo, a quién acuso de ser elegido a dedo y no con un verdadero debate interno. El mandato del diputado es hasta 2025, no se esperarían cambios en lo inmediato.
Sin embargo, lo de Llaryora se interpreta en ese sentido: ambos mandatarios. el provincial como el local, manifiestan una forma de gestión modernizadora, que no resigna los intereses populares y a la vez que está enfrentada con la presidencia de Javier Milei. Basta con ver las intervenciones de Gray en las audiencias públicas en los servicios públicos y en el proceso judicial que inicio para evitar los tarifazos en el transporte. No hay duda de su ADN peronista.
El PJ provincial se maneja en cónclave cerrado y no hizo una profunda autocrítica sobre lo ocurrido en las elecciones generales.
“No estamos preparados para ninguna eventualidad, ni tenemos armado un proyecto de gestión de emergencia que rompa esta inercia nefasta que dejó Alberto Fernández y el perfil socialdemócrata de circulo cerrado que se manifiesta en el PJ provincial”, aseguró un jefe comunal que asistirá al cónclave convocado por Máximo, pero que tiene también severas reservas con su conducción.
“Manejan las cajas, en eso se parecen a Milei pero no controlan la cabeza de la gente, en esto también se parecen”, se sinceró.
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