Fernández, Kicillof y Larreta: decisiones conjuntas y fuego amigo

Fernández, Kicillof y Larreta: decisiones conjuntas y fuego amigo

El interior en fase 5, avances y retrocesos. Prevención y economía, tensiones. Nuevas rondas de ATP e IFE en puerta. Las apuestas opositoras y mediáticas: mentir hasta que aclare. Un adiós a Hermes Binner.

Por Mario Wainfeld.

“Hay que aislar el AMBA” anunció el presidente Alberto Fernández flanqueado y apoyado por el gobernador Axel Kicillof y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. La presentación, clásica, se grabó para minimizar errores o deslices verbales.

Realidad geográfica con intrincada división política, el AMBA padece falta de gestión coordinada, mal crónico y añoso. La tragedia actual fuerza a la experiencia más articulada desde la recuperación democrática. Crece desde el pie con los “fierros” disponibles, escasos y herrumbrados.

La Ciudad Autónoma (CABA) y el Conurbano son realidades diferentes previas a los alineamientos políticos. Aquella, una municipalidad atípica, Extra large con senadores y diputados nacionales. La urbe más rica del país, la que no crece. El Conurbano aglutina 24 partidos disímiles con sendos intendentes que gozan (o padecen) algún grado de autonomía respecto del gobierno provincial.

Ningún distrito de la Argentina es uniforme, en todos coexisten villas y barrios empobrecidos con otros de riqueza más ostentosa que en Alemania. La desigualdad regional derrota a la europea, Argentina se latinoamericanizó en ese aspecto desde la dictadura para acá. De cualquier modo los promedios de la CABA son envidiables vistos desde el resto del país.

El potente sector privado de salud porteño difiere del promedio provincial aunque hay partidos (Morón, por ejemplo) que se le asemejan un cachito. La Matanza es diferente pues predomina casi sin competencia el sistema público. José C. Paz también pero con falencias tremendas aún si se lo compara con La Matanza.

Las asimetrías objetivas inciden en la conducta de Rodríguez Larreta y Kicillof más que los criterios subjetivos-localistas, que los hay. La estructura económica, las bases electorales. “Axel” y “Horacio” dialogan cotidianamente. El fuego amigo, tal vez, los presiona más que las divergencias entre ellos.

A Larreta lo cercan la cofradía de los runners, las berretadas del expresidente Mauricio Macri desde su reposera, las bravatas fachas de la exministra Patricia Bullrich.

El ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni resuelve ser el francotirador contra la administración que integra y el gobierno nacional. Fernández y Kicillof realzan la baja cantidad de muertes como el logro colectivo esencial, consecuencia del consenso entre gestiones distintas y del apoyo de la sociedad civil. Berni le hace anticipo ofensivo al anuncio tripartito: diagnostica que se consiguió poco, que la cuarentena no es ni chicha ni limonada. Hace alarde de portar arma de fuego, discute despectivamente con propios y ajenos. Un importante funcionario nacional advierte que está a punto de hacer saltar la térmica de Fernández quien llamó un par de veces al gobernador para advertirlo. “En su momento Cristina sugirió a Berni para Nación, Alberto se negó. No hubo discusiones por eso. Ahora lo enfurece que busque protagonismo, que haga demagogia punitiva, que se pase protestando porque no le mandan fuerzas de seguridad nacionales. Macanea porque la Bonaerense tiene 100.000 efectivos y la Gendarmería 30.000 para todo el país y las fronteras”. Quiéralo o no, Berni reproduce el discurso de la derecha opositora.

Volvamos al núcleo: las restricciones hasta el 17 de julio resultan del diagnóstico común de los tres mandatarios. Hay que limitar las aglomeraciones, minimizar el transporte interjurisdiccional, elevar los controles de tránsito y los rastreos de contagios.

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Las otras veinte provincias: Chaco, Resistencia en particular, afronta padeceres similares al AMBA. En otras provincias, veinte en principio, regresan las actividades económicas y sociales. Las vicisitudes fuerzan a matizar lecturas simplificadoras. Reapertura y reactivación distan de ser sinónimos. Las industrias, calibra el Gobierno, se recuperan mejor aunque muchas corren el albur de producir sin tener mercados en donde vender. La prevención ante la covid-19 lentifica la recuperación económica.

Va un ejemplo concreto. Tucumán establece restricciones severas para el ingreso de gentes de “provincias con circulación comunitaria”: solo con permiso especial por fuerza mayor, válido por 72 horas. Solo en vehículos particulares, no en micros ni combis. Obligación de hacer aislamiento obligatorio. Protocolos homólogos se aplican en ciudades como Gualeguaychú o en otras provincias. Los ejemplos son Random pero no exóticos. Las limitaciones valen para minimizar ingresos y contagios. Todo modo, los hay a través de fronteras porosas o por medios non sanctos. Medidas funcionales sanitariamente son letales para el turismo interno. Ni hablar del proveniente del exterior que apenas ayer allegaba onda tres millones de visitantes al año.

Una prensa exaltada, a veces transversal, acusa de los contagios a infractores, personas que violan la ley. Abundan casos de fiestas, mates compartidos que envenenan, baby shower. La realidad sabe ser más cruel. Un oficio religioso evangelista para diez personas, autorizado por el intendente de Bariloche Gustavo Gennuso, deviene foco de contagio. Cuanto menos, dos pastores infectados. En otras comarcas, más asoladas, dignatarios de varios cultos reclaman (con intensa amabilidad) que se habiliten medidas similares.

Allegados al presidente y al ministro de Producción Matías Kulfas computan, con algo de alivio, que son proporcionalmente escasas las fábricas rehabilitadas que producen contagios. Los laburantes se cuidan, los protocolos funcionan. De cualquier forma “escasas” no equivalen a “nulas”. Cuando acontecen se vuelve atrás. Consuelo parcial: la trazabilidad de los contagios se torna más sencilla… cuando se confiesa. Falta información certera porque hay quien mete la pata y calla.

El ala económica del oficialismo ni sueña con un porvenir económico con forma de “V” (subida veloz tras tocar fondo) el sueño húmedo que el macrismo acarició sin éxito. Por lo pronto actividades como turismo, esparcimiento, hotelería podrían mejorar recién a fin de año, escenario optimista. En enfoque general: la facturación de bienes esenciales (alimentos a la cabeza) sostiene valores “normales”. El resto padece la baja de ingresos, la retracción de los ciudadanos.

El Gobierno planifica nuevas rondas de Anticipos para la Producción y el Trabajo (ATP) y del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Recalculando porque, aunque no se vocifere, comienza a calibrar que la emisión monetaria record tiene cierto límite.

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De la incredulidad al piso: “Nadie confiaba en el IFE y los ATP cuando los lanzamos” rememora un ministro. “Nadie” identifica o señala al empresariado nacional. “Nadie” se inscribió velozmente y percibió el subsidio. “Ahora se reclama como piso”. Las nuevas versiones registran los cambios coyunturales.

En su informe al Congreso el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero cuantificó el modo federal de distribución de dichos alivios. La bancada de Juntos por el Cambio –que, en esos casos, abre una sucursal en TN-- no lo escuchó, consagrada a sobreactuar y repetir “Venezuela”. Los gobernadores, anche los radicales, le prestan más atención. A Mendoza se destinaron 3781 millones de pesos por ATP y 4648 millones de pesos por IFE. Representan un 47 por ciento de la masa coparticipable anual. A nivel país el porcentaje conjunto trepa al 42,9 por ciento. Es plata aunque nunca alcanza.

Los ATP para cubrir hasta la mitad de los sueldos de julio sostendrán sus mismos valores en AMBA y Chaco. En otras provincias se reducirá la base: el equivalente de un salario mínimo para cada trabajador en vez de dos.

El tercer IFE, como los precedentes, fungirá como bimestral. Se planifica pagarlo en agosto, contrarreloj. Los funcionarios concernidos cabildean qué hacer allende AMBA que se sostiene incólume. La idea es circunscribir pero atendiendo las dificultades en las demás provincias, aludidas líneas arriba. Los laburantes no formales son los últimos en conseguir changas luego de las reaperturas. La desigualdad se propaga dentro de la clase trabajadora, antes y ahora.

Con información más robusta que en abril --cuando la gran inscripción tomó de sorpresa a los iniciados-- el nuevo mapa de la creciente pobreza incidirá en las decisiones.

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Mentir hasta que aclare: La oposición “sin tierra” y los medios hegemónicos apuestan a que el fracaso de la cuarentena se lleve puesto a Alberto Fernández. Si se eleva el número de víctimas fatales, bingo para ellos. Second best: que se mantenga bajo control la densidad de fallecimientos en proporción al número de habitantes. En tal caso aducirán que jamás hubo riesgo… la coherencia no es lo suyo.

De paso exageran las discrepancias entre Larreta, Kicillof y Fernández. Si usaran el gran angular percibirían que son menores, por mencionar un solo caso testigo, a las que enfrentan a la intendenta de General Roca Emilia Soria con la gobernadora rionegrina Arabella Carreras. Las acusaciones cruzadas son tremendas, preocupante la emergencia sanitaria en Roca.

La militancia anti cuarentena del Grupo Clarín llegó a la Patagonia. Un camión de exteriores de TN entró a Neuquén, viajó a San Martín de los Andes se supone que a filmar una intensa nevada. La hermosa ciudad está en cuarentena. Pobladores y autoridades empezando por el intendente Carlos Saloniti (del Movimiento Popular Neuquino) repudiaron la llegada. Con intervención de una jueza federal y la ministra de salud les permitieron estar 24 horas sin bajar del bondi haciendo pernocte ahí mismo conforme la normativa vigente. Una muestra más de la falta de sentido solidario y de apego a las leyes, camuflada bajo el ropaje de la libertad de expresión.

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Responsabilidad y apuestas: La nueva cuarentena del AMBA expresa sensatez y responsabilidad en base a una valiosa escala de valores. Hasta ese punto la comparten protagonistas disímiles como Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta. Se exponen a ser sindicados como irresponsables en materia económica, como causantes de quiebras, como culpables de la caída del Producto Bruto Interno (PBI). En otros parajes mueren miles de personas y el PBI enflaquece….

Insensato vaticinar el porvenir en medio de tanta incertidumbre. Ojalá las mejores medidas produzcan el efecto buscado. Los votantes juzgarán a quienes los representan. En una de esas les cabe la suerte de Winston Churchill, maquina la derecha nativa. En una de esas se consolidan como hasta hoy. Incurrieron en errores, acertaron en lo fundamental: escogieron el mal menor dentro de lo disponible.

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Hermes Binner, el adiós: Falleció Hermes Binner, el primer gobernador socialista. Su trayectoria es a la vez única y arquetípica de la dirigencia política, tan vilipendiada, tan necesaria. Militante desde pibe, afiliado ni bien pudo. Concejal y luego intendente de Rosario, reelecto. Arrancó una época de vacas flaquísimas (1995), escogió la mejor política progresista con poca plata. Implantó un sistema de salud pública señero, valiéndose de su saber médico y sus sensibilidad de gobernante. Popularizó el espacio público, en particular el río que sirve de paseo barato y dichoso para miles de rosarinos. Como gobernador cumplió su mandato en una de las contadas provincias en las que no hay reelección. Legitimado en el ejercicio del poder, abrió el paso para dos gobernadores sucesivos de su partido.

Un hombre sereno, firme, con convicciones. A los 77 años habrá acertado en el minuto a minuto alguna veces, otras no… como cualquier argentino politizado. La trayectoria lo enaltece. Fue coherente, fiel a su partido. Hay palabras injustamente gastadas por el uso, vale la pena reponerlas. Hermes Binner fue un caballero de la política. Los buenos indicadores sanitarios de Santa Fe, hoy en día, trasuntan y agigantan su legado.

Este cronista que lo conoció, frecuentó y respetó durante décadas le da el adiós abrazando a sus compañeras y compañeros socialistas, sus amistades y sus familiares.

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