Otro fatal accidente protagonizó ayer la ruta nacional 188 en nuestra jurisdicción. Un Citroen C4 último modelo, patente LAR 025, conducido por Carlos Alberto Plata, de 55 años y con domicilio en la ciudad de Rosario, se despistó a la altura del kilómetro 106 en sentido Pergamino a Rojas lo que provocó, tras impactar contra varios árboles, la muerte instantánea de su conductor.

El vehículo quedó literalmente abrazado a un árbol del monte adyacente al acceso al campo recreativo Cecir y tapado por las ramas. Si bien las causas del fatal choque se trataban de establecer, las condiciones de la calzada como consecuencia de la copiosa lluvia que se registraba en el momento del accidente podrían haber sido el detonante del trágico desenlace.

Bien vale destacar que se dio aviso a los Bomberos de nuestra ciudad a las 8 horas e intervinieron, además, Policía Vial de Carabelas, Patrulla Rural y una ambulancia del hospital Unzué, que constató la muerte del conductor. No obstante, los bomberos debieron remover y cortar varias ramas de gran tamaño que quedaron sobre encima del vehículo para poder sacar al infortunado hombre del interior del C4.

Una vez que las autoridades policiales permitieron la extracción de Plata, los Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad debieron cortar la ruta por unos instantes para poder sacar luego el vehículo de la cuneta y a la espera de que la grúa se lo llevara hacia la estación de la Patrulla Rural de Rojas, en barrio Santa Teresa, y sitio al que van muchos de los vehículos siniestrados.

Otro dato, no menor, es que el hombre se encontraba con el cinturón de seguridad puesto y el airbag de su habitáculo se habría activado en el momento del impacto. Tras el arribo de la Policía Científica, que se llevó el cuerpo para los estudios pos mortem, se especulaba con que Plata habría sufrido la muerte instantánea como consecuencia del terrible golpe lateral que sufrió el vehículo.

Según se pudo observar, por las claras huellas que quedaron sobre la banquina el Citroen salió de la ruta y sin maniobra fue derecho a parar a los árboles, donde allí quedó tapado. Gracias al reporte del algún otro automovilista que circulaba entonces, se pudo encontrar enseguida el vehículo accidentado ya que, de lo contrario, quizás hubiese quedado oculto por más tiempo puesto que no se divisaba desde la ruta.