"Me parece una vergüenza lo que dijo”, expresó la intendenta, Mónica Fein, quien salió al cruce del secretario de Seguridad de la Nación, por haber acusado al ex gobernador de Santa Fe complicidad con la corrupción policial y el narcotráfico.
Referentes socialistas y aliados políticos sacaron turno ayer para salir al cruce del secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, quien acusó a Hermes Binner, ex gobernador y actual precandidato presidencial por UNEN, por los casos de corrupción policial y narcotráfico en la provincia. "Me parece una vergüenza lo que dijo (el funcionario del gobierno de Cristina Kirchner). Si asegura que Rosario tiene cinco veces más delito que otras ciudades, entonces que deje a los gendarmes y prefectos que se llevó", reclamó la intendenta Mónica Fein, tras la oficialización del retiro de los 2 mil agentes federales que en abril pasado habían desembarcado en el marco de un operativo especial, cuya efectividad fue puesta en duda por el diputado santafesino Maximiliano Pullaro (UCR): "Pacificaron zonas calientes pero hubo cero investigación. Los dueños del negocio se burlan por tanta ineficacia".
A su vez, el senador provincial —y precandidato a gobernador— Miguel Lifschitz planteó, a través de su cuenta en Twitter, que Berni "tendría que explicar por qué tiene 30 mil gendarmes y prefectos en Buenos Aires y en la Capital Federal, si todo anda tan bien por allá, como también cuál es la política antinarco de la Nación y cómo es que entra la droga en la Argentina".
La polémica había detonado el lunes pasado, cuando Berni llegó a Rosario para poner en funciones al nuevo titular regional de Gendarmería y, al mismo tiempo, dar por finalizado el denominado Operativo Rosario. "Mientras Binner está lanzando su postulación en Mar del Plata, nosotros estamos acá, trabajando", disparó el secretario, que de inmediato recordó que la provincia tiene una tasa de homicidios que quintuplica la media nacional.
También recordó que el impactante arribo de las fuerzas federales a la ciudad, el 9 de abril pasado, significó unos 2 mil uniformados (Gendarmería y Prefectura)y el allanamiento de 39 búnkers de venta de droga. Y destacó que lo planificado por 45 días terminó extendiéndose a diez meses a pedido de la Casa Gris.
En ese contexto, Berni arremetió contra Binner ("le advertimos del serio problema que tenía de corrupción y connivencia de la policía con el narcotráfico, pero no escuchó") y reivindicó al gobernador Antonio Bonfatti: "Tomó conciencia del problema que tenía, nos pidió el tiempo necesario para generar 2 mil policías y trabajamos porque estamos convencidos de que la ciudadanía lo necesita".
Durante el lanzamiento del programa Verano Joven en barrio Las Flores (ver página 9), Fein devolvió la estocada. "Me parece una vergüenza lo que dijo Berni. Quiso utilizar un acto institucional para hacer política partidaria. A la sociedad le hace muy mal esas cosas", enfatizó.
Sin ocultar su malestar, la jefa del Palacio de los Leones agregó: "Si (Berni) dice que un ex gobernador es el responsable del delito en una provincia, ¿qué podría afirmar yo del gobierno nacional?. Si dice que Rosario está tan complicada, entonces que deje a los efectivos de Gendarmería y de Prefectura que se llevó".
No obstante, una fuente irrefutable confió a La Capital que la relación entre el municipio y el Ministerio de Defensa nacional "no resultó dañada por declaraciones claramente vinculadas al año electoral que está comenzando". Y ratificó que la administración socialista buscará ante la cartera al mando de María Cecilia Rodríguez garantías respecto de la continuidad en el tiempo de la actual dotación de gendarmes y prefectos (mil agentes en total) en la ciudad.
Al respecto, Berni había destacado que permanecerá en Rosario un destacamento reforzado de inteligencia criminal con integrantes de las cuatro fuerzas federales especialistas en la lucha contra el narcotráfico.
Destino final. Pero las réplicas a los reproches a Berni no cesaron. "Según dijo, la inseguridad en Rosario es cinco veces peor que en Buenos Aires. ¿Adivinen a quién le saca gendarmes y dónde los llevan", señaló Pullaro, quien centró la atención en la figura del gobernador de esa provincia y precandidato presidencial, Daniel Scioli.
Asimismo, el legislador refutó el balance positivo del Operativo Rosario que un día antes trazó el número dos de Seguridad (habló de 350 causas judiciales abiertas). "Gendarmería ayudó a pacificar zonas calientes de la ciudad, pero hubo cero investigación y retroceso del narcotráfico. Los dueños del negocio se burlan por tanta ineficacia", cuestionó.
Paralelamente, el diputado nacional Marcos Cleri (FpV) le respondió al ministro de Gobierno provincial, Rubén Galassi, quien poco después del acto encabezado por Berni en Rosario había asegurado: "Los únicos que festejan con estas declaraciones son los delincuentes".
Cleri sostuvo que Galassi "soslayó la ayuda permanente de la gestión de Cristina" en materia de seguridad y consideró que "está más que claro el pésimo resultado de la propuesta socialista de la autonomía policial".
"No tienen vergüenza de ponerse a discutir cuando la ciudad vive en un clima de violencia muy fuerte", se quejó, a su turno, el justicialista Diego Giuliano, presidente de la comisión de Seguridad del Concejo Municipal.
En esa línea, el edil sentenció: "Si es tan terrible la partida de Gendarmería de la ciudad, es porque sin esa fuerza no había posibilidad de ordenar una situación que estaba desmadrada".
Realidades
“Antes que acusar, hay que mirar nuestra realidad”, afirmó ayer Hermes Binner acerca de las críticas hacia él lanzadas por Sergio Berni. Y agregó: “La Justicia de Santa Fe está mejorando y por eso el jefe de policía que generó tantos problemas (el ex comisario Hugo Tognoli, procesado e investigado por narcotráfico) sigue detenido”.
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