Por Ariel Boffelli

En un deslucido acto que adoleció de folclore militante, con bombos y banderas a unos 50 metros del escenario, el presidente Alberto Fernández se inclinó a favor de la familia Soria en la pelea por el manejo del Partido Justicialista (PJ) provincial, durante la inauguración de 62 viviendas que el Gobierno financia en esta ciudad. En un claro guiño a la intendenta local, María Emilia Soria, dijo que es “el futuro” de la política patagónica, definiéndose desde lo partidario en la pelea que tiene la familia roquense con La Cámpora por el manejo del panperonismo rionegrino.

“Siempre recuerdo el discurso de Emilia y la polenta que tiene. Esta es la política que necesita el país”, aseguró el Presidente, también titular del PJ nacional, quien a pesar de estar corrido de la centralidad política del Frente de Todos no deja pasar la oportunidad cuando puede mover una ficha en el tablero oficialista.

Las declaraciones de Fernández, luego de entregar la escritura número 60.000 de su gestión acompañado por con el ministro de Justicia y Derechos Humanos y exintendente local, Martín Soria; la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras; y el titular de Hábitat y Vivienda, Jorge Ferraresi;.se encuadraron en la compleja situación que atraviesa el Frente de Todos en el sur del país. Desde que La Cámpora, el Frente Renovador y Nuevo Encuentro lanzaron la alianza “Nos Une Río  Negro”, un espacio que agita la posibilidad de un acuerdo electoral con el senador Alberto Weretilneck, líder de Juntos Somos Río Negro que pica en punta para quedarse con la gobernación en 2023, el peronismo es un polvorín.

En oposición a esa estrategia, el clan Soria se abroqueló con el Movimiento Evita y otras agrupaciones para resistir a lo que denominan “el avance de Weretilneck” sobre el PJ. En ese marco, el respaldo a la jefa comunal significó, en cierta forma, la definición de la máxima autoridad en esta disputa. “La política no tiene sentido si no es para mejorar las condiciones de vida de la gente, y para llevar igualdad allí donde la desigualdad aparece”, dijo el jefe de Estado.

En la previa y en el final del acto, algunas voces de la dirigencia manifestaron que en Roca estuvo el “verdadero peronismo” rionegrino. El tiro por elevación fue para las agrupaciones kirchneristas, como La Cámpora, que no envió a ningún dirigente de las dependencias nacionales asentadas en la ciudad. Tampoco estuvo el senador Martín Doñate, el principal armador en la región de la organización que conduce Máximo Kirchner. “Acá estamos los peronistas”, dijo al pasar un intendente que llegó desde la Región Sur.

Fernández encabezó la entrega de 62 viviendas del Programa Reconstruir en General Roca, que demandaron una inversión de más de 410 millones de pesos del Ejecutivo nacional. Forman parte de las 2.256 viviendas emprendidas por la Nación en Río Negro, con una inversión de 19.576 millones de pesos, según se informó oficialmente. 

“Es un claro respaldo”, destacó al respecto el legislador José Luis Berros, sobre los dichos del Presidente. Las conjeturas se dieron en torno a la competencia del año que entra, donde la gobernadora Carreras deberá definir la fecha de la convocatoria a las urnas, que se estima será fijada para el segundo fin de semana de abril.

Luego de las fotos de rigor, Carreras enalteció el diálogo entre el municipio, la provincia y la Nación, pero elevó un reclamo contundente, tras los saludos con el mandatario. En una rueda de medios, se abocó a exigir fuerzas federales en Villa Mascardi, un tema caliente que viene de arrastre en su administración y diversos gobiernos provinciales. “Está en discusión la soberanía nacional sobre la Patagonia, Mascardi es uno de los ejemplos más puros de lo que es la región que está codiciada vaya a saber por quién. Pretenden quedarse con una porción del territorio argentino”, denunció la rionegrina tras los ataques denunciados por habitantes de la villa.

En las últimas horas, el denominado conflicto mapuche acaparó la agenda política rionegrina. Atravesó las fronteras a través de los medios nacionales, que le dedicaron varias horas de aire y espacio en los portales. Fernández, a punto de subirse a la camioneta que lo llevaba al aeropuerto, dijo que su administración trabaja en la resolución del conflicto.