Ayer fue un día donde los creyentes católicos pidieron por el pan y el trabajo. Es que se celebraron las fiestas en honor a San Cayetano, quien es el patrono del pan y del trabajo. La tradicional misa en el barrio San Román contó con la presencia del Arzobispo Fabriano Sigampa.

La capilla que está ubicada en el barrio San Román estuvo colmada durante toda la jornada. Pero pese a ello, y pese a que el día estuvo bastante templado, durante la procesión no se vio la cantidad de gente que había en otras procesiones.

La procesión y posterior misa estuvo presidida por el Arzobispo Fabriciano Sigampa, quien dijo que San Cayetano expresa la voluntad de la gente por el pan y el trabajo. Más allá de los pedidos por estas dos cosas, ayer se notó otro pedido. Muchos rondaban en la finalización de los estudios, ya sea secundarios como universitarios.

Durante toda la jornada se realizaron las celebraciones en honor al Santo. En las primeras horas, en la capilla se realizó el Rosario de la Aurora y luego se compartió un desayuno. Posteriormente, a las 10 se ofició la santa misa, a las 17.00 comenzó la procesión que terminó en el Club Social y Deportivo San Román, donde Sigampa como los presbíteros Jorge Pérez e Italo oficializaron la misa. Según lo comentado por los fieles, en esta oportunidad la concurrencia al templo se ha incrementado, en relación a años anteriores. Consideran que esto se debe no sólo a la falta de trabajo, sino que muchos de los devotos participan de estas celebraciones a partir de que se renovó la fe con la llegada de un papa argentino al Vaticano.

San Cayetano nació en Vicenza (Venecia) en el año 1480 en el seno de una familia noble, su padre era el Conde Gaspar de Thiene y su madre María di Porto, su padre fallece cuando sus hijos eran pequeños. Debido al momento histórico que el pueblo cristiano estaba atravesando, como eran la corrupción en el seno de la Iglesia y la posterior aparición del protestantismo y la Reforma, Cayetano se dirige a Roma junto con el Obispo de Teato, Giampietro Caraffa, Bonifacio Colli y Pablo Consiglieri, con quienes funda una orden de clérigos regulares llamada la “Ordo Regularium Theatinorum” o Congregación de los Teatinos (el nombre de padres teatinos que se da a los miembros de esa congregación , viene de Chieti, la teate Marrucinorum de los latinos, uno de los episcopados de Giampietro Caraffa), que tenía como finalidad principal la renovación del clero, la predicación de la sana doctrina, el cuidado de los enfermos y la restauración del uso frecuente de los Sacramentos, siendo aprobada la creación de la orden por Clemente VII. Luego de mucho esfuerzo y trabajo,

Murió en Nápoles a la edad de 77 años, el domingo 7 de agosto de 1547. Fue canonizado en 1671 después que la comisión encargada terminara de examinar rigurosamente los numerosos milagros.