La inversión de dinero que hicieron los clubes para armar sus planteles no responde a ninguna situación de felicidad económica. Cada vez se refleja con mayor nitidez que la pesada carga de dos descensos por temporadas es una posibilidad muy grande para los equipos que no logran armarse bien.

En el contexto de la crisis europea, varios jugadores de primer nombre se les dificultan la renovación, fue uno de los detonantes para que la Liga Nacional los cobije. La otra es que acá se pueden pagar salarios de primer nivel. Así es entonces que este año regresan: Javier Bulfoni (Atenas), Víctor Baldo (Estudiantes), Diego García (Libertad), Nicolás Gianella (La Unión de Formosa), Federico Van Lacke (Boca), Fernando Migliori (Boca), Luciano Gonález (Sionista), Federico Kammerichs (Regatas), David Jackson (Gimnasia), Patricio Pratto (Lanús).

Además llega la figura indiscutida de un extranjero de primer nivel como Daniel Santiago, acompañado de otro dos puertorriqueños como JJ Camacho y David Huertas que jugarán en Boca y Obras respectivamente. Se ha logrado retener para la Liga extranjeros de primerísimo nivel como Tony Washam (Regatas), Robert Battle (Lanús), James Williams (Quimsa), Kyle Lamonte (La Unión), Ricky Sánchez (Libertad), Martín Osimani (Obras) y Greg Lewis (La Unión) entre otros.

Vale decir, regresan buenos, se retienen buenos, se arma una competencia mejor. Y esa paridad ahora la analizaremos.

La Lista que se expondrá en esta nota subjetiva

y no se condice con el nivel de presupuesto que tiene cada equipo.

Pican en punta dos equipos: Peñarol y Regatas. Hablar de Peñarol es fácil, no hay que dar muchas explicaciones. Un proceso de trabajo que cada día luce mejor. Mantiene la base de siete jugadores nacionales, suma al MVP del TNA (Lisandro Rasio), un jugador que vale la pena verlo crecer y cambia el panorama con dos extranjeros. En el peor de los casos que necesite un movimiento tiene margen de maniobra para cambiar los foráneos.

Regatas armó un equipo fantástico en nombres. Sin equivalencias. Paolo Quinteros y Federico Kammerichs en el mismo equipo es un lujo. Pero lejos de quedarse ahí han sumado a Tony Washam un alero que le sobra calidad en el puesto, con Javier Martínez, como garantía desde la base más Kante de pivote su inicial es impresionante. Además tiene en Nico Romano uno de los sextos hombres más completo de la competencia. Ferreyra, Calderón, Gerlero en el banco, puff: calidad y garantía hasta en los relevos.

Estos dos equipos son los que sobresalen desde el inicio y desde aquí hacia abajo se arma un grupo muy homogéneo de 9 equipos que lucharán hasta en la última gota de sudor por un puesto. Ellos son en orden aleatorio:

Sionista

Lanús

Gimnasia

Boca

Quimsa

La Unión

Atenas

Obras

Libertad

Cada equipo de estos mencionados ha sabido utilizar muy bien sus recursos económicos. Por ejemplo, Sionista que fue el primer equipo que se armó: repatrió a Luciano González, se quedo con una dupla de lujo en los foráneos (Pittman-Meyinsse) mantuvo la base del equipo y sumo al mejor alero del TNA por dos temporadas seguidas: Alejandro Spalla. Tiene un tercer extranjero para cortar si necesita dar un salto. Un equipo que tiene que ir con ambiciones a cada cancha.

Lanús se movió excelente en el mercado. Después de algunas demoras iniciales Santander logró que la joya del mercado Nicolás Laprovíttola se quede con él. Le ofreció lo que el pibe ya está en condiciones de tener (titularidad) y aunque perdió a Byró y Cantero, se asegura en Lucas Pérez - Shattmann – Boccia las variantes de tiro y penetración. El complemento que adosa al final es interesantísimo como Patricio Pratto que regresa a la liga, mientras que su juego interior es de lujo: Mc Farlan-Battle. Con Martina y Giorgi vieniendo de atrás. Juventud, experiencia y talento. Lanús tiene que ir por más.

Gimnasia de Comodoro es otro equipo candidato. Tiene para mí una de las tres mejores media cancha del país: Ciorciari-Jackson Byró. Cuando esos tres se acoplen lo tendrán todo. Además un chico que hay que seguir de cerca: Santiago Scala. El alero Jason Robinson está lleno de pergaminos y deberá demostrar que vale lo que pidió mientras que cuatro nombres le dan solidez y variantes al juego interior: Fabricio Vay, Diego Romero, Alejandro Reinick y Kaheim Seawright. Pareciera tener más expresión defensiva que ofensiva su juego de pivotes y como buena noticia tiene recursos para cambiar foráneo si algo se necesita.

En particular pienso que de estos 5 equipos deben salir los semifinalistas de la próxima temporada. Es difícil decirlo ahora que no se ha jugado ningún partido y no se sabe como congenian los equipos. Pero esta es la teoría de una ciencia imperfecta.

Luego estarán en un mismo nivel inicial: Atenas, Boca, La Unión, Libertad, Obras y Quimsa.

Aquí hay diferencias mínimas que podrán dirimirse por la noche inspirada de un jugador, por errores propios de un partido. Y por supuesto el equipo que logre conjugar química, se abstraiga de presiones, sacará diferencias y podrá pelear el título. Además estos equipos presentan algunas zonas que son teóricas desventajas pero todas disimulables. Al menos en el inicio.

Lo expresaré de manera sintética sin hacer un análisis más detallado que se hará en el comienzo de la Liga: Atenas tiene una apuesta de riesgo con Román González que puede salir tan bien como tan mal. Con un solo extranjero para cambiar será delicado. Si compensa sus relaciones internas tiene un equipo muy bien armado: Lescano, Bulfoni, Elsener, Lábaque, Guaita, Aprea, Fierro y el citado Román González es decir, muy buenos nombres. Boca tendrá cuatro extranjeros pero dos de ellos hablarán castellano. Será difícil para Stanic y Hopson repartir la bola en dosis iguales a los tiradores y el juego interior. Tienen calidad a caudales pero de ahí a ser un equipo lleva un tiempo. La Unión no sumó ningún pivote y va con doble cuatro: Lewis y Melvin mientras que detrás de ellos aparece solo Wolkowyski. Luego la calidad de su buen plantel le garantiza estar compensado en todas las líneas. Penetración, tiradores, manejo de cancha.

Libertad será un equipo con mucho gol y la misma voluntad. No tiene peso en el juego interior y deberá compensarlo para que no sea su talón de Aquiles. El regreso de Diego García ilusiona de ver un juego dinámico. Con el equipo completo dará que hablar. Obras perdió tres piezas claves: Lamas, Washam y Elsener. Los dos jugadores son en el mismo puesto y la que más sentirá será sin dudas la de Elsenser. Tiene una estructura armada de trabajo que le garantiza con la calidad de sus jugadores seguir peleando. Finalmente Quimsa tiene siempre un buen equipo pero termina no concretando sus aspiraciones. Este año suma una doble base de experiencia y confianza con Aguirre – Cantero eficaces tiradores y Staton que ya es un nacional más. Fuerza y talento en el poste bajo. Si todo se amalgama estará peleando el título.

Como habrán notado, si hay once equipos en nivel de igualdad significa que uno de los mencionados será undécimo en la tabla. Esto sin contar que uno de los teóricos equipos que estarán en la lucha por abajo pueda dar el salto de calidad y meterse entre los 11 primeros, lo que llevaría a que uno de los “fatídicos once” se vaya todavía más profundo en la tabla.

Para ser undécimo hay que perder más que ganar. Y puedo asegurar que ninguno de estos once equipos que figuran en esta lista se armó para perder más que para ganar. Pero es imposible que eso no suceda. ¿Cuál de estos clubes puede soportar ser once o doce?. Con la inversión de dinero que hubo, con los buenos jugadores que han traído ¿Qué equipo está preparado para soportar mirar la tabla desde abajo y no entrar en crisis?

No estamos haciendo futurología ni tratando de adivinar. Es algo QUE IRREMEDIABLEMENTE SUCEDERÁ. Algunos de estos equipos estarán en la punta y uno será undécimo, o décimo.

Tampoco es que desechamos la idea que 9 de Julio, Olímpico y Bahía Estudiantes puedan meterse en ese grupo. En este juego periodístico simplemente se ubican por detrás de los otros once en la línea de largada, pero esta es una carrera muy larga. Como bien dice la trillada frase: es una carrera de resistencia y no de velocidad. Argentino de Junín y Unión Progresista tienen a juicio de quien esto escribe el objetivo único de salvarse de descenso.

Por lo tanto amigos, preparemos nuestras almas para ver una Liga Nacional de calidad que será una guerra de nervios, una batalla mental por mantener la calma en los malos momentos, en la seguidilla de resultados adversos, en las crisis de juego de cada equipo.

En una LNB que no tiene nada que ver con el negocio del entretenimiento, en tiempo estrictamente resultadistas, en una liga donde ganar significa repetir sponsor y perder significa que se alejen, en un territorio donde la política alimenta el presupuesto de los equipos a cambio de resultados, los técnicos deberán copiar las técnicas del “Maestro Zen” Phill Jackson y construir un muro entre los jugadores y el entorno para no verse afectados. Los dirigentes e hinchas este año, más que nunca, también formarán parte del resultado final.