Tras haber incriminado a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa de las fotocopias de los cuadernos, Fariña se convirtió en un aliado de las aspiraciones del oficialismo. Por tal motivo, se montó una red para cuidar su figura, otorgándole varios beneficios por ser parte de los testigos protegidos.

Por el programa del que él mismo forma parte, pudo obtener una casa con grandes comodidades, libertades de movimientos por fuera de la ley y el pago de la obra social OSDE, con fondos del Estado, por 9.500 pesos mensuales. Lo curioso es que ningún otro de los arrepentidos goza de este último ítem, por lo que sería un privilegiado en este servicio.

Asi que el gobierno le paga Osde a Fariña?????

— Gustavo Sylvestre (@Gatosylvestre) July 30, 2019

En su momento, la ex abogada de Fariña, Giselle Robles, había advertido que el imputado no tenía ningún conocimiento sobre la obra pública, por eso fue guionado e, incluso, tuvo información de empresarios para poder armar un discurso que fuera creíble. "(Lázaro) Báez iba a terminar siendo un instrumento para llegar a Cristina. Esa era la finalidad de la declaración”, sostuvo la letrada.

El valijero declaró el 8 de abril de 2016 y a partir de allí, obtuvo la excarcelación con la condición de seguir bajo el Programa de Protección de Testigos e Imputados. Según estipula la ley, por seis meses se reciben ciertos beneficios, como el alquiler de una casa y dinero para poder comer, pero con muchas limitaciones: no se puede ir a la prensa y las comunicaciones son restringidas, incluso trianguladas y monitoreadas por el Ministerio de Justicia.