“Por ejemplo, Marisol cuenta con un patrullero nuevo, 0km, que hacía años no lo tenía, lo mismo que en La Salada (Villarino). Ocho móviles fueron destinados a Tres Arroyos, Punta Alta y Patagones, entre otras ciudades”, dijo.

“Es decir, hubo una planificación, una inversión y un refuerzo de efectivos en todos los lugares para que la gente que vaya esté segura y disfrute”, añadió.

De todos modos, admitió que los incidentes ocurridos en Reta y Claromecó, donde jóvenes se enfrentaron con policías que pretendían desbaratar fiestas clandestinas, fueron “dos hechos que empañaron en nuestra región la operatividad” y la intención de tener un Operativo Sol “limpio”.

Sin embargo, consideró que el balance “no es negativo” porque no crecieron los índices delictivos en aquellos destinos que recibieron a muchos turistas.