En una escena que quedó para la historia, su padre de, Manuel De Arma, histórico dirigente radical, murió calcinado en 2001, a los 53 años, reclamando los abusos de poder del entonces mandatario de Merlo, Raúl Othacehé. Despúes de estar un tiempo alejado de la política volvió y es vicepresidente del comité radical local.
El martes 10 de abril de 2001 el ex senador provincial e histórico dirigente de UCR en Merlo, Manuel De Arma, se echó gasolina en su cuerpo y se prendió fuego frente a la gobernación de Buenos Aires en La Plata. De Armas caminó más de 10 metros por la calle 6 para denunciar la persecución política por parte del por entonces ministro de Gobierno e intendente de Merlo en uso de licencia, Raúl Othacehé, a quien muchos señalaban como el más temido de los barones del conurbano.
Horas antes de esa escena, el Manuel, de 53 años, entregó cartas para pedir la intervención provincial del Municipio y le dedicó una a Othacehé. «Estamos entrando en Semana Santa, que Dios te dé la paz que te pido para mi familia y mi gente. Tengo miedo, tengo miedo por los míos, Raúl», decía parte de la carta destinada al por entonces ministro de Gobierno, que más tarde publicó Página/12.
Con más del 70% del cuerpo quemado, De Arma agonizó durante cinco días. Finalmente, el sábado 14 de abril de 2001 falleció, luego de dejar una de las imágenes más recordadas en la historia política de nuestro país.
El Poder de Othacehé se fue desdibujando con el correr del tiempo y en 2015 perdió la interna con el actual intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. Pero hasta entonces, sus prácticas mafiosas e inescrupulosas sacó, casi por completo, al hijo de De Arma, Fernando, de la arena política, también afiliado y dirigente radical.
Pero la derrota del caudillo Othacehé hizo que el tercer hijo de De Arma se animará a volver a la política. En 2019 fue precandidato en una de las tres listas de Consenso Federal que llevaba al economista Roberto Lavagna como candidato presidencial. Se impuso en la interna y fue candidato a primer concejal, pero los votos no le alcanzaron para ingresar al Concejo Deliberante.
Pero Federico de Arma no se quedó ahí. Construyó una buena relación con el actual mandatario Menéndez y en diciembre del año pasado fue designado delegado de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires en Merlo. «Con suma responsabilidad y compromiso, desempeñaré el rol de Delegado de la Defensoría, encargándome personalmente de defender los derechos de todos nuestros vecinos», publicó en las redes.
Además, al igual que su padre, Federico está alineado al possismo y fue como vice en la lista de la interna radical que ganó en Merlo. Incluso, en los últimos días, profundizó sus actividad como vicepresidente del Comité Radical.
¡Felicitaciones Hermana! Pao de Arma
Luego de mucho esfuerzo pudimos ver los frutos.
Gracias por acompañarme en este camino que es la política, en la cual compartimos la misma vocación que nuestro viejo, la ayuda al desposeído.
— Federico de Arma (@fdearma) March 24, 2021
Así, Federico De Arma demostró que tiene vocación política. No solo para articular y gestionar dentro del radicalismo y tener buena relación con los distintos espacio. Sino, para alejarse del rencor y odio del principal enemigo de su padre, Raúl Othacehé, con quien incluso, supo sentarse a tomar un café. “Después de un tiempo uno aprende a perdonar y se da cuenta de que no podés vivir tantos años con rencor. Creo que ya lo perdoné. Cuesta entender, pagué un precio muy alto, la muerte de mi viejo, pero después uno valora cómo el buscó proteger a su familia”, declaró en su momento.
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